La hija de Zeus y Hera [1.2]

Capítulo 35| Rubia Oxigenada

A I L E E N⚡️⚡️⚡️

A I L E E N
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Mi cumpleaños número diecinueve, celebración que aplace tanto organizarla que me parecía mentira que mañana cumpliría diecinueve años. Es mi primer cumpleaños que celebrare sin mis padres, pero el primer cumpleaños que pasaría junto a mi prima Ylenia —por desgracia mi prima Electra no podrá acompañarme, sigue en una misión secreta — también será la primera vez que comparto esta celebración con mis amigas. Las mismas que están dejando mi habitación como un campo de batalla, ropa tirada por todos lados, mis amigas iban y venían probándose ropa. No les estaba prestando mucha atención, mi mente estaba divagando mientras veía por la ventana de mi habitación las nubes.

—Pruébate este vestido pelirroja creo que te hará lucir sexy —escucho como las chicas hablan a mi alrededor, las veo por el rabillo del ojo ir y venir hablando animadas. —¿Qué te pasa rubia? —pregunta Demi tocando mi hombro sacándome de mis pensamientos.

—No es nada —aseguró levantándome con su ayuda y me gire a ver a las chicas que estaban probándose vestidos y riendo —¿Puedes ayudarme a escoger un vestido? —interrogo a mi amiga acercándonos al montón de ropa apilada que hay sobre mi cama.

—Te ayudaré, pero luego tendrás que decirme que te pasa —aclaro Demi girándose para buscar en el montón de ropa que había en la cama, viendo prenda por prenda fue apartando algunas que no le convencían y creando otro montón de algunos que le resultaban adecuados para mi. Hasta que saco un vestido negro con transparencias y diseños de flores de encaje, debia usarlo con ropa interior negra porque es un vestido demasiado revelador. Es el vestido perfecto. Necesito algo como esto para sentirme bonita y poderosa. Mi amiga me lo entregó guiñandome el ojo —Ahora pruebatelo y veremos que tal te queda —afirmo la chica de cabellos verdes empujándome al baño, me puse el vestido viendo que me calzaba como un guante y resaltaba a la perfección mi figura.

Salí del baño viendo a mis amigas, ellas chillaron de emoción al verme y alzaron los pulgares en señal de aprobación. Demi se acercó a mí guiándome fuera de mi habitación dejando a las chicas atrás aunque en el pasillo podíamos seguir escuchando sus voces fuera. La descendiente maldita me miró con una ceja alzada, sabía lo que significaba pero no estaba segura del todo que contestar.

—¿Aileen dime que es lo que te tiene pensativa? —pregunto está caminando a la par por el pasillo, este se iba iluminando a medida que pasábamos.

—Este será el primer cumpleaños que paso sin mis padres, sé que sonará un poco de princesita mimada, pero me siento sola sin ellos. Con mi mamá unos días antes de mi cumpleaños elegimos juntas mi atuendo, el maquillaje, los zapatos y mi peinado. Todo lo hacemos juntas vemos desde los detalles del pastel hasta la comida que se debe servir a gusto de cada persona invitada. A mi madre le gusta organizar grandes eventos, siempre nos encargamos de todo para tener hasta el más mínimo detalle controlado —aseguro con las lágrimas acumulándose en mis ojos. Mi madre siempre fue amorosa conmigo, nunca me abandonó para ser criada por ninfas. Recuerdos de anteriores cumpleaños vienen a mi mente, mis padres preparaban enormes fiestas para mí y cuando era la hora de cortar el pastel siempre pedíamos un deseo juntos.

—Rubia entiendo lo que sientes, cuando descubrí mis poderes me enviaron al campamento y pase muchos cumpleaños allí, totalmente sola. Mi madre no podía venir a verme por su maldición y mi padre había muerto o eso fue lo que nos hicieron creer. Lo que quiero decir con esto es que no estás sola Aileen, nos tienes a todas nosotras. En el campamento en mi primer cumpleaños estando sola apareció Alida en mi cabaña con un pastel en las manos. Alysa con muchos globos y Damián con papeles de colores arrojándolos mientras me cantaban feliz cumpleaños. Al final no estaba sola, mis amigos también son mi familia —aseguró pasando su brazo por encima de mis hombros acercándome a ella formando un abrazo cálido. —Nosotros somos tu familia, sé que te odié, pero al final aprendí a quererte por la gran mujer que eres rubia. Y sabes que te quiero mucho, no estás sola —comentó apretando el abrazo y esta vez más personas se unen a esto las chicas se arremolinan a nuestro alrededor formando un abrazo grupal.

—Gracias a todas por esto en verdad no saben cuanto aprecio que estén conmigo en estos momentos —hablo con las lágrimas acumuladas, estaba muy sensible por la fecha en la que nos encontrábamos y porque aun me dolía el corazón.

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Remember when you said that there's no second chance?

Oh baby, I heard you been hoping you could change the past

You miss the longer nights, you miss the long goodbyes,

You miss the longer nights

La música sonaba en mis audífonos mientras tarareaba la letra siguiendo el ritmo con los chasquidos de mis dedos, de camino a la casa de Emma. Ella me había pedido ayuda para elegir un vestido para ir a la fiesta de mi cumpleaños y debía buscar la manera de decirle quien soy en realidad. Los mortales tienen prohibido pisar el olimpo, pero de algún modo lograré que mis amigos puedan asistir a mi fiesta. Si mi padre supiera de esto estoy segura que estaría furioso, pero por una noche voy a romper las reglas, al menos una vez, soy la princesa.

Revise en mi teléfono una vez más la dirección verificando que es la correcta, observe la casa enorme que tenía enfrente, con una fachada blanca de grandes ventanales y tejados negros que le dan un toque familiar a la casa. En la entrada se encuentra un buzón donde está escrito familia Rodríguez, esta es la casa. Abro el portón caminando por el sendero de cemento, viendo las preciosas flores que adornaban el jardín y me acerque hasta la puerta tocando el timbre.




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