Amor verdadero

Capítulo 1

Inglaterra, 1815

Jade: siempre que me levanto temprano de mi cama como todos los días veo el reflejo de mi espejo, pero estoy consciente de que soy fea y tengo que aceptar mi destino.

Nada más que la doncella de ella llamada Amelia entra a su recámara y alcanza a escuchar sus últimas palabras. Además, estaba segura que un día encontraría un esposo.

Amelia: no se sienta mal, señorita. Porque un día de estos va a conocer un caballero que no le interese la apariencia física y que se fije en lo que realmente hay en su alma.

Jade: muchas gracias, por darme ánimo Amelia. Esta es mi última temporada y si no encuentro un esposo pronto me convertiré en una solterona, necesitare olvidarme de mi sueño de casarme por amor y de nada me va a servir. Porque no conozco ese sentimiento y no sé si podré reconocerlo, pero me puedes decir que se siente estar enamorada.

Amelia: usted misma lo va a sentir cuando lo vea por primera vez y en ese preciso momento me dará la razón de mis palabras. Ahora lo único que tiene que hacer es esperar.

Jade: se siente tan sencillo cuando lo dices y no sé qué pensar. Me gustaría que me acompañarás a dar un paseo al parque para distraerme un poco, solamente terminó de almorzar y nos vamos, seguramente mis padres se estarán preguntando donde estoy.

Amelia: está bien. Nada más que para mí es un gusto poder servirle y con su permiso necesito retirarme para hacer mis quehaceres y nos vemos más tarde.

Ellas se despiden y Jade se queda pensativa y decide bajar las escaleras para dirigirse a la cocina. Jade cuando llega agarra lo primero que ve y muerde una manzana para posteriormente comérsela y la madre de ella llamada Carlota la estaba buscando hasta que ve a su doncella

Carlota: me puedes decir dónde está mi hija. Porque acabo de bajar de su recámara hace un momento y no debe de estar muy lejos de este lugar.

Amelia: lo siento, mi señora. No sé dónde está, ahora mismo la busco y no se preocupe por nada, ella muy pronto aparece delante de usted.

Carlota: no es necesario que lo hagas. Personalmente la buscare y tengo una idea en dónde se encuentra, además la conozco perfectamente.

Ella se va directamente a la cocina y como se imaginó Jade estaba ahí. Solamente que a su madre le molestaba que conviviera con los sirvientes

Carlota: qué haces metida dentro de la cocina y cuantas veces tengo que repetir que no me gustas que estés aquí. Pero mucho menos que te comportes así.

Jade: lo siento, madre. Esto no volverá a pasar y por qué me estás buscando usted si nunca lo hace, ya que siempre manda a una sirvienta para que lo haga.

Carlota: la razón es que tu padre me mandó a traerte y bien sabes que a él no le gusta almorzar si su familia no está reunida y debemos de ir a su lado.




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