Volver a amar

Capítulo 4: ¿Quiéres ser mi amigo?

 Beatriz 
Comienzo a reír sola cuando Jace se va, es una locura, pero como dije, adoro hacer enfadar a mis padres y no por gusto, ¿quién compromete para casarse a su hija desde que nace? eso es cosa de enfermos, pero no solo me rebelé contra mis padres por esa razón, existe algo más, algo que nadie sabe y que no pienso decirle nunca a nadie, mis padres no son las personas que el mundo creé que son, no son buenos y están lejos de serlo. Puede que mi rebeldía me salga cara, pero al menos me divertiré viendo sus caras cuando me vean junto al hijo de su enemigo. 

—¿Por qué ríes tía? — Samy llega hasta donde estoy, la única razón por la que no lleve a la habitación a Jace fue por esta niña pero moría por hacerlo

— Bueno es que haré una broma bien cómica a mis padres — le sonrío, ella me mira confundida

— no los conozco¿los veré algún día? 

— Si vas al infierno si— ella ríe— pero mientras no, ellos son unos hijos de la gran pu... 

— Tia — La niña me regaña, ruedo los ojos—papá me dijo que no te dejara decir palabrotas y que si lo hacías le dijera

— En serio Samy? No les vas a decir nada— la señalo con el dedo, ella ríe

— Si me das helado cada vez que quiera no

— Eso es chantaje niña— asiente sonriendo triunfal— bueno, si así quieres las cosas ok, tú no le dices a tus padres sobre mis palabrotas y yo no le digo nada a Damián sobre las novelas que ves junto a Ana, olvida los helados 

— No se vale— chilla y río

— Claro que si, sé que Damián te prohibió verlas y aun así lo haces— me encojo de hombros

— ¿Qué quería Jace? 

— Claro! ¿vas a decir ahora que no escuchaste lo que hablábamos? — la miro alzando una ceja, ella ríe

— Te casaste borracha con el luego de armar una fiesta para adultos conmigo en casa, les diré a mis padres — achico los ojos

— Samy

— también les diré que te irás a vivir con él y que me llevas a mi

— Samantha aún no

—¿ Por qué no tía? — ambas nos enfrentamos con la mirada, esta niña es una arpía

— ¡Diablos! ¿ De qué sabor quieres el helado? 

***
El taxi me deja frente a la mansión de Jace, mi casa al lado de esta es una hormiga, no es que sea pobre, pero desde que deje las joyerías de Darío he tenido que ahorrar bastante y más porque quiero abrir mi propio negocio, comenzar a crecer como diseñadora

— Es enorme como la de papá — exclama Samantha y yo asiento

— ¿Beatriz Sánchez? — un sujeto se acerca, yo asiento y él coge las maletas— acompáñenme— lo seguimos hasta dentro de la casa, luego subimos una escalera y abre una puerta dejándonos con la boca abierta frente a una habitación enorme

—¿Es mía? — entro a esta junto a Samy

— No señora, es para la niña— Samantha ríe feliz y se lanza sobre la cama

— waw está enorme tía 

— Yo también dormiré aquí — digo con firmeza, no pienso dejar sola a Samy en esta casa, no sé quienes viven aquí, pero solo espero que los padres de Jace no, odio a ese señor y tengo mis razones para hacerlo aunque Jace las desconoce pero sé bien quien es su padre y no es mejor que el mío.

— Usted dormirá en la habitación del señor Jace, así lo quiere él — miro al hombre alzando una ceja, acaso Jace se volvió loco — acompáñeme

— Samy mi amor

— ve tía, yo me quedo aquí — continúa saltando sobre la cama, yo salgo y el hombre me guía hasta la habitación que queda a varios metros de esa, al entrar me quedo con la boca abierta

— Esta será su habitación, ya todo está preparado 

— Y Jace? donde está? — miro al sujeto que se encoge de hombros

— El señor Jace casi nunca viene a esta casa, nadie sabe dónde está— el empleado sale dejándome desconcertada, si Jace no viene aquí entonces donde vive? 

— Usted debe ser Bea— miro a la chica que me habla y asiento— soy quien le mostrará las partes de la casa que tiene permitida visitar, acompáñeme— esto es muy raro, lo admito, pero sigo a la chica que me lleva hacia la cocina, hacia el comedor y a la sala y nada más 

— ¿ Qué pasó con ella? — le pregunto mirando la foto de la esposa de Jace

— Es una larga historia— la chica baja la mirada 

— Bueno, solo quiero saber de qué murió ¿estaba enferma? — ella niega con la cabeza y odio este misterio

— Nadie tiene permitido hablar sobre la esposa del señor, así lo quiso Jace y nos prohibió hablar sobre ella

—¿ Por qué Jace haría eso? 

