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Bruno mastico la carne con impaciencia, no estaba de buen humor hoy, miro a su hijo quien había sido la sorpresa de este año, años atrás imaginarse su rostro sería imposible, al menos Milendra sirvió de algo, jamás le perdono la forma de atraparlo para casarse con él.

Cree que se embarazo a propósito, sobretodo sabiendo que la maldita de Mar haría cualquier cosa por su prima, choca mirada con su esposa que le responde con una sonrisa, pero el solo se porta como un cretino que no le importa más que su propio beneficio. Sigue cortando la carne y el que se da cuenta de su mal humor es Drake sabe que será otro dia de mierda con su padre y su madre, no entiende que hacen juntos, no solo eso porque tanta soporta su progenitora a los desplantes de su padre quien la usa solo para reuniones mostrándose como una familia buena.

Su nacimiento debió ser algo que los debía unir, pero todo parece lo contrario, sabe que sufrió hace muchos años, después de la perdida de sus gemelos, todos creyeron que no volvería ser madre, pero ahí estaba el, una prueba viviente después de setenta años, ahí estaba como si nada comiendo con sus padres fingiendo que todo está bien.

—Drake me comento el entrenador que has bajado tu rendimiento, no puedes permitir tal estupidez, lo sabes muy bien, eres un Warren y hacemos las cosas a la perfección.

—Sobre eso, he pensado que no soy tan bueno como creí—espeto, un error que el joven lobo debió quedarse callado—No quise decir eso es solo que…

—Crees que me importa lo que quieres, no verdad, terminaras la universidad, sacaras las mejores malditas notas de todo el campus, y no solo eso, llevaras a la victoria al equipo, eres el capitán, no un juego de cachorros de prescolar.

—¡Bruno! —hablo su esposa sin poder creer lo que dice.

—Tu eres la culpable de todo esto—acuso el lobo—Lo mimas demasiado, no lo dejas ser hombre, ya lo es, para llevar a las hembras a la cama no es un cachorrito—Drake sintió que había comido suficiente dejando los cubiertos en la mesa. —No me salgas con el ofendido, te di una orden, no veo que la hagas, serán las semifinales esta temporada quiero que el maldito trofeo se pase en el pasillo de la mansión Warren es nuestro derecho como lo ha sido cada generación, como lo hice yo.

Drake solo paso saliva con dificultad ser su hijo era una de las cosas más tormentosas que podría experimentar, exigía dia a dia, no había descanso, su padre se había vuelto su sombra en todo, no solo eso, sabía que había estado en placitas con los Merci, para un posible matrimonio ventajoso, se hizo novio de Caroline Merci, al principio todo estaba bien, pero ella lo asfixia con sus celos, y claro no eran nada fiel.

Verse con ella casado solo sería una completa pesadilla.

—Padre antes eran otros tiempos, no creo que…—callo con fuerza tragándose sus palabras, una mirada es tan letal para él, que bajo el rostro.

—Me importa si tienes aspiraciones, hagas lo que has serás un Warren, Drake eres mi único hijo, y como tal debo exigirte, tu madre no pudo embarazarse después de su estupidez.

—Mi madre tuvo un aborto padre, fue accidental, no tuvo la culpa de perder a mis hermanos.

—La hembra es responsable de lo que carga en su vientre, por favor no me hagas reír, eres un bletengue como tu abuelo.

—Bruno por favor, es suficiente—imploro la loba herida a sus palabras sobre su padre.

—¿Suficiente? Agradece que tienes a Drake, agradece que sigas sentada en mi mesa, en mi casa, que vistas de mi dinero y que te puedas pasear como la señora Warren, eso fue tu ventaja. —dijo el cortando la carne con enojo—Maldita sea hasta el hambre se me quito.

—No pudo más—comento el joven poniéndose de pie—Siempre nos has controlado, quieres que saque buenas notas, me parto la maldita cabeza haciéndolo, que sea el capitán y lleve a la gloria el equipo lo hago, después de todo, sacaste del camino a Spencer.

—Ese idiota solo es un vago sin beneficio como sus padres, que hacen, de que viven, su hermano es un tatuado de quinta y su padre un poeta, la madre solo se la pasa cultivando como vagabundos, son una escoria para estas tierras, te hice un bien quitándolo del camino o te hará mierda, lo sabes Drake, tienes ventaja de tener lo que tienes, pero entre nosotros solo eres una decepción.

El joven lobo solo apretó los puños, miro a su madre que se calmara un poco, había momentos que la odiaba por no hacer algo, se tragó su enojo sentándose, las manos le tiemblan de coraje, su padre actúa como si nada, después de todo mando al hospital Spencer rompiéndole las costillas y la pierna, un accidente limpio, él sabe la verdad, pero delatarlo sería despertar una guerra, era mejor que todo pasara como un accidente y un dia para el otro él era el capitán del equipo. Su ex amigo dejo de jugar y solo se amargo en hacer carreras clandestinas.

—La comida sabe mala—limpio el lobo su boca con asco—Solo me hacen perder el tiempo.

—Cariño, yo…Debo decirte algo.

—Ahora que vas a decir, dinero, salir que mujer—dijo con desesperación.

—Bruno, desde hace días quería decírtelo, y antes de que lo veas yo…—comento su esposa quien notaba el nerviosismo en sus ojos. —Bruno solo no te enojes.