Bajo el calor de la pasión (Réquiem 2) Actualizada
Bajo el calor de la pasión
(Réquiem 2)
Capítulo 22
+18
En proceso
En venta por suscripción 1.50USD
Como regalo en esta cuarentena, hoy les dejaré dos capítulos más libres, para que disfruten leyendo esta historia.
Fragmento:
―Luego aclararemos esta situación. Por lo pronto, necesito que descanses ―me acerco a ella y dejo un beso suave en sus labios―, ahora que estoy aquí, nada me separará de ti, no hasta que te hayas recuperado y pueda llevarte de vuelta a casa, conmigo.
No la dejaré atrás, ella es mía e irá a donde quiera que yo vaya.
―Debo aclararte, que Amanda no moverá un solo pie de este lugar ―anuncia, Caín―. Su lugar es aquí, con nosotros.
Giro al rostro y le doy una mirada adusta.
―Samantha es mi mujer ―corroboro su verdadero nombre― y por lo tanto, es a mi lado el lugar que le corresponde.
Yo también sé jugar a este juego de poderes, Caín, apenas conoce hasta donde puedo llegar cuando me lo propongo.
―Ahora su nombre es, Amanda ―me dice con tono perspicaz―. Cuando la hirieron, aproveché las circunstancias para desaparecer a Samantha Luciano y darle vida y existencia a Amanda Wilkinson, así que… ―da unos pasos hasta que se acerca al borde de la cama donde ella se encuentra― para efectos legales ―sonríe con burla―, ahora eres viudo, Paúl y ella… una mujer soltera.
Aprieto mis puños, cuándo lo escucho sentenciar que mi mujer ya no es mi esposa, que se ha valido del poder que tiene, de ser un maldito juez, para usarlo a su favor y conveniencia.
―¿Qué has hecho qué? ―eleva la voz Samantha en medio de su desconcierto―. Explícame bien eso que acabas de decir, Caín ―exige―, ¿cómo que ahora soy legalmente, Amanda?… no entiendo ―niega con la cabeza―, soy la hija de ese maldito asesino y esa es imposible negarlo.
Sus ojos van directamente a él y en ese momento mis celos se intensifican como nunca antes.
―Tengo el poder de hacer desaparecer y aparecer a personas, cuando así lo quiera, nena ―el maldito eleva su vista para darme a entender que lo que ha dicho va dirigido a mí, sin embargo, le devuelvo mi sonrisa irónica. El imbécil, no tiene ni idea―. No tienes que preocuparte por ese hombre que dice llamarse tu padre, ya no tienes ningún tipo de relación con él. A partir de hoy disfruta de tu nueva vida, que Don y yo, nos encargaremos de que no vuelva a atravesarse en tu camino.
Sobre mi cadáver.
1 comentario
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IngresarHola!!!! Esta es la continuación de qué novela?
Silvia Linares, Tendría que acceder ella a tu cuenta y hacer todo el proceso
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