Por Siempre Nuestro Amor

Capítulo 30 Fin De Semana.

Máximo

la camioneta emprendió su rumbo con nosotros dentro de ella y ninguno de los dos nos volteábamos a ver, estuvimos sin dirigirnos la palabra y así estuvimos hasta que llegamos a mi departamento.

Yo enojado, me bajé de la camioneta y me dirigí al otro extremo de esta para abrirle la puerta a la señorita Durarte.

 Cuando abrí la puerta y le extendí la mano para ayudarla a bajar, sin embargo, ella se negó a tomarla y en lugar de bajar me dijo.

—Máximo no pienso bajar porque de verdad estoy muy enojada contigo y no quiero hablar después de lo que hiciste. 

—como que lo que hice Bianca, por favor bájate de la camioneta y vamos al departamento, necesito hablar contigo, no te hagas películas.

—yo no me hago películas, Máximo solo es la verdad, sabrá Dios que tantas cosas hiciste con esa vieja.

—Bianca, por favor estás agotando mi paciencia, por favor bájate de la camioneta y hablemos.

—ya te dije que no.

—Bianca, de verdad no hagas berrinches, estás agotando mi paciencia.

—no me importa si la agoto, dime que me podrías hacer si ya me hiciste llorar toda la tarde por largarte con esa vieja.

—de verdad no tenía idea que te había hecho llorar y eso me hace enojarme conmigo más, sin embargo, Bianca no seas tonta, no actúes como yo de irracional por favor baja y hablemos.

—ya te dije que no, Máximo no quiero llévame a mi casa en el restaurante, no te dije nada por respeto a tu hermana y a Héctor, pero yo no quería venir contigo, no quiero verte ni hablar.

—Bianca, por favor no seas berrinchuda, no me obligues a hacer algo que no quiero.

—no es berrinche, es una decisión que ya tomé de no hablar contigo, espero y la respetes.

—pues no la voy a respetar, Bianca me escuchas, no la voy a respetar.

—pues me vale, no sé qué puedas hacer, me vas a obligar a que entre no lo creo por favor llévame a mi casa por favor.

—Bianca, solo una vez más te voy a pedir que por favor tomes mi mano y me acompañes por las buenas si no será por las malas.

—así y como es por las malas, porque yo por las buenas no entro contigo ok.

—bueno ok si así es como quieres que pasen las cosas así será.

Después de decir eso tome a Bianca de la cintura y sin más la cargue entre mis brazos mi novia por supuesto comenzó a oponerse, se movía y me gritaba que la bajara.

Pataleaba y tenía toda la cara roja, yo con lo enojado que estaba ignoraba esto, sin embargo, las palabras que dijo sobre que la hice llorar resonaban en mi mente.

Así que cuando ya casi llegábamos a la puerta de mi departamento comencé a besarla tiernamente, ella se resistía esta vez bastante.

Deje de besarla sí, pero solo para decirle que me perdonara por lo ocurrido.

Al parecer que le dijera esto, la calmo, pues, dejó de patalear y comenzó a responderme los besos que le daba, así que sin más cuando llegamos a la puerta de mi departamento.

La bajé, la abracé y le dije en el oído suavemente.

—de verdad quiero de corazón explicarte lo que pasó, pero primero que nada de nuevo perdóname por hacerte llorar, eso es lo último que quiero.

—está bien explícame qué fue lo que pasó.

—muy bien bonita, entonces entremos te parece.

—si está bien.

Después de que Bianca dijo esto me dispuse a abrir la puerta del departamento, le indiqué que pasara y ella pasó sin más problemas.

ya cuando estábamos en mi departamento le dije que tomáramos asiento en el sofá, ella accedió después de unos minutos de silencio suspire y le dije.

—bonita, quiero que sepas pondré una orden de restricción en contra de Briseida, pues, en resumidas cuentas, fui a hablar con ella para que me explicara por qué es que había hecho las cosas.

—me parece perfecto que pongas esa orden y que te dijo la desgraciada.

—pues nada que me va a decir que todo había sido una calumnia, una historia barata para separarnos que los medios de comunicación inventaron.

—ay por favor si esa vieja será tonta al pensar que tú le ibas a creer o no me digas que le creíste.

—por supuesto que no le iba a creer, no soy tonto bonita, yo solo quería ver cuál era su excusa y resultó ser mala hasta para mentir.

—qué bueno me alegra al fin que abrieras los ojos, pero dime si creías eso porque estuviste todo este tiempo con ella.

—no estaba con ella, bonita, estaba con Levy.

—y porque con él es en serio.

—si es en serio estaba con él porque te soy sincero, no me sentía bien, de hecho aún estoy mal, sabes perdón Bianca, pero no me sentía con ánimos de darte explicaciones bonita quiero que sepas yo a ti te quiero mucho, sin embargo, a ella quiera o no la amo y me duele darme cuenta de que siempre me fue infiel, pues, hoy pude verlo en su mirada quería estar solo con Levy, pues, es mi mejor amigo se me hizo más factible estar con él.

Luego de que dije esto Bianca se quedó en silencio, solo me miraba, yo pensaba que seguía enojada, sin embargo, de repente ella se acercó a mí, me dio un fuerte abrazo y me dijo.

—perdóname tú a mí, guapo de verdad, yo sé que todo esto es muy difícil para ti, comprendo que debes de tener un cierre con ella y no debo reprochar nada, ahora entiendo es cerrar tu ciclo con ella, debo apoyarte no darte más problemas.

—yo no tengo nada que perdonarte bonita, al contrario, si debo agradecerte muchas cosas, tú me estás ayudando muchísimo con todo esto, pues, de no ser por ti de verdad, creo que ya me hubiera hundido en la depresión, gracias por todo Bianca Durarte.

—de nada mi amor, yo siempre estaré aquí para ti te quiero.

—yo también te quiero bonita, pero dime corrígeme si estoy mal acaso, ¿me llamaste mi amor?

—Mm si perdón, si te molesta se me salió no te quería incomodar.

—por su puesto que no me incomoda por mí, está bien que nos llamemos así mi amor, esas palabras bonita me llenan el alma, mi bonita.

—si mi amor soy tu bonita tuya y perdón por todo por no comprender.




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