Recomendación de lectura.
Condenados al destino.
By. Mi queridisima amiga y mentora, Jana Kros.
—¿Elsa?
Su piel se erizó, su miedo se disipó y los nervios se atenuaron.
—Bicho malo nunca muere —se burló.
—Soy como una cucaracha, no importa cuánto me pisoteen yo me sigo aferrando a la vida.
—Eres más guapo que una cucaracha —se rio a la vez que sonrió sin poder evitarlo. —¿Se puede saber por qué no me has llamado? —le recriminó.
—Porque pensaba ponerme bien e ir a verte, el teléfono es muy frío y me gusta el contrato visual.
—La tecnología ha avanzado, Vikingo —se rio. —¿Sabes que existen las videollamadas?
—Sí, pero nunca será lo mismo, se pierde la esencia... —guardó silencio. —Tengo una idea.
—Emmm, seguro que es algo indecente...
—Nooo —se rio, ambos lo hicieron. —Yo no puedo viajar por el momento, pero tú podrías venir a verme —propuso perdiendo la seguridad en sus palabras.
—No me gusta el frío de Rusia —se quejó.
—Pero yo te puedo calentar —ronroneó.
De pronto el motor de un coche y la música a todo volumen opacó la voz de Alexey.
—¡Elsa Blake! —gritó un joven.
—¿Estás con alguien? —indagó Alexey.
—Eh... Sí, ¿Te parece si luego hacemos una videollamada?
—Sí —respondió un tanto cortante. —Sé buena...
—Siempre.
Apenas la podía escuchar con todo el escándalo que había a su alrededor, cosa que disparó todas las alarmas de Alexey. Podía hacerse una idea de lo que estaba pasando con ella, y probablemente nadie notaría lo que ella estaba haciendo.
—No consumas nada, ¿Vale?
—No te escucho —mintió. —Hablamos luego, te mando un beso.
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