Un amor para Nebraska

Capítulo 18: Nebraska

Mis hermanas parecen más emocionadas que yo por haber comenzado a salir con Zeke. Ambas creen que él podría ser un buen padre para Angie y que le daría hermanitos lindos si nos casamos.

Tuve que calmarlas porque apenas nos estamos conociendo y no tengo prisas de nada. Puede que al terminar el período obligatorio en Irlanda, Zeke y yo sigamos caminos separados o me quede con él aquí, eso ya se verá y prefiero ir un paso a la vez sin pensar demasiado en el futuro. Pensar mucho en el futuro arruina el presente y lo sé por experiencia propia, no por rumores sin fundamentos.

Los dos somos divorciados que necesitan ir lento. Modo tortuga, como dice Arizona.

El detective ya se fue de Cork, sin que Arizona lograra nada con él, pues resultó que yo le parecía guapa y al ser rechazado por mí, no le pareció justo ir con algunas de mis hermanas aunque ambas les pareciera guapas. Es un hombre con códigos.

Lo que ahora queda pendiente es la información que dejó sobre nuestro padre muriéndose de cáncer de hígado y pidiendo ver a Adelaila. En realidad pidió ver a mi madre también, solo que no sabía que está muerta. Bueno, se va a enterar ahora cuando el detective llegue con la información  que su primera esposa está muerta y la segunda no quiere verlo. Le envió una carta de despedida y espero que eso sirva.

April, Arizona y yo no figuramos en el panorama. No pidió vernos y el detective asume que primero quería hablar con nuestras madres y según lo que ellas dijeran, intentaría contactarnos.

Arizona no quiere saber nada de nada, le da igual que se esté muriendo, para ella es como si le dijeran que el vecino que no conoce se está muriendo. April, en cambio, quisiera verlo una última vez y le da algo de pena que muera solo. Yo por mi parte no sé que sentir. Más allá de que fue bígamo y una vez que mamá se fue con nosotras y no se puso en contacto con nosotras, no fue mal padre. Recuerdo que jugaba con nosotras siempre que podía y nos brindaba atención y cariño.

He pensado que no estamos siendo del todo justas, pues que haya sido un pésimo esposo doble, no quiere decir que haya sido mal padre. Si mamá nos ocultó la existencia de April y de su padre puede que papá intentara ponerse en contacto y no nos dijo nada.

Siempre creí que mamá pudo salir del país con mi hermana y conmigo sin que papá presentara problemas porque él decidió hacer eso por ella tras descubrir la verdad.

April mencionó que su madre lo echó de casa cuando se enteró de la verdad y él se fue. No le prohibió ver a April, mas él no tuvo intención de tener contacto. Tampoco lo recuerdo mucho, pues no estaba muy presente en su vida.

No sé, hay muchas lagunas y dudas que quizás él podría resolver. Respeto que Arizona no quiera verlo, mas si April sí, tal vez podríamos ir ella y yo.  

Esperaré si el detective trae nueva información y hablaré con April.

Mientras tanto, estoy sentada dándole vueltas a la idea de convertir esta enorme casona en una posada acogedora.

Cork es un lugar muy visitado y no estaría mal recibir personas de otras partes del mundo. Le dije a Arizona que si hacemos esto, buscaríamos que los huéspedes fueran parejas tranquilas o familias, nada de adolescentes viajeros que solo buscan diversión, ni universitarios revoltosos que pueden causarnos problemas. A ella le pareció bien.

Queda ver las reparaciones que habría que hacer, cuanto costaría hacer las remodelaciones, conseguir los permisos y todo lo que necesitamos. Es mucho trabajo y dinero. Necesito estar segura que mis hermanas estarán comprometidas por completo, en especial Arizona que suele aburrirse de quedarse en un mismo lugar durante mucho tiempo.

El sonido de mi celular me saca de mis pensamientos, respondo sin mirar y la voz de mi ex esposo suena del otro lado.

—Hola, Daniel.

—Hola. ¿Cómo estás?

—Bien, tu hija también lo está. ¿Qué necesitas?

—No voy a ir con vueltas. Quería contarte que estoy saliendo con alguien, una chef ejecutiva de uno de mis restaurantes.

Solía pensar que cuando Daniel me dijera que salía con alguien, me dolería, sin embargo, nada de eso pasó, sentí, y aun siento indiferencia. Es como si un conocido me estuviera contando que sale con alguien.

No es la primera mujer con quien sale desde nuestro divorcio. De hecho, es la tercera y las dos anteriores no duraron más que un par de meses.

—Bien, me alegro por ti, supongo.

—Deduzco por tu voz que no te importa.

—No voy a negarlo.

—Las cosas con Amanda son algo más serías que con las otras dos con quien salí después de nuestra separación.

Relamo mis labios y recargo mi cuerpo en la silla.

—¿Y eso me importa por qué…?

—Voy a casarme con ella.

El bolígrafo que tenía en la mano cae al piso. No esperaba eso.

—Felicidades. —lo digo sin entusiasmo. Otra vez, no me importa si se casa, se suicida o se tira de paracaídas.

Él ríe.

—Nos casaremos en unos meses. La cuestión es que Amanda quiere conocer a Angie y también la quiere en la boda, así que…




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