Una Reina Para El Principe

Capítulo 30

Este Maratón. Son todos los capítulos pendientes que tuvimos. Huele a que pronto se va a terminar, pero hay mucho de ellos que nos esperan. Tenemos la historia del príncipe que también retomaremos.

Sonreí y me acerqué otra vez a él, me puse de puntas y peque sus labios contra los míos, el beso era suave y cada vez más iba subiendo su intensidad. Sus manos bajaron hasta mis muslos y me subió de tirón haciéndome jadear con fuerza.

—Te tienes que ir —Susurro contra mis labios.

Yo no respondí nada y seguí con el beso, él pareció no importarle y me respondió el beso con una pasión increíble, haciéndome estremecer cada parte de mi cuerpo con calambres satisfactorios.

—Hija...

—Hija...

Cuando escuche la voz de mi madre nos separamos rápidamente, mire en dirección a la puerta y vi el rostro rojo de mi madre. Estaba apenada por lo que ella había visto, ni siguiera debería haber entrado en mi cuarto sin tocar, no quiero ni pensar que hubiera pasado si yo estuviera más avanzada con el príncipe, ahí si estaría supermolesta y avergonzada por eso.

—Yo... lo siento, no fue mi intención entrar sin tocar —Menciono una madre muy sonrojada.

No sabía que decir, estaba en shock completamente, quería salir corriendo y esconderme debajo de un árbol y quedarme ahí por el resto de mi vida, pero obviamente ya no podía hacerlo, ya nos habían visto en una posición muy comprometedora. Mi madre en ese momento se dio la vuelta y salió antes de que pudiera comentarle algo o pedir disculpas por el incidente que acaba de pesar. ¿Qué cara le pondría?, no sabía que hacer para explicarle y pedirle disculpas por lo que vio.

—Lamento eso —Comento mi príncipe.

—Yo también lamento que mi madre entrara—Susurre.

—Creo que es mejor que vayas, no sea y el siguiente en entrar sea tu padre o alguna otra persona

Yo asentí y lo miré de reojo, su rostro estaba un poco contraído y parecía distante, podía asegurar que ni siguiera había prestado atención a lo que yo dije. Me acerque a él y me puse de puntas, en ese momento el cómo que se fijó que lo que estaba haciendo, él abrió la boca para decir algo, pero yo me acerque y tome posesión de sus labios antes de que dijera algo. El beso era suave, antes de que pusiera sus manos con más firmeza en mi cintura o me quitara el control del beso, me separe.

—Nos vemos más tarde —Sonreí.

Me di la vuelta y antes de que saliera por la puerta, sentí como me agarraba de la mano y me traía otra vez hacia él.

—Pensabas que te irías así, vienes y me besas y luego lo paras como si nada y piensas irte como si nada

Yo sonreí y asentí, el negó con la cabeza y me agarro la barbilla con firmeza y pego sus labios contra los míos, el beso era suave y lento, provocándome un montón de sensaciones en mi estómago. Se separo de mí y yo sonreí, sin añadir nada más di la vuelta y salí de la habitación para dirigirme a la cocina, por el camino lo pensé muy bien, una y otra vez que cara le pondría a mi madre cuando la viera, pero por fortuna, solo estaba mi hermana en la cocina. Entre con un gran alivio a la cocina, mi hermana noto mi presencia rápidamente.

—¿Mi madre no está contigo? —Preguntó y yo negué —. Ella dijo que te iría a preguntar algo, está un poco entusiasmada con lo del viaje.

—Si, me imagino, mañana salimos madrugados, así que yo hago el almuerzo y tú prepara tus cosas —Mencione.

—No es muy pronto, apenas llegaron ayer

—Sí, pero Nicholas tiene que atender unos asuntos pasado mañana —Respondí.

En ese instante entro mi madre todavía comisionada.

—Tania, Talia hablen menos y cocinen más —Menciono mi madre.

—Sí, madre —Respondimos las dos al mismo tiempo.

Mi madre se dio la vuelta y salió de la cocina, sabía que necesitaba disculparme por lo que vio, sería una mala hija si no le pedía disculpas.

—Mamá —Mencioné llamando su atención cuando salí de la cocina —, quiero pedirte disculpas por lo que paso hace un rato, sinceramente no fue nuestra intención.

—Tranquila, mi niña, yo debí tocar, además estabas en tu cuarto—Comento—, aprovecha a ese hombre y vive el momento, porque príncipes así como el no se encuentra a la vuelta de la esquina.

Yo sonrío al escuchar las palabras de mi madre. Ella tenía razón, un hombre como Nicholas no se encontraba a la vuelta de la esquina, no porque sea un príncipe, si no por su forma de ser, ya que es un hombre encantador y también extremadamente ardiente.

—Bueno ve y ayuda a tu hermana, mientras yo termino la maleta de ella—Sugirió con una sonrisa—, ya tu esposo me dijo que se iban mañana y aún hay mucho por hacer.

Yo asentí y regrese a la cocina, con mi hermana preparamos una de las especialidades de la casa, con bastantes dudas, ya que no sabíamos si le gustaría a Nicholas.

Cuando terminamos de preparar la mesa, apareció mi padre con Nicholas. No había caído en cuenta que desde hace horas no veía a Nicholas, ¿Qué estarían haciendo?, Al menos por apariencia notaba que no estaban tomando, eso ya era un gran avance, pero solo faltan que llegara mi linda prima para que viniera a cenar.

—Malas noticias, Martha no pudo venir a cenar—Menciono mi mamá entrando en el comedor.

En ese instante sentí un gran alivio al ver que Martha no vendría y no intentaría hacer nada con Nicholas.

—¿Por qué no vendrá?—Pregunto mi hermana.

—Tenía algo planeado ya—Nos comentó nuestra madre.

No dije nada, todos nos sentamos en la mesa. Me sentía un poco más aliviada al ver que ya no vería a mi prima en la casa, eso era un gran avance y no necesitaba hacer nada para marcar territorio.

Mientras comíamos la puerta sonó, mi madre se levantó rápidamente para abrir la puerta, ¿Quién será?, pregunté mentalmente cuando vi a mi madre llegar y detrás de ella venía mi prima Martha. Mis ojos se abrieron por la sorpresa y ella solo sonrió al vernos.



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En el texto hay: comedia, romance, plebeyos

Editado: 31.05.2024

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