Ahora que la guerra ya acabó

Capítulo 4: En su memoria.


Ya estábamos listos para irnos y sentí como si alguien me estuviera mirando por la espalda, Adul palpo mi hombro y al voltear a mirarlo me hizo señales hacia atrás, mire y estaba toda mi familia ahí reunida, Gise (mi madre), Denisse (mi hermana), Rodrigo (mi cuñado) y juraría que incluso vi la sombra de Héctor mi compañero… Le pedí a Adul que me esperara y que me ayudara a subir mis cosas al auto “R” el asintió y yo regrese a la puerta para despedirme de todos.
- Adiós. – Dijo secamente mi hermana y se regresó.
- Regresa con vida. – Dijo Rodrigo, asintió con la cabeza cerrando sus ojos, después sonrió levemente y regreso con mi hermana.
- … - Mi madre se quedó en silencio y solo me miraba con los ojos llorosos pero las lágrimas no salían.
- Ma… - Intente decir pero mi madre puso su dedo en mi boca para callarme.
- No lo digas. Solo hazlo… - Ella sabía que le diría que volvería con vida… Pero de alguna manera no quiso escucharlo.
Tras esto mi madre me abrazo fuertemente y se fue hacia la zona de agricultura sin mirar atrás; regrese con Adal y le pregunte si no esperaba a alguien para despedirse a lo que el muy serio y tranquilo me respondió: “No tengo familia”, eso de alguna manera me hizo un nudo en la garganta porque yo no imagino mi vida sin mi familia… Y haber, quizás, crecido sin una no puedo ni imaginar que tan duro ha de ser.
Subimos al auto y empezamos a ir hacia el sur-este.
- ¿A dónde vamos? – Pregunto Adal mientras conducía.
- Tenemos que ir a la zona S.3 y ya llegando nos iremos a pie.
- De acuerdo…
Le mostré un mapa y señale donde estábamos y hacia donde debíamos llegar, el asintió con la cabeza y se concentró en el trayecto. Conforme avanzábamos note que por los alrededores no había ni una sola criatura clase mayor a B, lo cual no era del todo normal… En este lugar donde nos encontramos la tendencia es casi siempre a que haya seres clase desde la B hasta la D y ahora había muchas criaturas inferiores… Le dije a Adal que se detuviera, que algo no iba bien, él se puso poco nervioso y freno el auto, le indique donde dejarlo y al llegar nos bajamos. Todo alrededor se veía muy apacible, las montañas y estructuras de la zona no dejaban ver mucho hasta que comenzamos a sentir algo… Eran pequeños temblores rápidamente le dije que se ocultara lejos del vehículo, y pasados unos minutos lo vimos… Era un clase B tipo 4 con una dimensión de más de 6 metros de alto…
Cuando lo vi mi alma volvió a mi cuerpo y salí del escondite, Adal quiso detenerme y riéndome le dije: “Jajaja, ¡Está bien! Este tipo no nos hará daño, ¡Ven!” Adal no me quiso creer y permaneció ahí oculto, me acerque a esa criatura y estando cerca acaricie una de sus patas, el tipo solo bajo su cuello y olfateo mi cabello y después continuo caminando intentando no pisarme, yo estaba completamente asombrado, encontrar un tipo 4 es realmente difícil y eso aclaro la situación de por qué solo había clase B por la zona, este grandulón seguramente había espantado a las otras clases.
- ¿Y bien? – Le dije a Adal, una vez que me acerque a el de nuevo. – ¿Ahora ya te arrepientes de no haber salido?
- No. – Dijo en tono serio él. – Prefiero mantenerme a salvo ante situaciones que no conozco.
- Amigo, está bien que seas precavido pero creo que se mucho más que tú de esto, si te digo que puedes salir, ¿Por qué no aprovechar mi experiencia y hacerlo?
- Porque todos cometemos errores… Y no quiero ser víctima de uno de esos errores, no tengo familia pero eso no significa que quiera morir.
Siendo sincero la verdad esto me calmo mucho, cuando dijo que no tenía familia lo primero que pensé fue que quizás no le importaba su vida en absoluto y por ello ingreso a Reconocimiento, pero escucharlo decir eso me hizo entender que no tenía que preocuparme por algo como eso.
- ¿Puedo hacer una pregunta? – Le dije mientras lo seguía, avanzando ambos hacia el auto.
- Si. – Me respondió el.
- ¿Por qué te uniste a Reconocimiento?
Se subió al auto, lo encendió y comenzó a darle, no parecía tener intención de responderme, pero a la vez no parecía que la pregunta le incomodaba.
- Supongo que no es algo que deba saber… Disculpa. – Dije yo intentando mostrar respeto por su decisión de no decirme.
- No es eso, estaba pensando en la razón y no encuentro alguna. – Dijo el sin mirarme y continuando hacia nuestro destino. - ¿Tu porque lo hiciste?
- Por mi padre. – Respondí yo con un poco de melancolía.
- ¿Por tu padre?
- Ajá. Mi padre fue parte de Reconocimiento, y es la razón por la que mi madre siempre se despide de mí y hace parecer que no quiere dejarme ir, mi padre murió aunque no fue a causa de un monstruo, no. Fue porque no se dieron cuenta de que el terreno en el que estaban no era muy resistente y debajo era un precipicio, fue mucho peso y la tierra comenzó a caerse y junto con ella todo el escuadrón de mi papá. Se tardaron varias semanas en decirnos lo que sucedió porque ni ellos sabían y pues por él fue que mi uní, mira esto. – Saque de mi pecho una cadena circular con un símbolo tallado a mano sobre el metal.
- ¿Qué significa? – Pregunto Adal.
- No lo sé, era algo que mi papa siempre mantenía consigo y nunca lo soltaba, de hecho no permitía que nadie lo tocara, ni mi madre o mi hermana, o yo… Era muy valioso para él y pues es ahora un recuerdo, cuando supe lo que paso y cuando me entregaron esto supe que quería ser un Reconocedor, para terminar el trabajo que mi padre intento. – Volví a sacar el mapa y se lo mostré señalando una zona en la parte norte. – Aquí es donde el murió, y fue la primer zona que complete en su totalidad para que su alma descansara en paz.
Al terminar todo se volvió silencio y solo nos concentramos en llegar a la zona señalada en el mapa sin volver a platicar por el camino, Adal no me cae mal, pensé. Pero quizás estaría bien que platicara un poco más.




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