Capítulo 8 : "Un oscuro Pasado"

Capitulo 8: Un oscuro pasado

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La luna brilla, y nos cubre con su manto.

La brisa nos roza suavemente la piel dándonos la bienvenida.

Las plantas de grosellas inundan el aire de un aroma fresco y dulce.

Las plantas aromáticas de Araucarias, y  los Adkuri que representan la templanza y el fuego sagrado del amor, inundan el aire de exquisitas fragancias.

Sus frutos son parte de las comidas tradicionales elfas, se hierben dentro de una sopa, en donde son los ingredientes predilectos. Cada uno representa una virtud que se le pide a los dioses, y que debe ser desarrollada con perseverancia.

En mi plato siempre había tres. “Valentía” para cambiar lo que está mal, “Humildad” para aceptar cuando no puedo hacerlo y “Sabiduría” para diferenciarlo.

Según mi madre eran las virtudes necesarias para nuestra vida.

 Viendo todo como si fuera la primera vez, me pregunto

-¿Por qué las plantas crecen tan cerca del muro? Nunca lo había notado.

Mientras caminamos zambullidos en el brillo de la luna que ilumina nuestros cuerpos. Lo veo contemplando mi mundo…ese al que quizás nunca regrese.

Camina lentamente, mientras se acerca a cada planta y toma cada fruto, acercándolo a su nariz.

Está tan luminoso por fuera como es por dentro.

Mi corazón siente paz, mi alma alegría, mi cuerpo se estremece de verlo en “mi lugar”.

Si tan solo pudiera detener el tiempo, solo unos minutos.

Mi adorado mundo elfo se hace extremadamente pequeño, insignificante, frente a la felicidad que me produce ver su sonrisa, y sus ojos brillantes donde por fin en ese bosque espeso veo asomarse el sol.

Quisiera que todo fuera diferente.

Haberlo conocido en otras circunstancias.

Pero agradezco el tiempo que compartimos.

Imagino a Isabel rodeada por sus musculosos brazos, sintiendo el abrigo de su pecho cuando la abrace para volar.

Se enamorará de él, y él lo hará de ella, la recuerdo en el refugio y era una joven muy bella.

Ahora, lo miro con tristeza, y nostalgia.

Aunque aún esté cerca mío, ya no lo está.

Es lo mejor.

¿Intuirá lo que pienso?

Se acerca a mí.

-Es bello tu mundo, hasta familiar.

Hay plantas muy parecidas a algunas del mundo de los Argo.

-¿Si?-sonrió casi con tristeza, mientras me lanza la sonrisa más resplandeciente que le he visto.

Tratando de reponerme y disimular

-Y ¿También con sus frutos hacen la sopa de Adkuri para pedir deseos?
-No se llama así –sonríe ahora tratando de recordar-son Los Oroteros, frutos de color azul y sí, se hace una sopa donde se piden deseos. En el futuro ya no es habitual…porque esos árboles se secaron. Sólo una vez, me hizo esa sopa Tyna, con unos que conservaban en su familia de origen.

Su mirada ahora está encharcada de tristeza.

Su bosque se oscurece y se llena de nubes grises.

-¿Qué pedías?

Dime.

- Ver a mi madre. Supongo que era porque veía a los niños con ellas cuando los visitaban en el Refugio. Nada importante.

¿Nada importante? Mis ojos se llenan de amor y dolor.

 En este momento quiero abrazarlo, pero me contengo.

Puedo percibir el dolor en esas palabras.

Un niño huérfano al que sus padres del mundo mágico lo abandonaron, para proteger a una desconocida. ¿Qué clase de padres harían eso?

Puedo estar equivocada y quizás sean necesarios algunos sacrificios en pos del bienestar general, pero me cuesta entenderlo.

Siento ese dolor que fluye desde su corazón, y oscurece el bosque de sus ojos con esa niebla espesa, gris, profunda, e infinita que ahora logro descifrar...

Ha sufrido en pos de un mundo mágico que salvar.

Y ¿Quién lo salva a él?

Enseguida continúa- Mi entrenamiento me ha ayudado a no enredarme en emociones estériles. No estoy hecho para el amor de ningún tipo,

Quedo en blanco.

Prefiero no contestar, si supiera todo lo que estuve pensando.

-Llegamos a mi castillo.

-Golpeo la gigantesca puerta.

Se ve abandonado, despintado, rodeado de altos matorrales.

- Ofelia, nuestra ama de llaves me ayudará a encontrarla

 ¿Seguirá aquí? me pregunto, quiero verla, no la he visto desde el trágico día que mataron a mi padre.

-Golpeo de nuevo.