LA VIUDA VIRGEN
PROLOGO
Maia Anabella Olson: Mejor conocida como la señora M, es una mujer muy trabajadora, amorosa, responsable, tierna, bondadosa, caritativa, compasiva y muy ¡Muy!, infeliz. Se casó muy joven con el hombre que creía que era el amor de su vida, hasta que se dio cuenta de que para él ella no era más que un objeto, una cosa, el mueble más fino de su casa, su joya más preciada ¡Su posesión más costosa! Etc. Para él ella no era más que un trofeo que podía presumirles a sus socios y amigos. Por el día y frente a todos la hacía sentir la mujer más amada, deseada y preciada del universo, pero por la noche... Por las noches la hacía sentir la mujer más fea e indeseada del mundo. Sus constantes rechazos fracturaron no solo su autoestima, sino también su alma... Él, su esposo, su compañero de vida, el hombre que ella había elegido para envejecer se negaba a hacerle el amor. Se negaba a hacerla suya ¡Su mujer!, haciéndola sentir la peor basura del mundo. Él era todo para ella, hasta que finalmente murió dejándola viuda, aun siendo virgen.
M ahora, se encuentra sola y con varias empresas a su cargo, incluyendo la mitad de una constructora, de la cual ella desconoce totalmente el manejo, pero a la cual debe de hacerle frente. Y a pesar de que la muerte de su esposo le dolió, le partió el alma y el corazón en miles de pedazos, algo dentro de ella la hizo sentir liberada. Su alma, aún hecha pedazos, sintió un alivio increíble al saberlo muerto y se siente miserable y culpable por sentirse así... Su esposo le enseñó a ser una dama fina y refinada de sociedad, pero nunca le enseñó a ser mujer, a sentir, a disfrutar de los placeres que su cuerpo puede dar y recibir. Él nunca le enseñó a ser una buena amante y compañera de cama para ningún hombre, ahora ella siente que no tiene esa capacidad, que no es y que nunca será capaz de dar y recibir placer. Así que se cierra para siempre a esa posibilidad, sobre todo cuando los hombres que se acercan a ella lo hacen por dos cosas en específico ¡Su virginidad! Y ¡Su dinero! Todos quieren robarle la virtud a la triste viuda virgen ¡Todos quieren colgarse ese milagrito! Y obviamente sacar una buena cantidad por hacerle el "favor" a la triste viuda. Desilusionada de los hombres y creyéndose la mujer más indeseada y fea del mundo, se cierra al amor para siempre. Y cuando cierto caballero de ojos hermosos se acerca a ella, haciendo tambalear todo su mundo y todo dentro de ella, ella cree que lo hace solo por sus dos mayores virtudes ¡Su virginidad y su dinero! Así que trata de alejarlo a toda costa, pero con cada intento de alejarlo, lo acerca más y más.
Brayan Jose Gross: Siempre ha sido un hombre muy libertino, jovial, relajado y despreocupado de la vida, hasta que su padre le confiesa que se está muriendo y que él debe encargarse de los negocios familiares. En ese momento su vida cambia radicalmente y toma la decisión de regresar a su país y encargarse de lo que será el legado de sus hijos, de sus nietos, de sus bisnietos ¡De toda su descendencia! Brayan, decide dejar de lado su vida de libertinaje y ser más centrado, trabajando y profesional, sobre todo después de conocer a su sexy, ardiente, bellísima y sensual socia. El día en que sus ojos se encuentran por primera vez él queda prendado de su belleza, pero ella se porta grosera y tosca con él y él se jura no volver a cruzarse en su camino. Pero el destino algunas veces juega de forma extraña con ellos, los usa como peones a su antojo y los pone cara a cara, pero esta vez con la responsabilidad de una empresa sobre sus hombros. Ambos deberán de dejar de lado sus diferencias para poder sacar adelante su empresa y en el proceso el deseo, el amor y la lujuria se desatarán entre amos.
Él: Se enamora perdidamente de ella y quiere demostrarle que de verdad la ama y que su virginidad no tiene nada que ver con su amor hacia ella.
Ella: Tiene miedo de entregarse nuevamente a alguien y salir hecha pedazos, sobre todo cuando ese alguien ha tenido más mujeres que años de vida.