Nunca sueltes mi mano.

La sonrisa de Daniela era lo que iluminaba las mañanas de Rafael, esa pequeña niña a la cual amaba incondicionalmente era la razón por cual sonreía todos los días y se acostaba todas las noches preocupado. Tras el abandono de su esposa, Rafael se siente perdido, no sabe cómo ser un padre ni qué pañales son los adecuados a elegir para una bebé, tras una noche en la que fue al supermercado y se quedó atrapado en los escaparates de las tiendas, sin saber que elegir, se encuentra a Ivonne, una joven de 22 años que le pregunta si se encuentra bien y si lo puede ayudar. Rafael no sabía que esa joven castaña sería un faro de luz en el oscuro y abismo de inseguridades que lo albergaban. Sera posible que ¿Ivonne conquiste a ese hombre tras ayudarlo con su hija?, ¿Él se volverá a enamorar?