Cuentos de ultratumba

Poseida

En una pequeña y tranquila ciudad, se susurra sobre una casa antigua y abandonada al final de la calle, donde se dice que ocurrieron eventos aterradores hace muchos años. La leyenda cuenta la historia de Emily, una joven poseída por una fuerza demoníaca que residía en la oscuridad de la casa.

Los vecinos recordaban cómo las noches se llenaban de gritos espeluznantes y luces parpadeantes provenientes de las ventanas de la casa. Nadie se atrevía a acercarse, temerosos de lo que pudieran encontrar dentro.

Un día, un valiente sacerdote llamado Padre Thomas llegó a la ciudad, decidido a enfrentarse al mal que acechaba en la casa embrujada. Armado con su fe y su Biblia, se aventuró solo hacia la morada del terror.

Al entrar en la casa, el aire se volvió pesado y gélido, y los susurros de voces invisibles llenaron sus oídos. Determinado a liberar a Emily del demonio que la atormentaba, el padre Thomas comenzó el ritual del exorcismo.

Durante horas interminables, la casa tembló con la furia del mal que habitaba en su interior. Mientras el sacerdote recitaba las palabras sagradas, muebles comenzaron a moverse por sí solos, objetos volaron por la habitación y la voz gutural del demonio llenó el aire.

Pero el padre Thomas no vaciló, aferrándose a su fe con cada fibra de su ser. Finalmente, con un grito ensordecedor, el demonio abandonó el cuerpo de Emily y la casa quedó en silencio una vez más.

Exhausto pero triunfante, el padre Thomas salió de la casa, llevando consigo a Emily, ahora libre del mal que la había consumido. La ciudad suspiró aliviada al ver la casa abandonada en paz, aunque sabían que la oscuridad nunca desaparecería por completo de aquel lugar.




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