Es mi posesivo #1

26. Amber

Todo sucedió tan rápido que siquiera tuve la oportunidad de reclamarle a Axell por su petición. Por primera vez le hago caso, me quedé estática en cuclillas detrás de la tarima, mis pies se han clavado al piso de tal manera que ni moverme se me permite. Mis manos tiemblan sobre mis muslos y mi respiración se convirtió en una irregular.

Los gritos podían escucharse desde aquí hasta que repentinamente cesaron, el silencio del bosque me horrorizó más de lo que estaba. Tengo una lucha entre levantarme e ir a ver qué sucede o quedarme aquí como una inútil. No solo estoy preocupada por Axell, si no por mi hermano y mi mejor amiga, además de todas aquellas personas que se acercaron al suceso. El grito escuchado fue el de una mujer, de eso estoy cien por ciento segura, ella gritó como si estuviera desgarrándose para poder vociferar.

La brisa mece los colosales arboles al son del viento, causando que estos se muevan y suelten aquellas hojas secas de cada rama, estas caen a mi alrededor, alarmándome. Me aterra que en estos momentos pueda escuchar hasta las cosas más diminutas. Desde aquí se oye el murmullo de muchas personas y sé que entre ellas está la de Axell.

Otro grito, esta vez de un hombre se percibe destrozado, como si le hubieran hecho un daño atroz. Es entonces, cuando me puedo levantar y acercarme a paso veloz hacia donde se encuentran. Mi pulso cardíaco ha salido disparado, mi corazón late fuertemente, dañándome pero no me importa, solo quiero estar segura de que no ha sucedido nada malo, que aquel grito es de alguien que no ha sido herido. Mi mente sigue reprochándome que tuve que haberme quedado quieta en mi sitio, como Axell me dijo que hiciera; no obstante lo ignoro.

Desacelero mi andar al encontrar el lugar en donde todos están en círculo. Puedo divisar desde aquí como Axell aprieta la mandíbula y gruñe al observar lo que está en el medio de todo, no se ha dado cuenta que estoy aquí. Ana y Adam se ubican bien pero esta primera tiene los ojos llorosos y la boca cubierta por la palma de su mano, llena de incredulidad. Inmediatamente frunzo el ceño y me siento un poco descolocada. ¿Qué está sucediendo aquí?

La respuesta me llega de tiro cuando llego al medio del círculo y encuentro a una chica muerta con alguien arrodillado a su lado, puedo escuchar como este gruñe y jadea del dolor, su rostro está escondido en el cuello de ella, llorando y lamentándose de su pérdida. Mi corazón se rompe en miles de fragmentos al entender que aquella fémina es Amber y el que está llorando sin esconder sus sentimientos es su mate, Cameron. Él es uno de las personas más cercanas a Axell y se halla destrozado.

Parte del abdomen de Amber está cubierto de sangre, con una ranura que se divisa tras su camisa trasparentada. No sabía que ella había sido secuestrada, Axell no me había comentado nada, lo que si tenía entendido era que muchas de ellas tenían a su mate junto a si y resulta que Amber era una de esas mujeres.

Mis piernas pierden fuerza y comienzan a temblar, inconscientemente las lágrimas llenan mis párpados y luchan con dejarse ver sobre mis mejillas acaloradas. Mi ser se llena de pena y lastima por ella, mi pecho se oprime por el dolor que siento ante aquella escena. ¿Qué le sucederá a Cameron ahora? El perdió a su mate y por lo que sé, cuando sus otras mitades mueren, ellos fallecen al tiempo. No me imagino por el dolor y la angustia que debe estar pasando, los sonidos que emite solo deja en claro la aflicción que posee.

Atisbo a Axell y su mirada se posa en mí. Ya no es el lobo que observé hace minutos, ahora su cuerpo es como cualquier ser humano. Su ceño se frunce y sus músculos se tensan, él no me esperaba ahí. Sin embargo, no se encamina hacia mí, solo se queda ahí, observándome. Sus ojos están totalmente oscuros, examinando cada milímetro de mi cuerpo. Jamás voy a olvidar lo que observé en su iris, dolor. Muy pocas veces Axell deja en visto sus sentimientos, pero de seguro es algo que por los momentos no puede ocultar. Cameron es su amigo, parte de su manada, una de las personas más cercanas a él y ahora lo ve sufrir solo.

Axell gira su rostro, rompiendo nuestras miradas. Cierra sus parpados fuertemente antes de agacharse al lado de Cameron y colocar su mano en el hombro de su amigo, apoyándolo. Posteriormente, examina a Amber y se detiene en un punto exacto de su cuerpo, exactamente en sus pantalones. Su ceño se frunce aún más y mete su mano en el bolsillo delantero del Jean de ella. Cameron se aleja de su mate y observa a Axell con molestia, de seguro por haberla tocado, aun así, su vista se dirige al papel arrugado que Axell sacó de su bolsillo.

— ¿Qué mierda? —cuestiona para si en medio de un gruñido por parte de Cameron, quien tuvo la dicha de leer lo que el papel tiene escrito.

Dicho eso, escucho una risa muy conocida llegar hacia nosotros. El circulo se abre paso y Jacob entra con un andar indiferente. Cada uno de los expectantes se quedan paralizados, viendo con furia a ese ser que se aproxima a nosotros. Mis párpados se abren de par en par y mis piernas se sienten desfallecer, mi visión se vuelve borrosa por la ira y por el rencor que le tengo hacia ese ser tan despreciable, el nudo en mi garganta evita que siquiera pronuncie alguna palabra. Todos aquellos sentimientos perturbadores se despejan dejándome con pavor, sintiendo como cada nervio de mi cuerpo se pone en alerta ante los movimientos de Jacob.




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