Amada Mía

Capitulo 45

Carime

Ahora tenía la mente refrescada, gracias a las terapias de la Psicóloga que contrato mi esposo. Creo que me lleve meses sin estar consciente de nada al mi alrededor, cada cosa en mi cabeza era dolorosa, las imágenes aún seguían intactas, como si fueran ayer, presenciar la muerte de mi nana fue lo más desgarrador y doloroso en mi niñez, un recuerdo de esa magnitud creo que vuelve loco a cualquier persona que llevaba años con un bloque de Amnesia disociativa. Al recordar el pasado me di cuenta que me encontraba llena de mentiras por parte de mis padres.

Armando sufrió mucho cuando apenas era un niño, vivió cosas que ningún niño debería haber vivido, ahora comprendo su actitud he incluso su odio por ellos, creo que jamás podrá perdonar ese daño que le causaron a él. Por otro lado pensé que jamás se me quitaría el estado mental en la que me encontraba, sin ni siquiera tener idea de lo que pasa al mi alrededor día a día.

Mi esposo ha estado recordarme el fruto de nuestro amor, nuestros gemelos, aparte de eso, déjenme decirle que Ivania es un ángel enviado por Dios, ella tan linda y protectora, me cuidaba, lo sigue haciendo, esta ahí animándome siempre.

Como me hubiera encantado tener una madre como ella y no tener los que tengo, Amanda y Jorge son malos padres, y lo peor son asesino. Me da escalofríos al mencionarlos, hasta miedo.

Luego de las palabras de Armando al decirme que ellos no son mis padres, me alegré por unos minutos. No se me quita eso de la cabeza, podría ser verdad, ya que mi esposo sabe muchas cosas y no me las dice o bueno quizás a su debido tiempo me las dirá, o también lo dijo en la manera en que siente odio por ellos.

Mientras miro su rostro tranquilo al dormir pienso en todo lo lindo que pasamos cuando éramos niños. Un recuerdo vago viene a mi mente. —Cuando crezca quiero ser tu esposa, prométeme que serás mi esposo, será tu Amada, solo tuya.

Vaya ahora comprendo porque razón me llamo de esa manera el día en que nos casamos. Armando ha cumplido todas nuestras expectativas. Sonrió feliz de saber eso, lo amo tanto, quiero pasar toda mi vida entera a su lado, él es todo para mí, sin él mi vida no sería la misma.

Me levanto de la cama entrando a la ducha, me quito la pijama enciendo el grifo y dejo que el agua corra por mi piel desnuda, el agua es tan agradable que pasaría las todo el día metida debajo del chorro, creo que el calor en Nicaragua esta cada día mas fuerte y mas después de este eclipse que sucedió en la mañana, no se visualizo bien como en otros países, pero hubiera sido una belleza admirarla como la luna abraza al sol por unos segundos. Aparte de eso creo que no es bueno que una mujer embarazada vea los Eclipses, dejo de pensar en el fenómeno natural al sentir unas manos fuertes y conocidas apretar mis nalgas, me sobresalto y doy un respingo por la sorpresa.

—Perdón mi amor, no pensé asustarte tanto, lo que pasa es que tu trasero está muy hermoso y quiero sentir la suavidad en mis manos— Comenta mordiendo el lóbulo de mi oreja.—Te deseo tanto, ya es hora de hacerte el amor. Estos meses han sido una tortura para mí.

Cierro los ojos al sentir como desliza su lengua por mi cuello, una de sus manos se cuelan en mi gran vientre, lo acaricia y luego baja hasta mí ya mojado sexo.

—Armando, yo también te deseo mi amor, perdóname por hacerte pasar muchos meses sin…—Mi esposo pone un dedo en mis labios y me mira con lujuria y mucho amor, lo sé, ya que lo miro de la misma manera.

—No digas nada de eso, fui paciente y ahora que estas bien deseo estar dentro de ti— Comenta mi amor con la voz ronca y excitada. Me gira a él y devora mi labio como solo él sabe hacerlo, su lengua acaricia la mía con total pasión, pongo una mano en su pene erecto lo acaricio de arriba abajo un quejido de excitación sale de mi boca, mi cuerpo está caliente y temblorosa.

Meses sin estar con él por todo ese trauma, fue duró para ambos, me sentía fuera de lugar como si me encontrara en otro mundo, pero gracias a Dios ya me siento mejor y gracias al gran hombre que tengo. El haciendo mi ancla en los momentos más difíciles.

—Te amo amada mía, eres mi delirio el poro de mi piel, la única que me hace sentir que soy un hombre completo— Expresa con amor y yo estoy más que embobada por él, baja hasta mi intimidad me abre las piernas hundiendo su cabeza y lame mi clítoris, mis manos juegan con su cabello mojado, las piernas me tiemblan al sentir varios circuitos eléctricos golpear mi cuerpo.

—¡Ya! Te necesito dentro de mí ahora —. Le ordeno a punto de explotar en su boca, se levanta lamea su labio, me susurra un estas exquisita. Le sonrió de lado y sin percatarme me levanta en sus brazos llevándome a la acogedora cama, se recuesta y me señala para que me ponga ahorcajada sobre él. Su pene entra en mí con suavidad. Es tan delicioso sentir su dureza en mi interior.

—¡Carime estas deliciosa!— Jadea moviéndose dentro de mí.

Muevo mi cadera al compás de sus embestidas, besa uno de mis hinchados senos, sus manos están a mi trasero acariciándolo en círculos. A los minutos el orgasmo golpea el cuerpo de ambos, al punto de la locura y el frenesí de nuestro amor apasionante.

—¡Te amo como un maldito desquiciado!— Armando grita exaltado al vaciarse dentro de mí, me bajo recostándome a su lado, besa la punta de mi nariz y me mira con una sonrisa torcida, baja hasta mi abultado vientre y besa mi ombligo.

—Presiento que serán un niño fuerte como yo.

—Uhm sí. Serán guapos y fuerte como tú— Comente sonriente.

 



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En el texto hay: pasión, amor, venganza

Editado: 25.04.2024

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