Tormentoso Pasado

Capítulo X

-No puedo creer que se lo dieras a este mocoso inexperto- dijo mamá pegando el grito en el cielo, después de la cena con Cassandra y mi hermano; en la que charlamos y acordamos los puntos de nuestra relación; porque si, ella había aceptado darnos ...             

-No puedo creer que se lo dieras a este mocoso inexperto- dijo mamá pegando el grito en el cielo, después de la cena con Cassandra y mi hermano, en la que charlamos y acordamos los puntos de nuestra relación; porque si, ella había aceptado darnos otra oportunidad, fuimos a la mansión en donde se celebraba una fiesta a todo dar.

Por mutuo acuerdo nos fuimos a dormir despachando a todo el mundo, menos a la familia; en las horas de la madrugada, ya era sábado en la mañana y estábamos desayunando en la enorme mesa de la casa, en donde todos charlaban animadamente.

-Mamá- dije ofendido, ella me había llamado inexperto y mocoso, este último apodo solo me gustaba que me lo dijera mi novia; se sentía tan bien llamarla de ese modo, por fin podía sentir que era mía.

-No le prestes atención hijo la envidia habla por ella- dijo papá burlándose de su esposa- ya supéralo Johanna Connor tiene el corazón de Francis y lo tiene en linterna.

- ¿Quién es Francis? - pregunte confundido, mamá soltó un chillido ofendida.

- ¿Ves?- dijo ella escandalizada- el niñato ni siquiera sabe quién es Francis- dijo lloriqueando- no es justo- dijo, durante un momento me sentí mal, mamá de verdad deseaba ese corazón y yo no había hecho nada para conseguirlo- había esperado por ese corazón más de un año- dijo lloriqueando como una niña caprichosa- llega esta con todo su poder y lo reclama para el muchachito que ni sabe quién es Francis- dijo señalando a Cassandra que sobaba su frente tratando de ignorar los chillidos de mi madre.

-Mamá no olvides que yo soy ese niñato y soy tu hijo- le dije tratando de que recordara que era a mí a quien estaba refiriéndose.

-No me importa de quién eres hijo- dijo ella llorando más fuerte y llamando la atención de todos en la mesa- me robaste el corazón de Francis.

- ¿Quién es Francis? - preguntó mi hermano Travis al lado de Cassandra, y ella soltó un suspiro por la pregunta, mi madre empezaría a soltar chillidos nuevamente.

-Ni siquiera la fotocopia de él sabe quién es Francis- lloriqueo mi madre, Travis abrió la boca ofendido, Cassandra le tapó su boca antes de que dijera algo que provocara que mi mamá hiciera un escándalo más fuerte -No es justo amor- berreo mamá más fuerte, mirando a mi padre que soltaba suspiros tratando de consolarla, Cassandra soltó un suspiro frustrada.

-Cállate ya Johanna- dijo levantándose de la mesa y subiendo por las escaleras que dirigían a las habitaciones, todos nos quedamos asombrados por su repentino actuar, nos tranquilizamos al escuchar cómo bajaba nuevamente por donde se había ido; con ella traía dos cajas- Natalie- grito fuerte mi novia, una de las muchachas que le colaboraban en la mansión se acercó a ella- pide que traigan los regalos- dijo suspirando.

-Sí señora- dijo la jovencita apartándose, minutos más tarde, varios muchachos que colaboraban en la casa empezaron entregarle regalos a toda la familia, incluidas las recién nacidas de Samuel y Amery.

Mamá seguía lloriqueando y papá trataba de consolarla y todos miraban emocionados a Cassandra; el nuevo berrinche de mamá, era que a ella no le habían dado regalo.

-Johanna cállate ya- dijo Cassie soltando un suspiro- me das jaqueca hermana- dijo ella entregándole una caja a papá y una a mamá- dejaras que todos abran sus regalos y al final abrirás el tuyo ¿está claro? - le pregunto a mamá que asintió secando sus lágrimas y mirándome mal, al parecer me había ganado el odio de mi madre por el dichoso corazón.

Todos empezaron a abrir sus regalos, felices por los detalles de mi novia, que les sonreía cada vez que se lanzaban a abrazarla, Travis estaba tan feliz y tranquilo que parecía irreal, él tenía su regalo muy bien guardado, lejos de los escándalos de mi madre; cuando todos ya terminaron mi madre espero que Cassandra le permitiera abrir el suyo; mi padre dejó que ella abriera primero su regalo o lo enloquecería con sus berrinches.

Cuando abrió la caja y antes de sacar el regalo, soltó un jadeo y sus ojos se inundaron en lágrimas, lentamente de la caja sacó un embace muy similar al mío, solo que en él había nada más y nada menos que un cerebro, algunos soltaron silbidos sorprendidos, otros sonidos de desagrado, como mi hermano que miraba asqueado ese recipiente.

- Ya ves porque no te di el corazón de Francis- dijo mi novia sobando su frente- por favor cállate y deja de tratar a tu hijo como si fuera tu enemigo.

-Te amo- chilló mamá lanzándose a los brazos de su mejor amiga, cuando se separó, me miró fijamente- el mío es mejor que el tuyo- dijo como una niña pequeña y saco su lengua pavoneándose hasta donde mi papá.

- Cariño ignórala por favor- me pidió Cassandra, yo asentí sonriendo y dándole un suave y casto beso en sus labios.

-Connor- dijo Lucifer y mi abuelo al tiempo- cuidadito con esas muestras de afecto.

-No se atrevan- dijo Cassandra enojada- ya no tengo 23 años- dijo enojada, ellos agacharon sus cabezas como perritos regañados, yo solté una risita, así me amenazara el presidente de los estados unidos yo no dejaría de besarla cuando me diera la gana.

- Amor abre el tuyo- dijo más tranquila mi madre, papá asintió y abrió la caja sacando un embace idéntico al mío y al de mi madre, dentro de él, había algo que solo los médicos podríamos reconocer.




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