Yo oí que...

2: ¿Por qué hay un pastel?

 

Core.

 

<<—Es algo obvio que la señorita Sánchez no cuenta con las capacidades mentales para volver a la institución.

 

—Mi paciente ha progresado mucho, volver a su entorno puede ser de gran ayuda.

 

— ¿Y no puede hacerlo en otro lado?

 

Es un poco odioso lidiar con el consejo de padres de la escuela, más si la presidenta es una señora amargada que me quiere fuera por poder causarle daño a su hijo, aunque no le haga caso a Tomás.

 

— ¿Algo que quieras decir, Core?—el director me dio la palabra

 

 —No he tenido la mejor situación, pero ya pasaron meses de aquello y me he esforzado por mejorar. Los entiendo, yo también estoy aterrada por volver pero asumiré el riesgo ahora o nunca lo haré.

 

Mentiría si dijera que improvisé eso, lo memoricé desde anoche.

 

—Lo discutiremos y te notificaremos. >>

 

§

 

Acababa de pelear con este estúpido y a la secretaria se le ocurre sentarme a lado de él.

¡Gracias, sistema educativo!

Mi día no podía ir más peor y eso que solo llevaba menos de la mitad de la jornada escolar.

—Perdón por la tardanza, chicos—dijo entrando Charlie, el director—. Síganme.

Entramos a su oficina. Solo había estado ahí una vez en mi vida y todo parecía igual, había venido a darme de baja del instituto con mi madre, de hecho parecieron llevarse bien, lo cual es comprensible porque mi mamá es amable con todo el mundo y el director es un poco hablador, hicieron que ese momento de mi vida fuera entretenido, al menos por cinco minutos ya que luego empezaron a coquetear descaradamente en mi cara.

No quiero recordar más detalles de ese día.

—No me sorprende verlo aquí en el primer día señor Alex, pero yo creí que tardaría más en venir señorita Core. Al menos otro día.

—Siempre es un placer verte, Charlie—dijo Alex y yo rodé los ojos.

Su voz me irrita, quiero salir de aquí o le arrojaré la silla.

—Sí, como sea. Hoy estoy muy de buenas así que por ser el primer día, solo tendrá que quedarse a limpiar los baños, señor Alex.

Yo reí y un Alex enojado volteó a verme amenazantemente.

— ¡Ella me golpeó! ¡¿No va a hacerle nada a ella?!—dijo parándose de su lugar.

Dramático. Yo lo golpeé porque él dijo algo que no debería de mencionar y bien que lo sabe y todavía se queja.

—Eso no te incumbe, ahora retírate que necesito hablar con ella a solas, shu shu—dijo Charlie y Alex salió azotando la puerta.

Al fin se largó el fastidioso.

— ¿Me dices mi castigo para que ya me pueda ir? No quiero llegar tarde a clases—estaba un poco fastidiada.

—No te daré un castigo. Tu madre me ha "explicado"—dijo entre comillas—tu "problema"—comillas otra vez—. Así que solo por esta vez dejaremos pasar este "incidente"—otra vez.

Creo que empezaré a agarrarle un nuevo odio a la gente que habla entre comillas.

— ¿Entonces porque él si tiene un castigo?

No me mal interpreten, me encanta que reciba lo que merece pero tampoco es para que me gusten las injusticias. Aunque podría acostumbrarme.

—Sé lo irritante que puede llegar a ser a veces, así que creo que se lo merecía considerando que no a todo el mundo le agrada, a mí sí, aunque a veces quisiera golpearlo. Claro que no puedo porque soy el director así que tú serás la encargada de eso siempre y cuando no haya sangre, evidencia, ni mucho menos testigos.

Como dije, el director era un poco hablador. Me cae bien, pero al mismo tiempo me desespera.

— ¿Preguntas?—dijo él al ver mi incomodidad.

—No, ¿algo más que decir?

—No... Ah sí, respecto a tu "problema"—casi ruedo los ojos ante sus comillas pero lo evité para no meterme en problemas—. He mantenido contacto con tu psicólogo, ya sé que irás cada fin de semana así que cada lunes tendrás que traerme una hoja firmada con él como evidencia. Es algo que quiere el consejo de padres, ya viste lo pesados que pueden ser.

La semana pasada tuvimos una junta bastante peculiar con ellos para que permitieran que volviera a la escuela, fue fastidioso y horrible pero tuvo sus frutos porque estoy aquí.

No me sorprende, me esperaba que me mantuvieran vigilada y agradezco que al menos mis visitas al psicólogo sean una vez a la semana. No me molesta ir con él, es de las pocas personas que me agradan y hace bien su trabajo, de hecho creo que es bueno ir considerando todo lo que ahora tengo que tolerar.



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Editado: 22.12.2022

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