Capitulo 15

Señorita no entiendo lo que quiere insinuar- limpiaba las tumbas pero podía notar que estaba tenso.

- olvídalo Nicholas sólo pensaba en voz alta, la verdad esta historia me atrae mucho, es algo difícil de creer- acaricié la lápida de Blazh.

Por su fecha de nacimiento y fecha de muerte pude notar que el murio  joven, solo vivió 26 años.

- ¿fue el único hijo? - Nicholas dejo de limpiar y se quedó viendo el horizonte.

- si señorita, fue el único, sus padres no pudieron tener mas hijos - ambos nos giramos al escuchar pasos.

Vi llegar a una mujer de color que cargaba unos lirios, ella nos vio y se quedó de pie observandonos.

Nicholas le devolvió la mirada molestó y la verdad me sorprendió porque siempre pensé que él era una persona amable.

La mujer siguió su camino pero no dejaba de verme.

Me despedí de Nicholas, tenía una cita con Andrew pero con tantas emociones en este día, no deseaba salir.

Caminé curioseando más tumbas, leía las dedicatorias de las esposas, los hijos,los nietos.

Había gente que solo tenia su nombre, ese pueblo fue uno lleno de nobles, me dolían los ojos de tanto leer lord, condes,vizcondes etc.

Salí del cementerio y pegue un saltó al escuchar que me hablaban.

Me giré y quedé frente a frente con la mujer de color.

- Señorita- ella me indicó que me callará - no tema, sólo quiero hablar con usted.

Asentí y me cruze de brazos para escucharla.

Ella negó con la cabeza.

- venga a mi cabaña - titubee, no la conocía - soy Amila, no tema que no le haré daño.

Observé a Amila y asentí.

La invite a subirse al auto y ella me indicó el camino, atravesando el bosque,un lugar solitario, perfecto para un asesinato, respiré profundo y esperaba no haber cometido un error al ir con ella.

Llegamos a una cabaña rodeada de árboles, era pequeña y se veía encantadora.
Me estacione y baje con miedo, no sabia lo que me esperaba detrás de esa puerta.

Amila me observó y sonrió.

- no tema, nada pasará.

Asentí y la seguí, del porche saltó un gato negro y grande que no dudo en acercarseme y restregarse en mis piernas, me ronroneaba.

Amila abrió la puerta y la seguí con el gato pisando mis talones.

Una vez adentro me encantó la casita, me senté en su pequeña sala y el gato sin pena brincó a mis piernas y se acomodó.

- Noche, baja de ella por favor - el gato en respuesta sólo bostezo e ignoró a Amila.

- no te preocupes, tengo algo de prisa, ve al grano por favor.

Ella se levantó y se acercó a la repisa, la vi abrir una caja y sacar un retrato en miniatura, me lo extendió, dude pero lo agarré, vi el retrato y luego a Amila.

Tenía la foto de Isabella en mis manos con el mismo vestido que portaba desde hace 800 años.

- es ud señorita - me quedé callada no quería hablar de Isabella ante una desconocida.

- he sentido a la niña Issa - la miré y me mordí el labio para mantenerme callada - cuando ustedes entraron al pueblo, las sentí a las tres en mis huesos.

- no sé de que habla - me pusé de pie y el gato protestó.

- habló del claustro al que fue sometida mi niña hace 800 años - me giré hacia ella.

- ¿su niña?usted misma me ésta diciendo que ella fue encerrada hace 800 años, no puede ser su niña.

El gato pegó un saltó y cayó en mis brazos, pegué un gritito del susto.

- fui su nana desde el día que ella nació - frunci el ceño era imposible que estuviera hablando con un fantasma, retrocedi porque no sabía que hacer ante un fantasma.

El gato aprovechó y me clavó los dientes en la muñeca, pegué un gritó y lo tiré.

Lo vi lamerse y parecía saborear mi sangre.

Amila se me acercó y tomó mi mano para revisar mi muñeca donde me había mordido el gato.

Tomó una caja y sacó alcohol para limpiarme la herida.

Creo que estaba loca pero hubiera jurado que Amila y el gato se miraban y  era como si se estuvieran comunicando.

Empecé a sentir mareo, me sujete a una silla y me desvanecí.