ACTUALIZADO "INEVITABLE DESTINO"
Fragnento:
—Pon cara de felicidad… —gritaron ambas y yo solo moví la cabeza en negación. No había pasado ni 10 minutos que el barco zarpo y yo ya tenía ganas de tirarme al mar para regresar a tierra e ir al hotel a dormir.
—Me incomoda este antifaz… —se quejó Teresa.
—Nos da más misterio, así podemos besar a quien queramos y no pasa nada…
—¿Cómo? —pregunte extrañada.
—Cierto… —me olvide contarles que en este tipo de fiestas que organiza el hotel, tienen una tradición.
—¿Tradición? —preguntamos extrañadas y clavando los ojos sobre Carolina.
—Nos ponemos el antifaz porque justo a media noche cuando entramos al 01 de enero, todos deben darle un beso a la persona que tengan frente.
—¡QUEEEE…!
—Pensé que lo sabían… —dijo Carolina encogiéndose de hombros.
—No está nada mal… —así podemos besar a quien queramos… —dijo Teresa sonriendo ampliamente, mientras yo veía la forma de huir de este lugar. No me interesaba besar a un extraño y mucho menos faltarle el respeto a mi esposo.
Ambas me miraron sorprendidas al escuchar decir la palabra esposo, pero tampoco tenía ganas de hablar de mi historia. Supongo que ellos entendieron mi negación a no hablar de mi vida y no insistieron. Internamente agradecí no seguir con el tema mientras ellas seguían mirando a todos lados, asumo buscando a un caballero para besar al azar.
Vi la hora y solo faltaba 10 minutos para la media noche.
—Disculpen chicas… —debo llamar a mis padres… —dije y salí huyendo de la pista.
—No huyas… —gritaban, pero ni aun así me detuve.
Llegué hasta el segundo nivel y sentí mi corazón agitado por la carrera que me había metido, los tacones no ayudaron mucho. Recobre la respiración e intente dar unos pasos más para salir del lugar… —¡Maldición…! —grite al sentir que pise en falso, cerré los ojos esperando recibir el duro golpe que nunca llego y solo sentí unos brazos tomarme por la cintura.
Abrí los ojos poco a poco… —encontrándome con otro tipo con antifaz. Estuve a punto de agradecer, pero las luces se apagaron y solo pude mirar al cielo como se disparaban las luces artificiales recibiendo el nuevo año.
Cuando tome conciencia, solo pude sentir unos labios tomando los míos haciéndome abrir los ojos como platos por la sorpresa, me quede paralizada y podía sentir su lengua invadiendo mi boca, y yo… —yo no pude reaccionar
—Feliz año… —sabes muy dulce… —susurro y las luces se encendieron de vuelta.
Cuando reaccioné estaba sentada sobre unas sillas, solo vi una espalda ancha desaparecer detrás de las escaleras y mis labios se sentía hinchados.
Me limpié los labios con violencia y comencé a llorar.
Lo siento Robín… —yo-yo… no lo hice, juro que no quise hacerlo… —dije dirigiendo mi mirada hacia el cielo.
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