Esta belleza está en descuento, Cómprala ya
Lo veo de pie frente a mí, al otro lado del umbral de la puerta, siento como mi corazón se agita e inmediatamente mis ojos empiezan a escocer.
—¿Qué haces aquí?—Digo, intentando que mi voz no se quiebre.
—Tenemos que hablar, Daniela.
—Tú y yo, no tenemos nada de qué hablar.
Intentó cerrar la puerta, pero su pie se interpone entre esta y el marco, impidiendo que lo haga.
—Claro que debemos hablar, princesa.
—En tu puta vida, vuelvas a hablarme así— Replico molesta, al mismo tiempo, que con mi mano derecha planto una cachetada en su rostro— Mi acción le sorprende, pero se queda inmóvil.
—Dani, por favor.
Me adentro al pequeño apartamento, seguida de Jarhed, lo sé porque siento el calor de su cuerpo, justo detrás del mío.
—Por favor, vete. Ya basta de todo esto, no quiero hablar contigo.
—Necesito explicarte, amor.
—Amor, ¿En serio tu acabas de llamarme amor, Jarhed? —Por lo visto, tú eres más cínico de lo que yo pensaba.
—Dani, yo sé que estas molesta; pero si hay una verdad más grande que este mundo, es que yo te amo,princesa.
—Vaya, que gran amor tan grande que no te fue problema casarte con otra, es más tan grande que ni siquiera te remordió la conciencia lo suficiente, como para decirme de frente, lo que ibas a hacer—Tal vez hubiese sido, menos doloroso para mí, enterarme por tí, que viendo tu boda en vivo y a todo color en un video, que tu esposa tuvo la gentileza de enviarme
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