King Of My Heart (serie Bad Reputation)

Capítulo 2

Ada

Mi cabeza no ha dejado de dar vueltas a lo mismo ¿Quién es ese chico? Algo me dice que miente y que sabe y tiene que ver con lo que pasó al salir del cementerio. No pude ni siquiera dormir. Sus ojos se quedaron conmigo de camino a la habitación, no he hablado con Bethany de lo que pasó porque antes tengo que averiguar sobre Evan Taylor. Quiero creer en que dice la verdad y solo es un chico con suerte que logró entrar a esta institución, pero no puedo. Hoy específicamente me levanto a las 5am al ya no soportar dar vueltas en la cama. Me preparo para clases y me cuelgo mi mochila, le echo un vistazo a mi hermanita que está en el quinto sueño, la envidio, hasta creo que está babeando.

Hago una mueca y mejor salgo de la habitación. Afuera aún está oscuro y, por si fuera poco, al salir me encuentro con el susodicho. Quiero suponer que le ocurrió lo mismo que a mí, o quizá quiere iniciar las clases de la mejor manera, pero no lleva una mochila. Se suba el cierre de su chaqueta negra hasta la barbilla y mete las manos dentro de las bolsas, este chico es muy raro y nadie me quita de la cabeza que algo está ocultando, es muy misterioso y en sus ojos hay maldad.

Lo sigo hasta afuera en donde tiene estacionada su moto, no puedo permitir que se vaya y yo no sepa a donde, así que me planto frente a él.

—Creo que las aulas de clase no están tan lejos para ir en moto.

Pone los ojos en blanco, se ha atrevido a hacerme eso a mí.

—Veo que dejaste los conejos guardados.

Sigue burlándose de mis pantuflas, es un idiota, fue un regalo de papá y esas pantuflas significan mucho para mí.

—Eres tan fastidioso —gruño.

—Anda, ve a clases niñita. Déjame en paz.

Se sube a la moto y se va tan rápido que no puedo hacer nada para evitarlo. Poco a poco el ruido de la moto va alejándose hasta desaparecer completamente, si pudiera hacer algo para que se metiera en problemas aquí adentro juro que lo haría, pero en estos momentos mis neuronas están congeladas, además no voy a darle importancia a ese idiota, enfadoso.

Sé que es demasiado temprano pero no tengo otra cosa que hacer, voy al aula de química y espero, y espero, y espero a que den las 7am para que la clase inicie. Como ya lo suponía, mis compañeros me dan el pésame y me quieren tratar como a una niña de cinco años que se ha quedado huérfana, quiero gritarles que me dejen tranquila, perdí a mi padre, sí, pero tengo que continuar y tampoco me gusta que me lo estén recordando cada 3 minutos.

—¿A qué hora llegaste? Desperté y ya no estabas —pregunta Bethany al sentarse a mi lado.

—Temprano, no pude dormir.

Frunce los labios y me da un abrazo, oh no, por favor tú no Beth. No me trates como retrasada. Quiero contarle lo que pasó ayer, quiero decirle que Evan me intimida y me da miedo, pero quizá en esta escuela tan grande no nos volvamos a encontrar. Así que no tiene sentido decirle lo mucho que me desagradó un idiota con acento raro, presumido y arrogante.

El profesor Mauro entra al salón, deja sus cosas sobre su escritorio y comienza a sacar sus plumones para ordenarlos perfectamente debajo del pizarrón. Me encantan las clases de este profesor, es tan lindo y a veces tierno, su manera de dar clase me da risa y además entiendo perfectamente la química, con lo complicada que es. Saco un cuaderno y abro en una página libre, quiero seguir haciendo las cosas bien y no fallar en la escuela, debo seguir como siempre y llenar este vacío en mi cuerpo con cualquier cosa.

—Préstame tu pluma morada, esa de brillitos.

Me pide Beth, no me molesta compartir con ella mis cosas, por el contrario. Adoro que a veces traigamos las mismas cosas o trabajemos de la misma manera. Me volteo y abro mi mochila para buscar la pluma, debe estar por algún lado, con el desastre que he tenido los últimos días creo que la he olvidado en mi cuarto. Beth me toquetea el hombro.

—Aguarda un minuto, por aquí está.

—Tienes que ver esto.

Volteo y no sé si me he puesto pálida, roja o de varios colores. El colmo de mi triste vida, Evan está aquí, camina por el pasillo y se sienta hasta atrás con la mirada de todos sobre él, incluyendo la mía. No sé si me ha visto, espero que no. Quiero meterme debajo de la butaca. Y se suma una incógnita más acerca de él ¿qué hizo tan temprano afuera? Solo se tardó dos horas, tenía muy bien calculado su tiempo, por eso ha llegado justo a la clase. Y parece no importarle nada, solo se sienta y cruza los brazos fingiendo que pone atención al profesor, y de un momento a otro voltea a verme y yo no soporto sostenerle la mirada. Siento que me pongo roja y mejor me volteo.

—Está guapo —canturrea Bethany en mi oído—. Te pusiste roja.

—No es cierto.

Me cubro la cara con el cuaderno porque siento que me he puesto más roja todavía, maldita sea, me siento caliente hasta las orejas. Quiero salir corriendo de este salón y meterme a mi habitación, quizá permanecer ahí en lo que en malandro se aburre y se va de aquí.

¡No! No soy yo la que se tiene que esconder, es él, él está en mi territorio y tiene que acostumbrarse a mi presencia, no al revés. Trato de calmarme y bajo el cuaderno que me cubría la cara haciéndome un pequeño escondite. Siento que todavía Beth sigue con sus ojos en mí y espero que no haga ninguna pregunta por qué no sé qué le voy a contestar.

—Muchacho, dígame ¿por qué ha entrado a este curso a estas alturas? —pregunta el profesor y mira hacia atrás.

Yo no quiero ni voltear, aunque todos los demás lo hagan.

—Porque quise —contesta Evan.

Sonrío ante su falta de respeto, contesta como si no le importara nada, es tan arrogante. Lo detesto y jamás me había pasado esto, por lo regular primero trato a una persona y después saco conclusiones, pero con él no necesito conocerlo más para saber que no soporto su presencia. Agarro una pluma y juego con ella, tengo que poner mis defensas en alto para no caer en la tentación de salirme de aquí, necesito ser fuerte. Pongo atención a clase hasta que termina y en cuanto el profesor pone fin guardo mis cosas y espero a que se vayan todos.



#2577 en Novela romántica
#112 en Joven Adulto

En el texto hay: mafia, celos, romance

Editado: 04.05.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.