Amando a la Bestia
Un terrible accidente lo dejara marcado.
los que están a su lado lo abandonan.
Sumergido en su soledad, aparecerá una hermosa chica quien le mostrara de donde proviene la verdadera belleza.
La vida le da una segunda oportunidad, pero el destino le juega una mala pasada...
¿Hasta donde estará dispuesto a llegar por recuperar la?
Acompáñame a descubrir el destino de estos dos seres, no siempre tendremos un final feliz...¿Oh si?..
Prologo
— ¡¿Cómo pudiste comportarte de esa manera?!—Grito golpeando el timón mientras cogemos una curva. Hoy Salí con mi esposa Perla a una fiesta de gala, pero ella se la paso celándome con toda mujer que pasaba por mi frente, hasta le tiro una copa de vino a la esposa de uno de mis socios, según ella la mujer no hacía más que coquetear conmigo y yo le seguía el juego.
— ¡Niégalo todo lo que quieras, tú le correspondiste a ella! —Grita Perla y empieza a golpear mi cuerpo con el bolso pequeño de mano que tiene.
—¡Basta Perla nos vas a ser estrellar! — El auto tambalea y bajo la velocidad, pero un fuerte golpe en mi rostro hace que pierda la visión.
Freno en seco, pero es demasiado tarde el auto empieza a dar vueltas por la calle y un impacto en mi cabeza me deja inconsciente por unos minutos hasta que escucho el grito de Perla, abro los ojos y nos encontramos boca abajo, como puedo me arrastro hasta salir del auto, me tambaleo por el fuerte mareo que siento, toco mi cabeza y veo que tengo una cortada en la frente. De nuevo escucho el grito de Perla y de inmediato llego hasta su puerta, trato de abrirla, pero se encuentra atorada así que le pido que tape su rostro y rompo la ventana con una roca.
Me acerco y ella empieza a gritar y golpearme para sacarla rápido del auto, como puedo logro zafar su cinturón y ella cae al techo, el auto empieza a llenarse de humo y llamas empieza en la parte de atrás. Me desespero y empiezo a sacar el cuerpo de Perla y cuando tiene casi todo su cuerpo afuera algo le impide salir por completo y veo que su pierna esta atorada.
Me adentro por la ventana veo que la correa de la sandalia esta atorada, el humo y las llamas impide mi visión, Perla patea y hace que sea más difícil soltarla; empiezo a toser y cuando por fin la he soltado una fuerte explosión nos expulsa a ambos.
Despierto sobresaltado. De nuevo sigo reviviendo el día del accidente que tuve en el auto con Perla. Ese día no solo perdí mi figura, la mitad de mi cuerpo y rostro quedaron completamente desfigurados; también perdí a mi hijo no nacido, Perla se encontraba de 4 meses de embarazo y lamentablemente perdió él bebe. También ella me abandono, decía que no podía soportar verme ya que yo era el culpable de la muerte de nuestro hijo y que la vida me había castigado convirtiéndome en alguien desfigurado para así permanecer solo con mi desgracia.
Me levanto de la cama para limpiar mi rostro que este bañado en sudor. Después de ese día me aislé por completo del mundo encerrándome por completo en mi casa, con solo la compañía de algunos de mis empleados quienes se convirtieron en mis únicos amigos. He construido una fortaleza en mi casa, no permito que nadie se me acerque, tanto así que me apodan la Bestia los niños de mi vecindario y la verdad es que me gusta ese nombre, evita que las personas me busquen.
— ¡Gregory! —Escucho el grito de Simón y bajo las escaleras a toda prisa y me encuentro con Mayte en sus brazos, me acerco y veo que esta pálida.
— ¿Qué está pasando con Mayte? —Pregunto asustado, Mayte es mi ama de llaves y es como una madre para mí.
—No lo sé, pero me la llevare a urgencias, no podemos esperar que llegue la ambulancia—Simón la toma en sus brazos y yo me apresuro abrir la puerta para dejarlo pasar con ella inconsciente. Cierro de inmediato y observo por la ventana como él se la lleva a urgencias.
La ansiedad me empieza a embargar, camino de un lado a otro esperando noticias de Simón y cuando por fin me llama, después de unos insultos hacia su parte por la espera; me informa que Mayte se encuentra con principio de diabetes y que debe guardar reposo por unos días, también me advirtió que contratara a una persona para que venga ayudarla en la cocina y los Cáceres de la casa y que ni se me ocurriera negarme porque el mismo se la llevaría a descansar lejos de mi lado, dejándome sin poder objetar alguna decisión, solo espero que el nuevo integrante no vaya a traerme problemas.
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