Esposo comprado

Capítulo 28

No quería regresar, porque eso conllevaría tener que lidiar con la empresa, su familia, pero principalmente con sus padres, puesto que no les tomó la llamada durante la semana que duró con Kadir en esa isla haciendo cosas indebidas. Kadir se encontraba a su lado, muy al contrario a cuando fueron antes, que prefería mantener distancia de ellas.

Lo más irónico de todo, es que su querido esposo, al parecer, se olvidó de todo lo malo, pero tenían que enfrentar la realidad de un juicio pronto, porque esperaba que su prima Laisha al menos tenga el coraje de seguir adelante. 

— ¿Estás bien? —Kadir le pasó su celular—. Tus padres me llamaron para saber de ti, o al menos es lo que intuí, ya que no tomé la llamada.

— Lo más seguro es que hayan llamado a Joshua para saber de mi existencia o para decirme que mi hermano estará en el país —vio el mensaje de sus padres—. Era de esperarse que ellos quisieran saber dónde estoy. Quizás hasta fueron a ver que me había pasado.

— No debiste quedarte sin responderle las llamadas a tus padres —le sermoneó—. Ellos tienen que estar preocupados.

— Ya hablaré con mis padres en un rato —espantó las palabras, y le devolvió el celular—. Si no fueron a la isla, es porque ya mis abuelos les dijeron que estamos casados o que me fui de viaje de negocios.

— Tus abuelos les tapan muchas cosas a Laisha y a ti…

— ¿Es que no te has dado cuenta de que solo hay hombres en esta familia? —ella se inclinó hacia él—. Las mujeres somos seres extintos, es por eso que somos las reinas del universo.

— Me dijiste que solo eras tú la reina del universo —Kadir se burló de su esposa—. Vaya, me siento engañado por ti.

— Soy la mandamás de esto —Jasha dejó un pico en sus labios—. ¿Cómo estás tú luego del viaje? —ella se pasó la lengua por los labios—. Estás bronceado, como si fueras un viejo sabroso.

— Estoy bien, lo necesitaba —él le confesó, como si se quitara un peso de encima—. Posiblemente, hubiese matado a Anne si no salgo del país…

— Vendrán cosas peores para esa mujer y su familia —tomó su mano—. Sin embargo, por más que se trate ahora de que esa iglesia no resurja de las cenizas, lo harán en el futuro, con otros nombres y personas.

— Hm —Kadir hizo una pausa—. Pasaron muchos años antes de que…

— Ni tantos, porque según lo que leí, esa gente solo se quedaron en las sombras durante un tiempo —entrelazó sus dedos con los de él—. A lo mejor, hacían menos cosas, hasta que tomaste el poder de la empresa de mis padres…

— Y Anne robaba el dinero de la empresa junto con otros —le recordó—. Me usaron como un chivo expiatorio…

— No te usaron porque sabían que yo siempre he estado enamorada de ti —le dio un golpecito en la nariz—. Porque de paso, sabían que eras el vicepresidente de la empresa y el que tenía las cuentas en sus manos hasta mi regreso.

— Bueno…

— Ya sabes, ahora eres la esposa de la presidenta —ella lo abrazó por los hombros—. Mi esposo mantenido, porque soy más rica que tú.

— Maldita loca…

— Ajá, esta loca te compró y saca tu lado diabólico —paseó el dedo por el pecho de Kadir—. Esta loca hace muchas cosas indebidas, solo para complacerte, mi amor.

— Sin duda necesitas ayuda profesional…

— La ayuda que necesito ahora es de mi cama, porque no puedo siquiera estar sentada en este asiento —hizo una mueca—. Tener sexo contigo todos los días a cualquier hora del día no es para todo el mundo.

— Lo dices como si yo fuera un demonio sexual.

Ella levantó una de sus cejas, dándole a entender la afirmación que había salido de su boca. Jasha se acomodó en el asiento después de esa pequeña conversación y decidió dormir por el resto del viaje con él a su lado. Necesitaba descansar a pesar de que no iba a trabajar al día siguiente, en verdad quería ser una buena esposa, pero con Kadir eso parecía ser imposible de antemano.

El viaje a casa fue con ella durmiendo, tenía su celular en su bolso de mano, pero seguía sin siquiera responder las llamadas de su familia. Por más que deseara por completo decirles a sus padres que estaba bien, ellos no lo verían de ese modo. Dejó atrás esos pensamientos errados, prosiguió a pensar mejor que en ese momento tenía al hombre que siempre deseó, pero tenía todo de él.

— Hemos llegado —Kadir la movió un poco—. Vamos a casa.

Jasha gimoteó como si eso fuera a ayudarla a no entrar a la casa. No quería ver a nadie; sin embargo, cuando la pequeña persona apareció en la entrada, tuvo que poner su mejor cara para el recibimiento.

— ¡Mami! —Yara salió llorando de la casa para recibirlos—. Pensé que papá te había hecho algo malo —la abrazó por las piernas—. No quiero que mueras todavía.

— Hola, pequeño ser maligno —Jasha hizo una línea recta para no reírse de su esposo—. Sigo con vida, aunque tu padre acabó con mi vida durante el viaje.

— Me tienen tanta fe que hasta miedo me dan —Kadir murmuró—. Es casi de noche y está haciendo frío —les indicó—. Además, es a mí a quien tienes que saludar primero…

— No —Yara se limpió la cara—. No te lleves a mi mami otra vez, porque mira cómo está.

Ahora fue el turno de sus abuelos en reírse por la situación cómica que se estaba formando. Ella pensaba que su padre le hizo algo malo como la otra vez, así que prefirió mejor guardar silencio para que Kadir muriera de celos al verlas.

— Veo que mi nieta logró su cometido —su abuelo Damon también salió de la casa—. Bienvenido a la familia, Kadir —extendió su mano hacia él—. Al menos puedo decir que mi nieta molesta tendrá a alguien que la ponga en cintura.

— Gracias, señor —Kadir correspondió el saludo de manera automática—. Y por cuidar de Yara esta semana… Debió ser complicado con ella…

— Para nada —su abuelo Volkan espantó las palabras—. Hubo un tiempo en el que los cuatro cuidamos de Jasha y Laisha, ellas si son mortales —bromeó un poco—. Aun así, fue bueno tener a alguien con nosotros por esos días. 




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