La Efigie de Espinas

Décima Octava Lección: La Efigie de Espinas

El ambiente parecía haberse vuelvo increíblemente pesado, a la par que, en medio de una zona llena de altos árboles y una pura luz nocturna proveniente del satélite natural del planeta, los dos contrincantes se veían el uno al otro sin hacer o decir nada, esperando el primer movimiento del contrincante.

El viento soplaba fuerte, las ramas de los árboles crujían en conjunto a esto, sintiendo los animales cercanos el peligro que parecía avecinarse, alejándose tanto pudiesen del lugar. Dolores lo presenció, como las aves, los cuadrúpedos y hasta los insectos huían del sitio, no queriéndose ver involucrados en el duelo de magia que estaba por comenzar.

—Sarutobi, amigo —llamó el mago a can, mismo que prestó toda su atención a él—. Tratar de escapar con Doly será ya un problema, por lo que tendrán que quedarse algo cerca. Usa el hechizo de protección para escudarte a ella y a ti —propuso el hombre, asintiendo el can, jalando con su hocico la falda de Dolores para indicarle que se retiraran un poco del lugar, en favor de darles espacio, haciendo caso Dolores.

—Buena suerte, maestro… —deseó la chica, no volteando Radimir de buenas a primeras, preocupando esto a Dolores.

—Todo estará bien, Doly —aseguró el mago, girando su rostro hacia la chica con una enorme sonrisa.

Sin más que añadir por parte de ambos, Dolores siguió a Sarutobi, colocándose estos a una distancia considerable, donde el mago aún pudiera verlos, regresando éste su mirada a su contrincante, misma que lo veía con curiosidad.

Dolores rápido se agachó para sostener a Sarutobi, pues quería hablar con el cuanto antes.

—Estará bien, ¿verdad? —Preguntó la adolescente, viendo tanto ella como el can el campo de batalla.

—Radimir es un mago muy poderoso. Lo he visto concretar hazañas impresionantes, lejos de tu imaginación. Tengo fe en que estará bien —dicho esto, Rada comenzó a reírse de la nada, extrañando esto a su rival.

—No puedo creer que le hayas agarrado cariño a la gente de este tonto mundo —expresó la mujer, burlándose del hombre.

—Son personas, como nosotros. No tiene nada de malo —contestó el mago de manera alegre, provocando más burlas de parte de la mujer.

— ¡Oh! ¡Qué sentido más bello sobre la vida! ¡Qué tonto, además! Este mundo no tiene valor alguno para nuestra Diosa. No deberías encariñarte con él. Es sólo nuestro patio de juegos —mencionó la hechicera, levantando Radimir una ceja ante su declaración.

—Has vivido aquí tres años ya, mi querida Rada…

—No soy tu querida… —interrumpió la hechicera, continuando el mago.

— ¿Y no le has tomado cariño a ninguna persona? Fascinante —terminó de decir Radimir, intrigando un poco esto a Rada, quien no tardó en responder.

—Estas personas no son como nosotros. Son un desperdicio de especie: no poseen era espacial, no están dotados con magia y no son conscientes de la trinidad. ¿Un mundo así vale acaso la pena? Estas personas viven en la era de piedra, están mejor muertas.

—Mi mundo era así también, y no considero que fuese un desperdicio —alegó el hombre, enfureciendo a la hechicera.

—Mi mundo es un asidero de magia gigantesco. Todas las personas son capaces de efectuar, aunque sea, una pequeña broma. Tiene un futuro brillante por delante. En cambio, este sitio, es simplemente estúpido. ¡Nunca será digno de formar parte de nuestro universo! —Al decir esto, la mujer apuntó con sus brazos hacia Radimir, expulsando un poderoso y devastador cono de fuego que fue quemando todo a su paso con un calor inmensurable, asustando en sobremanera a Dolores, notando que su maestro únicamente sonreía al ver esto.

— ¡Maestro Radimir! —Gritó Dolores preocupada, abriendo sus brazos Radimir y ejecutando su primer hechizo para el combate.

¡Zadymkne Kokef! —Enunció el hombre, moviendo sus manos en forma de espiral, consiguiendo atraer el fuego hacia él de esta forma, creando un enorme torbellino ígneo que terminó por consumir todo el ataque, dejando de expulsar llamas la mujer para luego Radimir parar de hacer el movimiento circular, abriendo sus brazos hacia el cielo, creando una enorme fuente de fuego que se levantó al cielo, iluminándolo todo alrededor, saliendo ileso el mago, impresionando esto a Dolores.

—Im-impresionante… No le hizo nada… —aseguró la chica, no dejando de ver a su maestro, el cual estaba alrededor de un montón de llamas provocadas por la agresión, mismas consumían la vegetación de la zona.

— ¿Conjuros verbales? ¿Es en serio? ¿De verdad eres el mejor mago que existe? ¡No puede ser! —Se burló la mujer al escuchar que Radimir usó palabras para efectuar la magia.

—Bueno, a diferencia de los hechiceros, los magos necesitamos de algún tipo de canalización para lograr efectuar magia, así como los rezos de los clérigos o la música de los bardos —explicó el mago, haciendo reír a la mujer.

—Me encantaría tener un silenciador… Te ganaría sin problemas, maguito.

—En ese caso, usaría esto —al decir esto, Radimir metió una de sus manos en su saco, sacando de él una barita hecha de un acero azulado, impresionando esto a la mujer—. Las varitas sirven para que los magos no tengamos que usar conjuros verbales. Sólo un mago de un nivel nauseabundamente bajo utiliza varita y verbo a la vez —aclaro esto, el mago guardó su instrumento nuevamente en el saco, enojando su explicación a la mujer.

— ¡Ja! De igual manera, no poseo silenciadores. Así que habla todo lo que quieras, igual ese es tu verdadero talento.

—Sí que lo es —aseguró el mago, molestando a Rada, quien enseñó los dientes y manifestó por encima de ella una gigantesca esfera de agua, la cual disparó un montón de enormes chorros a presión hacia Radimir, mismo que colocó su cuerpo bajo con una mirada confiada, no perdiendo de vista el agua que venía hacia el—. ¡Zalkoi Zun! —Conjuró el mago, moviendo su cuerpo conjunto a las diferentes proyecciones de agua, manipulándolas para alejarlas de él usando sus manos como conductores, pareciendo que peleaba con el aire, viéndose un poderoso fluir sus movimientos, consiguiendo esquivar cada disparo, hasta que Rada, enfadada mandó el resto a caer sobre él.




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