Una Reina Para El Principe

Capitulo 31

Cuando llegue a la habitación vi a Nicholas mirando distraídamente la ventada de mi cuarto, con mucha cautela me acerque hasta él y lo abrace por detrás, él se sobresaltó un poco por mi contacto, pero luego puso sus manos alrededor de mis manos.

—¿Cansada? —Me pregunto mientras me atraía frente a él.

—Si es para dormir, no, no lo estoy.

Nicholas se acercó a mí y me beso con fuerza, yo pase mis manos por su cuello para apretarlo contra mí, sus manos bajaron hasta mis muslos y me levanto pegándome contra el vidrio de la ventana, el beso cada vez fue subiendo su intensidad hasta que nos quedamos sin respiración, él se separó y comenzó a dejar besos por mi piel hasta llegar al inicio de mi pecho, su cuerpo me presiono más contra la fría ventana, mientras sus manos retiraban mi camisa lentamente.

Mi teléfono comenzó a sonar, no sabía quién me estaba llamando, pero cuando mire el identificador de llamada y me sorprendí cuando vi quién era.

¡Dios!, Me había olvidado de mis amigas por completo.

Estaba un poco nerviosa y no sabía si contestar o no, pero si no quería quedar mal, lo mejor era responder así me gritarán fuertemente por no decir nada o puede y no sepan que estoy en Bogotá.

Hola, Tania—Susurre mientras buscaba una mano fuerte que me diera fuerzas.

Tania Jones, explicame cómo es eso que estuviste en Bogotá y no nos llamaste—Se escucho del otro lado con un tono muy molestó.

Yo miré a Nicholas un poco agobiada por esta llamada, él solo me miraba fijamente, así que yo dejé caer mi cabeza en su hombro.

—Perdona, pero en otra ocasión será.

—Claro, mira que yo quería ver al bizcocho del hermano de tu prometido y ni siguiera vienes para verlo.

—Harry no vino, solo el príncipe y yo.

—¿No vino?, Es una lástima con lo bueno que está

¡Ay!, Si supiera que Harry no tiene interés en las mujeres no estarías suspirando por él.

Solo me llamabas para esto, ¿Verdad?

—¿Están obvio?

—Sí, demasiado obvio, si no no estarías tan molesta—Sin importar que mi príncipe pudiera escuchar la conversación levanté mi cabeza y lo mire.

—No te molestes, es que tú tienes un hermoso príncipe que dan ganas de comerse lo y su hermano no se queda atrás.

Nicholas arqueó una ceja y supe que si estaba escuchando mi conversación con mi amiga, yo me acerque un poco a él y le robe un corto beso para seguir con la llamada.

Sí, dan muchas ganas de comerse lo—Susurre.

Nicholas me hizo una seña para que me acercara y lo hice, el agarró la mano que tenía el teléfono y se lo acerco a su oído.

Gracias por su alago, señorita—Dijo en el teléfono.

Retire el teléfono de su mano y mire la pantalla, había colgado, lo mire y el soltó una carcajada.

El resto del viaje no la pasamos abrazados y en cierto punto me quedé dormida.

 

****
 

Estaba mirándome al espejo, tenía un vestido largo de color curuba, no sabía para dónde iba así vestida, pero me entristecía verme así.

La puerta se abrió dejándome ver a mi querido príncipe con un traje elegante, yo me acerque a el e intente darle un beso pero me separo.

—¿Que te pasa?, Pensé que ya habían quedado las cosas claras entre nosotros, yo solo quería sexo contigo, hoy es mi matrimonio con tu hermana y más te vale no lo arruines.

Mis ojos se llenaron de lágrimas por sus palabras, me aleje de él y salí corriendo de la habitación, me dolía el pecho, me dolía todo, no sabía cómo había pasado.

Salí al patio y vi a mi hermana con un vestido de novia tomándose unas fotos, cerca de ella estaba el resto de la familia real, me tape la boca con la mano y me deje caer en el piso, empecé a llorar con fuerza mientras las lágrimas caían.
 

****
 

—¡No!—Grite abriendo los ojos.

Mira para los lados y me encontraba sola en lo que reconoció como el avión privado del castillo, en ese momento la puerta se abrió dejando ver a Nicholas.

Intente controlar las lágrimas, pero era imposible, el cerro la puerta y se acercó a mí, se sentó en la cama para abrazarme mientras lloraba.

—¿Que tienes?—Pregunto mientras me acariciaba la cabeza.

Yo lo mire a los ojos, esos bellos ojos que me tenían loca, lo abracé con fuerza para luego pegar sus labios contra los míos, al principio él se quedó quieto, pero poco a poco fue correspondiéndome el beso, ahí supe que solo había sido una fea pesadilla y que todo estaría bien.

Las manos de Nicholas bajaron hasta mi cintura y me empujaron hasta quedar debajo de su cuerpo.

—¿Por qué llorabas?—Susurro mientras limpiaba mis lágrimas.

Yo no le respondí nada y solo lo atraje hasta mi para volverlo a besar con fuerza, Nicholas me respondió al beso con la misma fuerza, pase mis manos por su camisa y comencé a soltarle cada uno de los botones, él se volvio a separar.

—Tania, dime ¿por qué estabas llorando?

—Te lo digo cuando me cojas, cuando tú estés dentro de mi y terminemos lo que dejamos a mitad del carro.

El comenzó a devorar mi boca con fuerza y termino de quitarse la camisa, para comenzar a despojarme de la mía. Cada caricia era única, provocando mil sensaciones juntas.

—¿Qué es lo que tenías?—Susurro.

—Prometeme que esto que está pasando entre los dos, no es solo por sexo.

 



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En el texto hay: comedia, romance, plebeyos

Editado: 31.05.2024

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