DESCUENTOS ACTIVOS. ENAMÓRAME SI PUEDES
¿Por qué Clío me rechaza? No lo puedo entender, la enamoro cada vez que puedo. Sin embargo, ella se empeña en rechazarme y eso me está volviendo loco. Ninguna mujer se me resiste jamás, no a mí. A Leonard del Castillo.
Fragmento:
— Te amo Clio
—¿Por qué me dices eso Leo?
— Porque eres hermosa.
— ¿Solo por eso?
— ¿Y por qué más debería amarte?
— Si tú no lo sabes, no vale la pena seguir hablando Leo.
— Pero preciosa, no seas así
— Lo siento cariño. La época de los neandertales, hace mucho tiempo que pasó.
— ¿Qué quieres decir con eso Clio?
— Cuando encuentres la respuesta, me buscas cariño
Y se va moviendo sus hermosas caderas, dejando a Leo muy confundido. Sabe, que le gusta. Pero, no sabe por qué ella se empeña en rechazarlo. Es bien parecido, su cuerpo es escultural, es rico.
¿Qué más puede querer una mujer de un hombre?
Todas las demás chicas, se mueren porque las mire, pero no Clio, ella no. Y él, se muere por ella, desde la primera vez que la vio. Es tan hermosa, atrevida y desinhibida que lo enloquece. Pero ella, parece no impresionarse por sus dotes de hombre. Ya no sabe que hacer, lo ha intentado todo. Y pensar, que es la única que lo despierta como hombre.
— ¿Qué te acongoja Leo?
— Lo sabes muy bien, Clio, otra vez me rechazó.
— Mientras sigas pensando, que solo con tus dotes de macho la vas a conquistar, te seguirá rechazando.
— ¿Qué quieres decir con eso David?
— Leo, ella es una mujer que sabe lo que quiere, inteligente, ha llegado a donde está no por su belleza, sino por su trabajo.
— ¿Qué tiene que ver eso, con que no le gusto?
— No es que no le gustes, es como la tratas. Te crees, que todas las mujeres van a caer rendidas a tus pies, porque te consideras un buen ejemplar.
— David, todas las mujeres se desviven porque yo las mire. Vamos hombre, mírame, no tengo por qué rogarle a ninguna mujer. Excepto a Clio, y sabes por qué.
— Ahí está tu error. Sigue así, y nunca tendrás a Clio. Seguirás, con tu amigo dormido—. Dice David, mientras se aleja moviendo la cabeza.
Leo, ve como se aleja y entra en su oficina. Tiene, que conquistar a esa mujer a como dé lugar, se dice. No hay mujer, que se resista a sus encantos, y Clio no será la primera, ni la última. Desde que le pasó aquello, nunca más había reaccionado a una mujer, de la manera que lo hace con ella....
Ya ven esa mujer es mi tormento. Vamos, ¿no es verdad lo que les digo? Les dejo una foto para que me den la razón, ¿les debo gustar a las mujeres verdad? ¿Entonces por qué ella me rechaza? Le enamoraré, ya verá, lo haré como que me llamo Leonard...
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