La Alfa de los Alfas

Epílogo

Había pasado un mes desde lo ocurrido, todos estaban destrozados por la muerte de Emma, aunque los traicionó cuando más la necesitaban nunca dejó de formar parte de la manada. Cuando Melissa se enteró de la muerte de su hija comenzó a gritar y llorar desconsoladamente, lo que toda madre haría. 

El conejo de Stiles había crecido mucho pasando a un tamaño normal, pero la manada cree que lo mima demasiado. Evitar que Malia se lo coma es algo bastante difícil. 

En cuanto Ashley y Derek… es algo complicado de descifrar, tienen sus altibajos.

 

Ashley terminó por cerrar la maleta a la fuerza y suspiró pesadamente sentándose encima de ella. Isaac entró a la habitación.

-¿Has terminado?- rió.

-Podría decirse que sí- dio unas palmaditas al lado suya- ven siéntate.

-Me gustaría sentarme en la cama y no en la maleta.- ambos soltaron dos fuertes carcajadas.

-Te voy a echar de menos Isaac- se abrazaron mutuamente y Ashley sollozó en su hombro.

-Con solo pensar que me tengo que alejar de vosotros me vengo abajo ricitos.

La alfa comenzó a sentir su camiseta húmeda.

-I-isaac ¿estás llorando?

-No puedo evitarlo, ya me había acostumbrado a tu presencia aquí.

El sonido del claxon los interrumpió.

-Chris ya está aquí.

Los dos bajaron y toda la manada estaba reunida, menos Derek. Eso entristeció mucho a Ashley.

-Te echaré muchísimo de menos preciosa- Lydia se acercó a ella.

-Yo también pelo zanahoria- se rió y la banshee la empujó cariñosamente.

El siguiente fue Stiles, su querido humano.

-Sabes… no me gustan las despedidas, no soy bueno en ellas, siempre lloro y…

-Ven aquí- lo abrazó tan fuerte que casi lo deja sin respiración.

-S-sabes me falta el aire.- la alfa lo soltó inmediatamente.

-Lo siento.

Scott se acercó y sonrió.

-Me alegra haberte conocido, haberte entrenado, me siento orgulloso de ser tu entrenador.

-Oh cállate Scotty- se envolvieron en un cálido abrazo y ambos empezaron a llorar.- te echaré mucho de menos- dijo entre sollozos.

-Y yo.

-¿Y Derek?- susurró la chica en su oído.

-No lo sabemos, hoy por la mañana ya no estaba.

-Ashley perderás el vuelo.

-Sí, voy- se refregó los ojos cuidadosamente y los saludó con la mano.

-¡Espera!

La alfa se giró para ver quien era, nada más y nada menos que Derek. Llegó corriendo hasta estar cerca de ella.

-D-derek.

-Te amo- abrió los ojos con sorpresa- puede que pienses que solo ha sido una aventura pero te juro… te juro que no.- ambos se fundieron en un dulce y profundo beso, mientras que ella dejó algo en sus manos. Cuando Derek abrió el puño la miró confuso.- es muy especial para ti, no puedo aceptarlo.

-Sí, si que puedes- se levantó la camiseta dejando ver su tatuaje de la luna celta.- están conectados, y si tú lo llevas puesto todo el tiempo tú y yo estaremos siempre conectados.

-¿Volverás?

-No lo sé- se encogió de hombros- quizás sí quizás no. Solo te pido que no te cierres con las chicas por mi, recuérdame, pero solo eso, solo seré un recuerdo. A partir de ahora perteneceré a tu pasado y si nuestros caminos se juntan Der, pues pasará lo que tenga que pasar.- sonrió cabizbaja- esta vez seré yo el príncipe que se marche y tú la princesa que se quede, muy loco ¿no? Me tengo que ir Derek, te amo.- plantó un último beso en sus labios, y esa fue la última vez que se vieron.




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