— Hacer que? — el mentado llega hasta nosotras y se coloca frente a mi

— Hablar sobre tu esposa,¿ por qué prohibirlo? 

— Alicia déjanos solos—ordena y la empleada se aleja de nosotros en cuestión de segundos, Jace se acerca a mí— Deja de hacer preguntas Beatriz

— Solo quiero conocer a mi esposo y su vida— sonrió pero él continúa serio

— Esto es un matrimonio falso que no durará mucho, no te quiero haciendo preguntas a mis empleados ni merodeando por esta casa 

— Bien, como quieras — me quedo pérdida en su mirada sin saber que más decir hasta que una pelota entra y choca contra un cuadro tumbando este

— ¡James! — grita Jace al chico que entra— que te he dicho de jugar en esta casa? 

— Papá yo

— Juegas en el patio o no juegas— vuelve a gritarle, no me explico por qué trata así al chico

— No le hables así — una chica entra y Jace la mira

— No te metas hermana, y tu James estás castigado

— Él solo quiere jugar contigo Jace— le grita la chica, al parecer la hermana de Jace

— Es imposible vivir aquí por eso nunca vengo, es un infierno — Jace se aleja hacia las escaleras, su hermana lo sigue y el niño sale corriendo al patio, yo salgo detrás de él sin saber por qué y lo encuentro debajo de un árbol sentado con la cabeza gacha

— Hola James— lo saludo poniéndome a su altura, pero no me responde — eres muy guapo, ¿cuántos años tienes? 

— seis — responde sin mirarme y sonrío

— Waw eso es mucho, soy Beatriz y viviré ahora aquí 

— Serás mi mamá? — me mira y no sé qué responder a eso

— Seré lo que tú quieras guapo, pero deberías dejar de llorar— paso mis manos por sus mejillas limpiando sus lágrimas

— Mi papá no me quiere — expresa con tristeza

— Eso no es cierto

— Es la verdad, nunca viene, nunca juega conmigo y siempre me grita, nunca me ha dicho que me quiere ni me lee cuentos — un nudo se forma en mi garganta al escucharlo

— ¿Quieres ser mi amigo James? — el chico sonríe 

— Te mentí — dice de repente — no tengo seis años, dentro de dos días los cumplo

— A, pero dos días no es nada, puedo estar en tu fiesta entonces? 

— No habrá fiesta, nunca la hay, mi padre no quiere, nunca he tenido una fiesta

— Esta vez la tendrás, lo prometo — su sonrisa se amplía y sus ojos se iluminan

— De verdad? 

— lo prometo guapo, ahora dime, ¿quieres jugar? por cierto mi sobrina vino conmigo, su nombre es Samy y también estará feliz de ser tu amiga

— Que guay— chilla y me abraza haciéndome caer sentada al suelo y reímos

— James vamos a merendar — nos separamos al escuchar a la hermana de Jace y ambos nos levantamos

— Hola, soy Beatriz— le extiendo mi mano, pero ella solo me mira sin hacer nada

— Soy Katy — ella se acerca más a mí y el pequeño corre hacia la casa— sé bien quien eres Bea, la esposa falsa, aléjate de mi sobrino

— perdón? 

— Lo que oíste, no te quiero cerca de James, aunque bueno, tampoco creo que te quedes mucho por acá, Jace se aburre fácil de todas las mujeres, aun ama a su esposa — la chica me da la espalda y se aleja, ¿acaso todos en esta casa tienen problemas mentales? 

— Tu hijo cumple años en dos días? — es lo que digo al entrar a la habitación, Jace que solo trae una toalla envuelta en su cintura me mira

— Así es 

— Donde será la fiesta? 

— No hay fiestas, nunca las hay

— por qué? tiene cinco años, también vas a decirme que nunca le das un regalo? — su silencio me dice que así es y respiro hondo— haré una fiesta

— No harás nada—este se acerca a mí—es mi casa y no tienes permitido ni siquiera tocar un cuadro de ella, menos hacer una fiesta

— ¿ Por qué odias a tu hijo?

— No lo odio

— Si lo haces, le gritas, le tratas mal y 

— ¡Cállate! — me grita y me pega a una pared con rapidez — calla Bea, no quiero hacerte daño— masculla cerca de mi rostro

— Eres despreciable y suéltame Jace

— Tienes prohibido la fiesta y hablar con mi hijo— expresa y se aleja de mí para luego ir al baño, yo solo sonrío, ¿acaso aún no se da cuenta de que a mí nadie me prohíbe nada? Está loco si cree que haré lo que quiera como si nada y lo primero que pienso hacer es saber que sucedió con su esposa.



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En el texto hay: secretos, amor, niño

Editado: 18.05.2023

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