El Impostor ¡Actualizada!
El impostor
Capítulo 8 La cacería
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—Los he mandado a llamar porque la zorra de mi mujer, se aprovechó de que estaba borracho para escapar. Se fue hace más de media hora y necesito encontrarla a como dé lugar.
—¿Es que estás perras no alcanzan a entender quiénes son los que mandan en casa? —comenta Sean, con mucha molestia—. Es hora de ir por ella, Seth, para que le des una lección y la enseñes a respetar.
Él me entiende, porque su mujer trató de escapar hace poco y entre todos logramos encontrarla. Y por supuesto que ella, aprendió la lección, Sean, se encargó de dejarle claro quién es el que da las órdenes y dice cómo y cuándo han de hacerse las cosas.
Partimos en las motos y en menos de diez minutos llegamos a la terminal. Comenzamos a buscar minuciosamente, en cada rincón e incluso hasta en los baños. Pero no hay rastro de ella.
—¡Maldición! —grito, presa de la ira—, ha logrado escapar… la zorra consiguió irse sin dejar rastro.
Me muevo de un lado al otro, desesperado y a punto de patear todo cuanto haya a mi alrededor. No puedo perderla, ella es mi gallina de los huevos de oro. Sobre todo ahora que le he encontrado trabajo en el bar, no es mucha la paga, pero al menos es algo y un dinerito extra que bastante falta que me hace.
—Déjame intentarlo, Seth —interviene Sheldon—, Tammy trabaja hoy con la boletería, voy a conseguir información con ella.
Asiento con un leve gesto, esperanzado en que tal vez él pueda encontrar alguna pista de ella. El tiempo sigue corriendo y a medida que avanzan los segundos, las probabilidades de encontrarla se desvanecen.
Varios minutos después, cuando creo que todas mis esperanzas de encontrarla se han perdido, Sheldon, aparece con una enorme sonrisa en su cara.
—Es hora de subir a nuestras máquinas e iniciar la cacería —pronuncia efusivo—, tenemos un autobús con destino a Seattle que alcanzar… nos lleva una ventaja de —mira su reloj de pulsera—, quince minutos, así que hay que darnos prisa si queremos traer a la puta de regreso.
Una sonrisa de satisfacción al fin aparece en mi rostro, luego de que lo creí todo perdido. Ella conocerá de mi odio, lo percibirá en carne propia y maldecirá cada uno de sus días por haberme conocido.
Subimos a las motos y emprendemos la persecución. Será fácil de ubicarlos, sobre todo porque Sheldon, se encargó de conseguir la identificación de la unidad en la que viaja. No se lo creerá en cuanto me vea. Si la muy zorra pensaba que sería fácil escapar de mí, pronto entenderá que yo seré su maldito infierno para toda la vida.
Minutos después, localizamos el vehículo. Así que le indico a los chicos por medio de una señal, que se interpongan en el camino del conductor para que lo obliguen a detenerse, mientras yo me encargo de subir al autobús y bajar a la puta de allí. Una vez el vehículo se detiene, le hago una señal al chofer para que abra la puerta. Al principio se resiste, pero una vez que Sean, le muestra su pistola, el hombre cede y nos da acceso.
Al entrar, comienzo a revisar puesto por puesto, sintiendo una especie de emoción que se esparce a través de mis venas y me hace sentir poderoso. Aún no la encuentro y espero que no se haya bajado en algún lugar del trayecto, porque entonces todos mis planes se irían a la mierda. Mi pulso está a acelerado, saboreándome con el instante en que la encuentre y su rostro palidezca al saberse descubierta.
1 comentario
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IngresarSe está poniendo interesante
Alize Genco, Así es!!
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