Falsamente tuya

Capítulo 27: ¿CELOSO, SEÑOR RUSSELL?

Aren.

Entro a mi oficina con algunos documentos en manos, mismos que Aurora se encargó de dejar para mí antes de ir a comer con las chicas.

Levanto la mirada de los papeles, mis ojos caen en Zaak quien se encuentra frente al ventanal de mi oficina, mira el celular en una de sus manos. Su ceño se encuentra fruncido y mira la pantalla de este con una mueca de confusión pintada en el rostro.

—¿Hay novedades sobre la cena de mañana? —pregunto cerrando la puerta detrás de mí.

Zaak sale de su trance y gira a mirarme, aún sostiene su celular y su mueca de confusión no se elimina de su rostro.

—¿Aurora y tú rompieron el trato? —pregunta, es mi ceño el que se frunce ahora mientras veo a Zaak quien levanta su celular en alto.

—¿Qué? —pregunto con confusión ante su pregunta tan repentina.

—Hay imágenes rondando en todo internet —comienza—, tu esposa está comprando pruebas de embarazo.

Sus palabras hacen que me tense en mi sitio al instante, Zaak se acerca y de inmediato tomo su celular mirando la pantalla.

Un pequeño pinchazo se pinta en mi pecho cuando veo las imágenes que se proyectan y todo se vuelve más confuso cuando comienzo a leer los textos que acompañan las imágenes.

"¿La dinastía Russell tiene heredero en camino? Después de tres años de relación secreta y de su reciente boda hay rumores de que el matrimonio espera a su primer descendiente pues esta tarde ha sido captada como la ahora influencer de moda luce bastante nerviosa mientras adquiere algunas pruebas de embarazo..."

No puedo seguir leyendo ya que mis ojos de inmediato se concentran en las fotografías de Aurora en una farmacia, trae el mismo atuendo que horas atrás, con la diferencia de que se ha encargado de que su boina la cubra más de la cuenta, unos lentes negros cubren sus ojos y una bufanda está enredada en su cuello cubriendo parte de su rostro.

Reconozco a mi esposa.

La puerta de la oficina se abre, Zaak y yo miramos al hombre que entra por esta.

—Felicidades, futuro padre —miro a Maddox quien entra sonriente y con una botella de vino en sus manos.

Detrás de él viene Caín y al final entra Cassian.

—Un mini Russell en camino, eso es algo que debemos celebrar —Cassian suelta con alegría.

Miro a Zaak quien me mira también, en esta puta oficina él es el único que sabe sobre el contrato que Aurora y yo tenemos.

El rostro de Zaak sigue teñido de confusión, espera una explicación y lo único que hago es negar en su dirección.

—¿Qué tal te pone la situación? —pregunta Caín tomando asiento en uno de los sofás.

No hay nada que salga de mi boca, absolutamente nada que me haga procesar lo que está pasando.

Zaak sale de la oficina después de disculparse y voy detrás de él.

—No he tocado a Aurora —susurro una vez que salimos de la oficina y quedamos justo en el vestíbulo de recepción de mi piso.

—Tal vez la embarazaste con la simple mirada —susurra de la misma manera, lo miro mal ante el tono sarcástico que ha utilizado.

Camino de un lado a otro.

¿Aurora está embarazada?

¿Aurora le dará un hijo a otro hombre?

—¿Cómo mierdas vamos a solucionar esto? —pregunta Zaak sin dejar de susurrar.

—¿Crees que tengo cabeza para pensar en eso, Zaak? —pregunto con notable desespero.

El solo hecho de imaginar que está esperando un hijo de otro hombre pone mi sangre a hervir, el solo hecho de imaginar que mi esposa estuvo en los brazos de otro hace que mi mundo arda en llamas intensas de fuego que se propagan con intensidad.

—Pues todo el mundo que lea esto pensará de inmediato que ese bebé es tuyo —sisea.

—Ni siquiera sabemos si está embarazada —respondo.

Toda esta farsa del matrimonio era para sacarme del ojo público en donde Marena me metió y ahora, estaré en uno peor.

Paso mis manos por mi cabello. Intento relajarme y buscar posibles excusas para esto.

—Sabes que si esto es verdad entonces Aurora habrá roto el trato, ¿cierto? —pregunta Zaak.

¡El puto trato me vale una mierda! ¡Existe la posibilidad de que mi esposa haya estado con otro hombre, eso es lo que me jode!

—Y si eso sucedió entonces tendrás que revelar toda la verdad, Aren —miro a Zaak—, a menos que decidas solapar a Aurora y pretendas que ese bebé es tuyo.

Mi quijada se aprieta.

—Se sabe la verdad detrás de toda esta historia o continúas con la farsa en donde se incluye ahora un bebé que no lleva tu sangre.

Pero sí la de ella.

Tomo una respiración profunda y arreglo mi saco intentando no perder la poca cordura que queda en mi sistema.

Camino de regreso a mi oficina.

—Hablaré con ella —suelto—. Te mantendré al tanto de todo.

Entro a la oficina mirando a los tres magnates dentro de esta.

—Mandaré a hacer un pequeño uniforme de béisbol para el primer heredero de magnates —habla Cassian con una sonrisa.

—Espero que sea una niña porque quiero ver al amargado Aren Russell lidiando con una pequeña traviesa —habla Caín.

—Sí, quiero ver al insípido magnate perdiendo los estribos por una pequeña —agrega Maddox—, espero que saque la personalidad de Aurora, eso sería aún más divertido.

Camino hasta el perchero de mi oficina y tomo mi abrigo, me lo coloco.

—Tengo que salir —intento no sonar molesto—. Los veo después.

Salgo de la oficina, puedo escucharlos hablándome pero no me interesa hablar con ellos ahora mismo.

Me apresuro a salir de la empresa, Lorenzo de inmediato abre la puerta del auto para mí y me monto al auto. Llamo a Edwin quien responde al instante.

—¿Dónde está Aurora? —pregunto sin más.

En la mansión, señor —responde el chofer del otro lado.

Cuelgo la llamada.

—A la mansión ya —le ordeno a Lorenzo detrás del volante quien de inmediato comienza a tomar la ruta que nos lleva hasta la mansión que ahora comparto con ella.




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