Por Siempre Nuestro Amor

Capítulo 13 Actitudes Raras .

Máximo 

un no por respuesta para mí no es una opción, eso es algo que siempre me he tenido muy claro, nunca ninguna mujer se había negado a una proposición mía.

Así que la señorita Durarte no sería la primera mira que decirme no y encima atreverse a regañarme diciéndome.

Que ella podía perfectamente ir a trabajar sola, dejándome casi con la palabra en la boca, pues, justo cuando estaba por formular las palabras y para contestarle.

La señorita se marchó con Héctor, quien para ser sinceros no es santo de mi devoción.

Nunca me ha caído del todo bien o bueno, más bien me es indiferente pese a qué nuestros padres son mejores amigos.

Más bien es mi hermana quien tiene una muy buena relación con él, son mejores amigos.

Sin embargo, conmigo no es el caso como ya lo mencione, así que verlo aquí viniendo por mi asistente me molesta, pues, no quisiera.

Tener que verlo seguido por el hecho de que tenga una amistad con mi asistente, cosa que de verdad me molesta.

Héctor no es de mi agrado y eso me molesta bastante en fin, como ya dije que no acepto un no por respuesta, ya estoy afuera del departamento de mi hermana.

Ya que vine por la señorita Durarte para llevarla al trabajo y así evitar que Héctor venga por ella.

Así que sin más preámbulos tocó la puerta 

mientras estoy esperando a la que la señorita Durarte me abra.

Me llego un correo de la organización de arquitectos donde me estaban invitando mañana sábado a Guanajuato capital, donde se llevaría a cabo la exposición anual de materiales para construcción.

Este es un evento muy importante, pues, los dueños de las empresas de materiales asistirán así, pues, es una buena oportunidad para presentarme con ellos y así reforzar las alianzas.

Que ya tenían con mi padre, quien por cierto sigue molesto conmigo por qué decidí que mis planes de boda con mi prometida siguen.

Pero en fin, ese es otro tema, por supuesto que asistiré a esa exposición, ya que es importante para la empresa, sin embargo, sé que esta decisión no le agradará para nada a Briseida, pues, el asistir va a significar que no podré verla.

Este fin de semana, pues, no podré ir a Estados unidos para verla, ya después se lo compenso, pues, ella debe comprender que negocios son negocios.

Estoy por responder la invitación cuando la puerta del departamento de mi hermana se abre y así aparece en mi campo visual la señorita Durarte vestida con un pantalón de vestir azul oscuro y una blusa amarilla que le hacía resaltar su bonita figura, su cabello estaba atado en una coleta alta.  

Y a pesar de no llevar ni una sola gota de maquillaje se ve realmente preciosa, debo decir solo tengo ojos para mi prometida, pero ya lo he dicho, tengo que reconocer que la señorita Durarte es muy bonita.

En fin, cuando la señorita se dio cuenta de que era yo quien tocaba, me observo muy extrañada y sorprendida

Acto seguido de esto se escuchó que dijo.

—señor Montero, buenos días, disculpe si se lo pregunto, pero dígame que lo trae por aquí. Lauren aún no regresa del hospital, yo pienso que regresará más tarde, si no es que hasta mañana ya sabe cómo es ese trabajo suyo.

—si lo sé mi hermanita escogió una difícil profesión. Pero eso era lo que dictaba su corazón y está bien, es muy buena en eso, pero en fin señorita Durarte, yo no vine aquí para hablar de mi hermana.

—entonces que lo trae por acá señor Montero.

—pues vengo por usted para llevarla al trabajo, así que señorita Durarte creo ya es momento de irnos o llegaremos tarde.

—señor Montero, disculpe, pero yo ya le había dicho que no era necesario que viniera por mí, puedo irme sola.

—y yo no acepto un no por respuesta, además sé perfectamente que sola no se hubiera ido señorita Durarte, Héctor iba a venir por usted.

—señor Montero, pero que está diciendo por supuesto que Héctor no vendrá por mí, yo sé los dije a los dos que podía irme sola perfectamente, así pues, permítale decirle entonces no debe estar aquí.

—-ja, ja, ja señorita Durarte, soy su jefe y debe de irme conociendo o no sé si tal vez ya me conozca un poco y sepa que yo no acepto un no por respuesta.

—señor Montero lo siento, pero de verdad no era necesario, le dije que yo me iría sola.

—ya le dije señorita Durarte, yo no acepto un no por respuesta, me conoce así que vámonos no quiero llegar tarde.

—pero señor Montero, de verdad no era necesario.

—ya señorita Durarte, no hay, pero que valga vámonos antes de perder mi paciencia.

Después que dije esto último, la señorita Durarte se quedó en completo silencio y muy pensativa.

Permaneció así en completo silencio durante unos 3 minutos, cosa que comenzó a desesperarme, me estaba haciendo perder mi poca paciencia.

Y cuando estaba por decirle no de una manera tan amable que debía responderme rápido, escuché su voz la cual decía.

—está bien, señor Montero, me iré con usted, no pondré objeción, pero le suplico que espero y sea la última vez que pase esto, pues, no está bien que usted siendo mi jefe se tome las molestias de venir por mí.

—claro que está bien considérelo trabajo señorita Durarte, solo es eso trabajo de acuerdo porque yo no tendría otra razón más porque venir.

—está bien señor Montero eso lo sé, pero de todos modos no se tiene porque tomar la molestia de venir usted mismo en persona podría mandar a cualquier a o bien yo irme sola.

—ay, señorita Durarte, solo le voy a decir esto, si usted quiere que algo salga bien debe hacerlo usted misma recuerde eso siempre.

Luego de que dije eso, la señorita Durarte solo sonrió, me dijo que lo tomaría en cuenta.

Después fue rápido por sus cosas y fue así como emprendimos nuestro viaje a la empresa.

Durante todo el camino no hablamos para nada, pues, me concentré en contestar mensajes que mi novia me había mandado y checar unos cuantos correos del trabajo.




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