Una Sola Noche

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Dudo por unos segundos y me voy tras él, caminando con cautela por el pasillo, me quedo cerca de la barandilla de la escalera, clavando mis dedos en la superficie lisa.

No, no me voy a quedar quieta. ¿Y si hay oportunidad de escabullirme?

Desde aquí puedo ver de la puerta principal abierta. Pero la misma apertura está oculta, el umbral no se ve.

- ¿Lo encontraste? -pregunta el Rabioso.

- Toma, -dice una voz masculina. - ¿Qué pasa? ¡Suéltalo! ¿Desde cuándo te enganchaste a los bolsos de mujer?

El Rabioso aprieta el bolso de una mujer en sus manos. ¡Mi bolso! Hábilmente lo recoge, recibiéndolo de un tipo que aún no puedo ver.

-Tienes que irte, -declara Volkov, obviamente con la intención de dar un portazo.

- Oye, no, esto no va así, -una figura grande y oscura se adelanta. - Muéstrame qué belleza estás escondiendo aquí.

- Fuera, -dice el Rabioso con tristeza.                        

Pero su amigo sigue caminando, mirando a su alrededor. Un chico joven, no tan grande como Volkov, pero también enorme. Lleva una chaqueta de motociclista de cuero con púas de metal, jeans rotos, una calavera negra dibujada con pedrería en una camiseta oscura.

- No hay nada para merodear, -dice el Rabioso, y su pesada mano se posa sobre el hombro del extraño.

El chico mira hacia arriba y me ve.                             

- Bromeas, -instantáneamente se estira en una sonrisa. - ¿Cómo te las arreglaste para atrapar un pájaro así? Oye, nena, baja. Vamos a divertirnos al máximo. Max es terriblemente aburrido, pero te juro que conmigo no te vas a aburrir.

- Largo de aquí.                                                      

El Rabioso empuja a su amigo a la salida.            

- Y si no ¿qué? - se ríe, y claramente no le teme a un hooligan agresivo, aunque bajo una mirada pesada todavía agrega. - Vale, podrías decirlo, elegiste la chica para ti.

El Rabioso aprieta los puños. Sus pómulos se ven más claramente debajo de la piel, y sus mandíbulas están tan apretadas que creo que puedo escuchar el crujir de los dientes.

- Está bien, lo entiendo, - el extraño levanta las manos, como si se rindiera, y luego me mira de nuevo y me guiña el ojo. - ¡Que tengan una tarde calurosa!

Luego se aleja tan rápido como si una manada de animales salvajes lo estuviera persiguiendo. El Rabioso cierra la puerta con un portazo estrepitoso.

- Sabes, tengo que irme, -digo, y bajo las escaleras. Gracias por ayudarme a recuperar el bolso, pero no quiero distraerte. Alguien más vendrá pronto. Tus padres volverán del trabajo. Te visitarán los amigos. Tu novia.

No es la mejor idea, pero no se me ocurre nada más. Demasiada emoción, la ansiedad está palpitando por dentro y el silencio se vuelve inquietantemente tenso.

Me acerco al Rabioso y trato de recoger el bolso. El tipo en el último momento mete la mano detrás de la espalda y me quedo quieta.

- Sin preguntar, solo viene Reznik*, - lanza el tipo. No te preocupes, nadie nos molestará ahora.

Reznik* - el que corta (traducción literal del ruso).

- ¿Reznik? -frunzo el ceño, porque el nombre me parece vagamente familiar.

- Mi tío.                                                                        

- Pero tú eres Volkov.                                                    

- Él también, -encoge sus enormes hombros. - Es un apodo.

Excelente. Una verdadera familia de delincuentes, pero ¿que podría esperar? La imaginación dibuja la imagen de un mafioso con la cabeza rapada lleno de tatuajes.

¿Y qué otra apariencia podría tener una persona apodada "Reznik"? Ni siquiera quiero saber por qué hazañas obtuvo ese apodo.

- ¿Quieres que te devuelva tu bolso? – sonríe el Rabioso, da un paso atrás y lo lanza de una mano a otra. - Cógelo tú misma.

Levanta mi bolso por encima de su cabeza. Está claro que, para recuperarlo, tendré que rozarle con todo mi cuerpo, pegarme a su torso desnudo y también frotarme contra sus músculos de acero. La indignación me quita el aliento.

- Quédatelo, -le digo. - Es perfecto para ti. Serás el chico más moderno de la universidad.

Un fuego maligno destella en los ojos oscuros. Bueno, parece que he cruzado una línea. El Rabioso está a punto de atacar.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      




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