Nota de Chipu: Hola, averiguando un poco he notado que, de acuerdo a la descripcion del terreno que hice, es más apropiado llamarlo un cañón que un valle, pues un valle es muchisimo más amplio. por lo que a partir de ahora lo llamaré como cañón (un cañon es una especie de desfiladero ensanchado por la larga actuación de los procesos de erosión). no siendo más espero disfruten la lectura y si tienen un comentario o algo al respecto lo agradezco.
Un esqueleto se aproximaba empuñando una espada ensangrentada, sus pasos haciendo el sonido de un tacón golpeando el suelo. levantó amenazante su espada, preparado para atacar, entonces, una maza se abalanzó rápidamente por su costado izquierdo y golpeó su cráneo expuesto, destruyendolo en el acto y dejando caer su cuerpo inerte al suelo.
“¡Resistan!” Gritó Rita. Mientras levantaba una vez más su martillo de guerra para seguir destruyendo a las tropas enemigas.
<Honestamente ¿Cuántos más debo destruir?> pensó para sí misma.
Tan solo ella ya había destruido cerca de 40 esqueletos con su arma, su escuadrón de 80 soldados había enfrentado a cerca de 400 esqueletos y 200 reanimados, el cansancio se podia ver en sus rostros, pero no podían darse el lujo del descanso.
“Señora ¿Cree que el ala norte se encuentre bien? escuchamos varias explosiones no hace mucho” Comentó un soldado mientras detenía con su escudo un ataque de otro esqueleto.
Aprovechando el momento, Rita volvió a balancear su maza, golpeando tanto el esqueleto que detuvo el soldado como otros dos que se acercaban.
“Si tienes tiempo para preocuparte por ellos, supongo que no necesitarás ayuda para limpiar el camino tu solo hasta llegar al ala norte ¿verdad antonio?” Exclamó con enojo.
“N-no es eso señora, yo solo…”
“Entonces lucha y preocupate por los que estamos luchando a tu lado, no hay espacio para dudas sobre los demás, todos estamos preparados para luchar hasta el final” Dijo rita mientras detenía otro ataque, contraatacando inmediatamente al desviar la espada enemiga en un ángulo abierto que expuso el cráneo del esqueleto y golpeándolo con el mango de su martillo.
“¡Sí señora!” Exclamó el soldado.
Las tropas estaban agotadas, el combate llevaba ya varias horas y los enemigos los habían rodeado, forzandolos a tomar posiciones defensivas circulares. no podían brindar refuerzos, mucho menos solicitarlos, solo había una salida de la situación actual y era resistir hasta la muerte.
Una nueva oleada se movilizó hacia las tropas, inmediatamente sus ataques fueron detenidos por los escudos, justo después los escudos se levantaron un poco y debajo de ellos surgieron martillos y mazas, golpeando los cráneos expuestos de los enemigos, destruyendolos en el proceso.
Afortunadamente para las tropas, las estrategias enemigas siguieron siendo las mismas durante varias horas, pero incluso así, la fatiga y el hambre atacaban con más fiereza que cualquier ejército.
“Primera línea, retoman posición defensiva, Tercera línea, replieguense a los suministros y el reposo” Ordenó Rita en un grito.
En el acto, los escudos fueron cuidadosamente reemplazados de personal, 25 personas nuevas formaron una vez más el estrecho círculo defensivo, acompañados por otros 25 que atacarian y los anteriores 25 escudos retrocedieron a una tercera línea donde rápidamente ingerían alimentos e intentaban descansar sus agotados cuerpos.
Una hora después del cambio, cuando el alba se aproximaba, las tropas enemigas cesaron su ataque
“¿Señora? ¿Cree que el sol les esté afectando?” preguntó Antonio.
“Lo dudo, son demasiados y están siendo liderados, ni la luz de Narh es suficiente para detenerlos bajo estas circunstancias, aunque sí ayudará a debilitarlos un poco…”
Entonces el suelo empezó a temblar mientras varios esqueletos se veían salir volando por los aires en la distancia. en ese momento Rita gritó a sus tropas.
“¡Dividanse a partir del número 13, 4 metros de distancia! ¡YA!”
Las tropas rápidamente obedecieron sus órdenes, separando su pequeño círculo defensivo en dos círculos aún más pequeños, justo en el momento en que terminaron de dividir sus grupos una enorme criatura parecida a un toro de tres metros surgió entre los esqueletos, mandandolos a volar y pasando en el espacio separado por las tropas.
“¡DEVORADOOOOR!” Gritó un soldado.
Una vez cruzado el espacio dejado por las tropas, el devorador dió media vuelta, listo para embestir una vez más, pero fue detenido por un fuerte impacto de martillo que cayó del cielo.
Este golpe lo aturdió por unos segundos, justo lo suficiente para que Rita, la causante del impacto, tomará una posición defensiva para enfrentarse a la criatura.
Teniéndolo frente a ella, pudo ver en detalle a la criatura en la luz del día. Estaba compuesta por múltiples partes humanas, todas carentes de piel, en ningún lugar se podían ver los craneos, pero sí se distinguen formas como de brazos entrelazados para formar músculos, parecía como si la carne expuesta se estuviera fundiendo, había trozos de huesos formando lo que parecían ser sus dientes y algunas cuantas escamas en la zona que seria el cuello, era un espectáculo grotesco que demostraba el destino que tenían las víctimas de esta criatura
La criatura se puso en dos patas, lista para embestir a Rita con su cuerpo inmenso, ante esto Rita preparó su martillo, sus músculos prominentes se tensaron, se podia escuchar un ligero crujido proveniente de donde estaba ella, posiblemente el mango de su martillo estaba llegando a sus últimos esfuerzos.
En un breve instante la criatura Descendió con la intención de embestirla, a su vez Rita balanceó su martillo para golpear a la criatura, fue un golpe preciso, con un gran poder de impacto, inmediatamente se sintió una onda de choque, la cabeza del devorador explotó mientras que su cuerpo salió disparado hacia la derecha, a su vez el martillo de guerra de Rita se fragmentó en múltiples pedazos, algunos de ellos se incrustaron en su armadura, la cual la salvó de una herida que bien pudo haber sido letal.