Mi pequeño demonio ¡Actualizada!
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Mi pequeño demomio
Capítulo 12 La mayor felicidad
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Fragmento:
―Yo pensé que… yo pensé… que estabas muerto mi señor… ese hombre malo te disparó y sentí que me arrancaba la vida cuando lo hizo.
Lo aprieto fuerte entre mis brazos a pesar del dolor lacerante, porque nada puede calmarme más que oler de su olor y saber que está aquí, conmigo.
―No, mi pequeño ángel, ese hombre pagará por lo que te hizo, me aseguraré de eso. Ahora en el lugar en el que se encuentra, no será capaz de hacerle daño a nadie más.
Levanto mi cara y lo miro a los ojos, para fundirme en el hermoso azul de su mirada y en la profundidad que hay en ellos. Suelto mis manos de su cuello y las aterrizo en cada una de sus mejillas para detallarlo, para acariciar su piel y saber que en realidad es él quien se encuentra aquí conmigo.
―¿Eres realmente tú mi señor? ―deslizo mis dedos por sus labios y el a cambio deja besos en ellos―, ¿no es un hermoso sueño, este que ahora tengo?
Mis lágrimas ruedan una tras otra y vuelvo a la vida, cuando sus labios se posan sobre los míos y me da el beso más dulce de todos.
―No, cariño ―sujeta mi rostro y me obliga a mirarlo nuevamente a la cara―, soy yo, mi princesa, el hombre que te ama y el que te amará por el resto de lo que le queda de vida.
Esta vez soy yo la que lo besa, exigiendo de él, no un beso dulce si no uno hambriento, que me haga sentir tan viva, como no lo estuve durante los días en que estuve lejos de él.
El dolor arrecia y doy un fuerte quejido que mi señor logra identificar. Las heridas comienzan a doler tanto que ya se hacen insoportables.
―Vamos, nena, no quiero que te sigas lastimando más de lo que ya estás ―me dice preocupado―. Déjame ayudarte a levantarte y en lo que lo haga, sujétate de mi cuello y rodéame con tus piernas, para poder alzarte sin tocarte las zonas que tienes lesionadas ―enseguida hago todo lo que me pide―. No vuelvas a levantarte de la cama a menos que se te indique lo contrario, cariño, debes descansar tanto como sea posible.
Me aferro a él y hundo mi cara en el hueco de su cuello para aspirar de su delicioso aroma. Por fin he vuelto con él. En sus brazos me siento como si estuviera en casa porque mi señor, es mi hogar y todo lo que necesito para ser feliz.
2 comentarios
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IngresarLindoOooo
Buenísimo capitulo gracias
Me contenta que te haya gustado, saludos¡
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