¡Historia GRATIS y TERMINADA para leer!
Hola, mis bellas lectoras, aquí estoy con una nueva recomendación de un libro que tiene como protagonista a una mujer decidida y que sabe lo que quiere; este pertenece a la autora Miranda Wess ❤️
A continuación, les dejo un fragmento n.n
—Clarissa, veo que conociste al diputado Petroni. Ten cuidado: tiene fama de ser un gigoló —me advierte mi padrino, supuestamente en broma, pero yo sé que no es así.
—Diputado —le dice a manera de saludo.
El tremendamente apuesto diputado parece divertido por el comentario de mi padrino.
—Doctor Spillman, no sabía que tenía una hermosa hija —le provoca.
—Ahijada —le corrige—. Sí me disculpa… —Me toma del codo y me lleva adentro—. Issa, no quiero que tengas nada que ver con ese hombre —masculla.
Es como ponerle a un niño al frente un tarro de caramelos y pretender que no se los coma.
Estoy intrigada y ahora sí es verdad que me ha picado el gusanito de la curiosidad. Continuamos con las tediosas presentaciones y francamente me cuesta concentrarme, ya que de tanto en tanto me cruzo con esos sexis ojos azules que me observan. Ignorando todo lo demás —especialmente la advertencia de mi padrino—, le sostengo la mirada. Me hundo en ese mar azul profundo, enigmático y magnético.
¿Por qué no puedo dejar de mirarle? No tengo idea.
—Vengo en un momento. —Me dirijo al tocador pasando entre la gente consciente de esa mirada azul clavada en mi espalda.
Una vez en el baño rectifico mi maquillaje, cabello, vestido y apoyo ambas manos en el lavabo. Me observo detenidamente en el espejo. Sí, me veo muy bien. Labios rosa, ojos ámbar con una fina línea negra perfilándolos, algo de rubor. Me acomodo el lindo vestido pasándome las manos. Estoy lista.
Cuando abro la puerta, me encuentro a Sebasthian diputado-gigoló entrando al baño y con su mano en mi vientre muy suavemente me conduce hacia adentro de nuevo, sin dejar de mirarme, le pasa el pestillo a la puerta.
Tengo las pupilas dilatadas. Estoy a la expectativa. Se me acelera la respiración.
El ambiente se ha vuelto denso, intenso, sensual.
Sin mediar palabra me lleva suavemente contra la pared y yo no opongo ni pizca de resistencia.
Sus ojos se oscurecen. Arden sobre mí. Se inclina y siento besos como aleteos de mariposas sobre mis labios. Cierro los ojos y me entrego a la deliciosa sensación. Delicadamente, introduce su lengua de seda por mi boca entreabierta y comienza el más lento y sensual de los besos. Me encuentro respondiéndole, mi lengua bailando su mismo ritmo agónicamente lento y cadencioso. Siento el sutil revoloteo de las yemas de sus dedos por mis brazos ascendiendo hasta mi barbilla y repitiendo el mismo camino una y otra vez. Me siento volar entre nubes de seda, girando, girando y cayendo en caída libre, abandonada a esta exquisita sensación.
Separa sus labios de los míos y yo aún estoy en trance, embebida de su sensualidad. Cuando abro los ojos me encuentro con sus dos océanos azul profundo observándome. Acaricia mi nariz con la suya. En su boca una sonrisa.
Suspiro.
—Qué delicia —susurra con voz ronca.
¿Te intriga saber qué pasará? Da clic en la imagen para leer.
1 comentario
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IngresarHola como se llama la historia porfa se ve interesante gracias
Alexandra Buitrago, El título es, yo soy tu candidato
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