Audrey
10 de diciembre.
Mi vida ya era complicada, tener un ex novio que bebía cada fin de semana para después llamarte y obligarte a ir a ver qué no se ahogue con su propio vómito ya no podía seguir siendo parte de mis preocupaciones cuando tenía muchas cosas más en las que invertir mi tiempo y pensamientos.
Soy una persona directa por naturaleza, no puedo callar lo que pienso y no tengo mucho tacto cuando se trata de una persona que ya acabo con mi paciencia.
No podía seguir temiendo por ver a Bruce aparecer en la puerta de mi casa cualquiera día, tenía que parar eso y fue lo que hice. Le pedí a Max que me acompañará a un café que quedaba a unas calles de mi trabajo, mi ex había aceptado vernos ahí.
Baje del auto
–No puedo esperarte, debo ir a ver –interrumpí a Max
–Solo te pedí que me trajeras no tienes que quedarte –el me dio una sonrisa de lado, cerré la puerta del auto sin responder a su gesto, no tenía humor y aún estaba enojada con él.
Odiaba enojarme con Max porque a veces sentía que era mi único amigo, pero me molestaba que me ocultará cosas como el simple hecho de que yo sospechaba que se estaba viendo con alguien y el no quería decirme quién era, lo más molesto era que lo negara en mi cara, se supone que somos amigos, ¿Por qué ocultarme su relación?
Llegue a pensar que Max ya sabía de mi pequeño enamoramiento con el y por ello no quería decirme, para evitar lastimarme.
Entre al café, vi a Bruce en una de las mesas del centro, pase a comprarme un café frío y después fui a sentarme frente a mi ex, el tenía unas bolsas enormes debajo de los ojos, lucía cansado y enfermo, la chica que se preocupa por todos en ese momento se mostró antes de que la yo malvada comenzará a amenazarlo con patear su trasero
–¿Estas bien? –pregunte
–No he dormido mucho, los parciales me tienen ocupado en las noches –se puso los lentes de sol de nuevo, tomó su taza de café y le dio un trago largo.
–A todos nos tiene mal los parciales –le sonreí, el asintió, entonces fue en ese momento en el que recordé porque yo no podía ser tan mala como deseaba serlo.
Bruce no era como los demás chicos con los que había tratado, el tenía sentimientos, nunca fue grosero conmigo, casi no peleábamos, nos la pasábamos muy bien cuando salíamos juntos, éramos como dos mejores amigos, no podía ser cruel con el simplemente porque no lo merecía.
Bruce era sensible, yo lo conocí, sabía mejor que nadie que el lloraba viendo películas y no se molestaba en ocultarlo porque sus sentimientos nunca lo hicieron sentir vulnerable a las personas o menos hombre, el se sentía orgulloso de cantar las canciones de Disney en publico y hablar de novelas como si fueran series de mafia, Bruce era genial y quizá en otro momento, quizá sí nos hubiéramos conocido antes, en aquella fiesta en la que me acosté con Zach, esto sería muy diferente.
–Lo siento, se que soy una horrible persona por todo lo que te he hecho pasar estos días Audrey, estoy decepcionado de mi mismo, no era mi intención ser una molestia ni una carga –tome sus manos sobre la mesa, no quería ser dura porque no lo merecía, pero podía ser directa y sutil con el
–Es molesto levantarme a las dos de la madrugada porque estás demasiado ebrio y amenazas con ir a mí casa –me rió, el sonríe, trato de ocultar su rostro con sus manos pero antes de que lo hiciera las tome con más firmeza –Pero te entiendo, la manera en la que terminamos no estuvo para nada bien
–Si, creo que decirme la verdad y huir no fue muy sutil de tu parte y yo no debí ponerme a llorar –me reí, solté sus manos y el volvió a una posición más recta.
–Lo siento, no quería lastimarte –el se quitó los lentes, pude verlo a los ojos y sentir que el no estaba enojado conmigo solo un poco dolido.
–Y yo no quería seguir contigo
–¿Qué?
–Ya había pensado en terminar contigo antes Audrey, lo iba a hacer, pero no me daba el valor
–¿Entonces por qué actuaste como si no estuvieras de acuerdo con esto? –mi corazón se aceleró, me parecía hipócrita que hubiera llorado si ya había pensado en terminar conmigo y yo me sentía estúpida por haberme odiado por hacerlo llorar
–Porque me dolió que me terminarás, porque yo si te quería
–Me querías pero pensabas terminarme, no te entiendo Bruce –me cruce de brazos, el desvió la mirada, se trataba de tragar el llanto, verme le hacía mal y era por eso que no entendía nada de lo que estaba pasando.
–Lo iba a hacer porque sabía que tú no me querías, todos mis amigos sabían que si estabas conmigo era porque así estabas cerca de David, ¿Realmente creíste que no lo notaba?, Incluso el sabe de tu enamoramiento –mierda, en ese momento sentí que un balde de agua fría caía sobre mi y me mojaba todo, hasta el sostén
–Yo ya no siento nada por el –mentí y Bruce no me creyó
–Audrey, ojalá eso fuera verdad
–Lo es
–Sabes que no –bufe, tome mi café frío y lleve el popote a mis labios, Bruce sonrió de lado
–No quiero que el te lastime
–¿De qué hablas?
–Para el eres y siempre serás la vecina que se enamoró de el, tu coqueteabas con el cuando eras una niña, ahora que eres más una mujer te volviste su mejor juguete
–¿Juguete?, que tonterías dices Bruce, el y yo ni siquiera hablamos –estaba a punto de tomar mis cosas e irme lejos de él, ir al trabajo y pedirle que no me volviera a buscar, pero entonces Bruce me dio la verdadera razón por la que David iba detrás de mí, el motivo por el que me beso aquella noche
–Para David eres un juego Audrey, lo he escuchado hablar con sus amigos de ti, todos creen que debería quitarse las ganas contigo y después serás una más en su lista, pero el a dejado claro que quiere más que eso contigo
–¿Qué quiere? –mi cuerpo temblaba, Bruce soltó un suspiro
–El tiene novia y tú solo serás la otra, para eso te quiere, irá detrás de ti, poco a poco, te envolverá en sus mentiras hasta que aceptes ser una más porque seamos sinceros, el y ella nunca van a terminar –lo sabía y escucharlo dolió menos de lo que pensé
Editado: 02.09.2021