A un Callejón de Distancia.

Capitulo 5.

    Al finalizar la película terminamos viendo algunos capítulos de “Medium” aprovechando que Theo se había dormido, pero el problema es que este lo había hecho en el regazo de Collins por lo que ahora era víctima del secuestro inintencionado del pequeño.

 

-No te muevas, yo lo tomaré en brazos para llevarlo a su cama.

 

-¿Segura Pey? Yo puedo llevarlo.

    

   No respondí inmediatamente porque aún trataba de procesar el diminutivo que había utilizado en lugar de mi nombre completo, pero entonces simplemente asentí con la cabeza mientras tomaba Theo entre mis brazos. Al principio él se resistió y luego se retorció aún dormido, pero luego de unos segundos luchando para mi fortuna se tranquilizó. Me fui con él en brazos por el pasillo hacia su habitación y su cabeza subía y bajaba con mi respiración ya que estaba sobre mi pecho. Cuando lo dejé en su cama lo tape para luego sentarme junto a él y acariciar su suave rostro que a pesar de solo tener 4 años recientemente cumplidos ya se podía notar que sería todo un galán de mayor, algo que me alegraba y asustaba a la vez. Por un lado podría ser un chico tranquilo, pero enamoradizo y entonces sería fácil romperle el corazón; algo que no deseaba para él jamás y por el otro, todo lo contrario y que entonces fuera él quién rompiera corazones, otro camino que no quería que el tomara.

 

-Aun faltan años para que esté pequeño se interese en una chica siquiera Peyton, hasta entonces disfruta de su niñez.

   

     Bese su frente luego de pensar en voz alta y le encendí la luz nocturna que él tanto amaba antes de apagar la lámpara principal del cuarto. Cuando salí de la habitación pude oír las voces apagadas de mi madre y de Carter hablando animadamente entre sí y se les oía muy a gusto, no quería interrumpir esa plática por lo que me voltee en dirección a mi cuarto, pero antes de abrir la puerta mi madre me chisto desde el umbral del pasillo. Cuando la miré ella me hizo ademanes enérgicamente para que fuera hacia ella. Al principio me negué, pero ella siguió insistiendo en que fuera e incluso estuvo a punto de cruzar al otro lado para llevarme así que por el bien del sueño de Theo decidí ir por mi cuenta.

 

-¿Qué pasa?

 

-¿Cómo que qué pasa? Debes despedirte de Carter. Él fue quién te cargo hasta aquí y ceno con nosotros esta noche. ¿No te parece que lo más justo y apropiado es despedirte de él como corresponde?

 

-¿Y porqué? Yo no fui quién le dijo que me cargará hasta aquí arriba y definitivamente no le obligue a comer con nosotros.

 

-Peyton Parcker.

  

     El tono de mi madre dejaba ver que no estaba para bromas, pero a la vez es como si intentara decirme algo que yo no entendía. Hasta que el idiota abrió la boca y comprendí que mi madre intentaba advertirme que a pesar de lo que yo creyera él podía oírme.

 

-¿Siempre eres así de encantadora?

 

-Me temo que quedarás con la duda ya que no tengo intenciones de pasar más tiempo contigo.

 

-Pero que pena que digas eso terroncito de azúcar, porque tú madre acaba de invitarme a almorzar.

 

-¿Qué? Mamá -Me voltee hacia ella estupefacta-¿Porqué lo invitaste?

 

-Porque él a sido muy amable y educado a diferencia de otros y dónde comen tres comen cuatro.

    

    Me gire bruscamente hacia Collins y lo mire fijamente a los ojos mientras él me sonreía abiertamente.

 

-¿Y tu qué?

 

-¿Qué de qué?

 

-¿A caso tú no tienes casa propia? ¿Por qué no comes en ella? Dile a tus padres que te acompañen a almorzar y no fastidies en mi casa.

 

-Lamento decepcionarte, pero eso no podrá ser posible.

 

-¿Y eso porque?

 

-Debido a que vivo solo en mi apartamento desde los 16 años y no veo a mi padre desde los 17.

 

-¿Y qué hay de tu madre?

    

     Él simplemente apartó la vista, pero no sin antes dejarme ver un atisbo de dolor en ellos y por un segundo me sentí mal por él.

 

-¡Peyton! ¿Qué modales son esos?

 

-No, está bien señora Parcker no es culpa de ella y es justo que pregunte si soy yo quién invadió su hogar. Verás Pey -Carter me miró seriamente antes de seguir hablando.-Mi madre falleció de cáncer terminal cuando cumplí los 17 y fue esa razón; y otra más, por las cuales deje de ver a mi padre.

    

    No sabía que decir al respecto y como mi padre solía decirme de pequeña; “Si en una situación incomoda no sabes que decir, entonces es mejor callar y no hablar.” Al parecer Collins entendió que ya no iba a decir más nada y fue mi madre quién lo consoló antes de que se marchará.

 

-Buenas noches, espero que descansen bien.

 

-Buenas noches Carter también deseamos que descanses bien.

    

     Él se marchó por la puerta sin voltear ni una sola vez y me sentí culpable de que él Carter bromista que había conocido horas atrás no estuviera ahora, sabía que había metido la pata y a fondo, pero a su vez parte de mi me decía que él estaba ocultando algo más detrás de su historia familiar. Sin embargo no sería está noche en dónde lo interrogaría, ya me sentía lo suficientemente culpable por un día como para seguir escarbando en la herida.

 

-¿Qué pasa contigo Peyton? ¿A caso no tienes empatía por el pobre chico?

  

      Mi madre lucía realmente decepcionada y eso era algo que no podía soportar ver en sus ojos y menos si ese sentimiento era yo quién lo causaba. Incluso en lo más profundo de mi ser yo era consiente de que había empujado al límite a Collins y aún así él respondió y se abrió sin siquiera pensárselo dos veces aún sabiendo que eso le pondría mal. Debí haberme dado cuenta de su situación en cuanto vi su mirada, porque ya había visto esa mirada cientos de veces en mi madre y en el espejo cuando me devolvía mi reflejo. En el fondo sabía que él había perdido a alguien importante, pero necesitaba que él me lo confirmara; qué morbosa era a veces.




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