El camino perfecto

9. Amigos

Me sorprendí ante su pregunta. Note que estaba tardando mucho en responder así que abrí mi boca buscando mi voz. Que aparentemente se había escondido en lo mas profundo de mi ser.

-Solo amigos- asentí. La verdad era esa, eramos solo amigos y mientras siguiera así mejor, en este momento no estoy en busca de relaciones amorosas, no estoy buscando que me lastimen de nuevo.

-Bien- asintió. Lo mire. No pude descifrar lo que ocultaban sus ojos ¿alivio? ¿tristeza? Era una mezcla de estos dos pero... ¿Por que? Llegamos a Mc. Donalds y mientras Chase ordenaba yo busque un lugar en donde sentarme, encontré una mesa cerca del parque. Mire a los niños riendo y saludando a sus padres desde las ventanitas del laberinto, ellos les devolvían una sonrisa y tomaban fotos para tratar de capturar el momento. Me concentre tanto en aquella imagen que no escuche cuando me llamaban.

-¿Candace?- la voz de Chase fue llegando a mis oídos. Salí de mi estupor.

-¿Si?- pregunte mirando como se sentaba con un Mc.Duo coloco una hamburguesa frente a mi, con unas papitas, un refresco y a la derecha de todo un Mc.Flurrie. Se me hizo agua la boca- ¡Hey! Se supone que yo debía pagar- me queje.

-Aun te debo una salida ¿recuerdas?- dijo sonriendo. Bufe.

-Si. Pero la de la idea de venir a Mc. Donalds fui yo.. Y no se, no me parece justo- dije mirándolo.

-Aghhh. Deja de quejarte y come- dijo dándole un mordisco a su hamburguesa. Me cruce de brazos. Frunció el ceño- Esta bien. Disculpe señora- dijo dirigiéndose a una chica pelirroja, con ojos grises de unos 34 años sentada en una mesa cerca a la nuestra, con dos niños. Lo seguí apenada.- Lamento molestarla, pero mi cita, aqui presente, se esta quejando porque no la deje pagar el almuerzo. No cree usted que esta mal que yo haya pagado, ¿o si?- dijo Chase con tono inocente. Idiota. Poniendo gente en mi contra. Ademas yo no me quejaba de esa manera. La chica se ruborizo aparentemente halagada porque Chase necesitara su opinión.

-Creo que esta bien que tu pagues. Es muy caballeroso de tu parte, esos principios lamentablemente ya se están perdiendo- respondió sonriendo. Yo solo sonreí.- Hacen una linda pareja- apunto.

-Gracias pero...- fui interrumpida por un tipo con traje, que aparentaba la misma edad que la chica. Tenia unos hermosos ojos azules y un cabello negro muy bien acomodado.

-Aquí esta la comida- dijo poniendo dos bandejas en la mesa- Esto es para ti Maddie, esto es para Cody. Dejen eso a su mama, Maddie, tu tienes tu propio juguete, deja el de Cody- la regaño. La niña frunció sus labios rosados y entrecerró sus ojos grises a su hermano.

-El es mi esposo- dijo la chica hacia nosotros- Mi nombre es Rose- extendió su mano, se la estreche.

-Oh.. Disculpen, ¿interrumpí algo cariño?- pregunto a su esposa. Ella negó con la cabeza- Yo soy Jules, encantado de conocerlos- dijo sonriendo, un hoyuelo se formo en su mejilla.

-Encantados de conocerlos- comencé- Mejor los dejamos comer tranquilos. Buen provecho.- dije acariciando la cabellera pelirroja de la niña y tomando asiento en nuestra mesa.

-¿Ya estas mas tranquila?- pregunto Chase en tono burlón- ¿Tu conciencia esta limpia?- prosiguió. Puse los ojos en blanco.

-No tenias porque interrumpirlos- dije molesta- Ademas, yo no me quejaba de esa manera, y lo sabes.- dije entrecerrando los ojos acusatoriamente.

-Lo se- respondió sin inmutarse- Solo quería que entendieras que no hay nada de malo en que yo pague el almuerzo- Rode los ojos de nuevo. Mire a la mesa de esa hermosa familia, Jules estaba atento de algo que decía su hija al igual que su madre, su hermanito añadió algo a lo que contaba. Sonreí mirando la escena. Me volví a Chase que estaba comiendo.- ¿No vas a comer?- pregunto quitándome una papita y untándola en Katchup.

-Siiiii. ¡Oye!- le golpee la mano cuando me quitaba una segunda papa. Al terminar con nuestra comida, salimos con los Mc. Flurries, y los comimos de vuelta al trabajo. De repente vi un carrito de pretzels y divise palmeritas.- ¡Palmeritas!- chille corriendo hacia las galletas.

-¿Que haces?- pregunto Chase. Señale las palmeritas en una bolsa marrón.

-Palmeritas- respondí. Le entregue cinco dolares al señor y camine junto a Chase.

-¿Que es eso?- pregunto viendo como me llevaba una a la boca. Abrí mis ojos en sorpresa.

-¡¿NO SABES QUE SON PALMERITAS?!- Exclame. Mas fuerte de lo que quería. Me tape la boca al ver personas que caminaban mas lentamente para ver que pasaba- Lo siento- me reí.

-No, no se que son- respondió. Volviendo a caminar inevitablemente chocando con gente. Como era usual en NY.

-Son galletas en forma de pretzel, dulces y muy ricas. Ten, prueba una- le tendí una galleta. El la tomo y se la llevo a la boca.- ¡No!- comencé. Pero ya se la había metido toda. La mastico e hizo un sonido y una cara rara. Demostrando que le gustaba.



#4867 en Novela romántica
#1961 en Otros
#510 en Humor

En el texto hay: karma, drama, comedia humor

Editado: 29.10.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.