Ahora que la guerra ya acabó

Capítulo 2: La base.


Mientras dormía estuve soñando con un mundo verde, limpio de radiación y sin una guerra idiota por un sitio que nunca he visto. En el sueño me encontraba en una playa había un mar gigantesco y realmente hermoso, mi madre estaba al lado de mi tomando el sol, mi hermana miraba al suelo mientras enterraba en el suelo a su esposo y había perros, mas no como los de ahora, sino como los de antes… Algo que en verdad me hubiera encantado ver, pero pues bueno todas esas imágenes solo eran representaciones de mi mente tras haberlas visto en un libro de hace muchos años, y en algún momento tenía que despertar.
Cuando me desperté, iba en un auto; me había olvidado por completo que me habían rescatado los del escuadrón Z y verlos fue en verdad un alivio.
- 10 minutos, si como fregados no. – Dije un poco molesto, aunque en tono bromista.
- … - todos guardaron silencio un momento y después Álvarez dijo. – No nos fijamos que una llanta estaba baja de aire y tuvimos que soplarle entre todos para volver a levantarla.
- ¿Aire? – Dije yo en tono alto y le di un golpe en el casco. – Las llantas de todos los vehículos ni siquiera usan aire pedazo de animal.
Cuando termine de hablar absolutamente todos comenzaron a golpearme en juego y la capitana dijo:
- No puedo creer que hayas logrado sobrevivir ante un clase E… O tienes mucha suerte o en verdad eres un maldito prodigio, y eso solo me hace preguntarme, ¿Por qué rayos te uniste a Reconocimiento?, con tus habilidades pudiste haber estado en Avanzada, soldados, o incluso entre las altas cabezas… Y lo que es peor, ¡eres el único ahí!, después de lo que le sucedió a tu compañero todos se fueron… ¿Por qué persistes?
- Libertad. – Respondí como pude porque los gorilas de mis compañeros no dejaban de golpearme.
- ¿Libertad? – Dijeron todos los del escuadrón Z juntos.
- Ajá, ustedes están siempre juntos y es muy bonito, pero a fin de cuentas quien da las ordenes es usted. – Señalando a la capitana. – Si yo me uniera a ustedes ya no podría hacer lo que quisiera, e ir a donde me plazca.
- Pero tú también sigues órdenes. – Respondió uno de los otros integrantes.
- Sí, pero no de la misma forma que tú. A mí solo me dicen a donde ir y no como hacerlo yo elijo, a ustedes les dicen a donde y como. Es por eso que me quede en Reconocimiento no importa que este solo, y cuando éramos dos las cosas no eran iguales que con ustedes, nosotros no teníamos jerarquía… Ambos éramos líderes y ambos éramos peones. Es por eso que me quede en reconocimiento, para honrar su memoria y para conservar mi libertad.
No pude decir más, porque si continuaba mis ojos comenzarían a lagrimear, mi compañero había muerto hace menos de un año y éramos como hermanos… Después de eso todo se tornó en silencio absoluto, ellos afortunadamente comprendieron mi dolor y dejaron de preguntarme. Paso el tiempo y ya nos encontrábamos en la entrada a nuestro subterráneo, como siempre fuera solo estaban los agricultores dentro de sus barreras, llegamos a la entrada principal y el terreno comenzó a abrirse, y como sé que no saben de qué hablo les explico: El mundo ya no es como antes, los humanos ya no podemos vivir en la superficie porque la radiación nos mataría en cuestión de días, nuestro cuerpo evoluciono al grado de poder soportar esa radiación un máximo de 3 días, algunas personas 4 pero más de eso las cosas se complican… Es como un temporizador que desde el momento en que salimos comienza a correr y solo dura 3 días en promedio, absolutamente todas las personas que pueden durar 4 días tienen la opción de unirse a: Reconocimiento, Avanzada y Soldados, pero es una opción nadie es obligado a algo.
Nuestra base se encuentra completamente bajo tierra protegida únicamente por una única entrada la cual cubre al resto de las personas de la radiación especialmente a aquellos más vulnerables que solo pueden soportar un día. Las actividades están organizadas en 5 divisiones especializadas: Alimentos y estos se dividen en agricultores y ganaderos, Estructuras y estos se dividen en: Reparación, Construcción, Actualización, la tercera actividad son las de Guerra y estas están divididas en: Reconocimiento, Avanzada y Soldados, la cuerda son los de Higiene que se dividen en dos: Base y médicos y la quinta son los Altos que se dividen en cada una de las áreas.
Los de Comida como se puede suponer, se encargan de brindarnos alimento suficiente unos centrados en carne, otros en vegetales.
Aquellos de estructuras se encargan de toda la infraestructura e ingeniería, los de Reparación se encargan de que las casas, edificios o herramientas de absolutamente todos estén en óptimas condiciones, los de construcción su labor es crear cualquier objeto pedido por los altos mandos, o edificaciones, los de actualización se encargan de mejorar aquellos objetos creados por los de construcción y darles más uso o hacerlos más resistentes.
En las de guerra, Reconocimiento que es donde estoy yo, me encargo de actualizar los mapas así como de crearlos e identificar las bestias que habitan cada uno de ellos, y en caso de encontrar una nueva la catalogamos somos los que más tiempo pasamos afuera… Los de avanzada tienen solo un trabajo pero es el más difícil de todos, ellos son los encargados de abastecernos de agua y son los únicos que han visto de frente a los Erméneo son los más fuertes de toda la base y probablemente los únicos que puedan sobrevivir días combatiendo a un clase E solos (pero hago énfasis en una cosa: Ni ellos son capaces de matarlos) y por ultimo están los soldados, ellos tienen varias funciones siendo las más importantes: Cazar bestias para alimento de la base, protección a la base y mantener el orden dentro de la base así como rescate como sucedió ahora conmigo.
La ultima son los Altos, que son quienes dan las ordenes a todas las demás áreas y la persona más importante de todas ellas es: Héctor Ortiz, que podríamos denominarlo como el líder supremo de todos, es un señor de quizás 90 años pero con el cerebro más impresionante…
Ya habiendo ingresado a la Base, fui a casa, salude a mi familia: mi madre, mi hermana, su esposo y salí de casa para hacer lo que siempre hago tras volver de cualquier misión. Me dirigí al cementerio y fui a la lápida de mi compañero, me puse de rodillas y tocando la tierra dije: He vuelto con vida hermano; nos volveremos a ver, pero mi promesa sigue en pie, aun no. Espérame hasta que mi hora llegue.




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