A nuestro final

Destino: Aniquilacion.

No habian pasado ni diez minutos cuando Roe cruzó la puerta de la habitacion de jack

 

“Capitan, tenemos un problema” dijo con premura al llevar.

 

“Lo se, ya mandé a llamar a los demás con la cabo Lanuel”

 

“tu eres lo más cercano a un experto que tenemos -añadió Rita- ¿algun consejo?”

 

“si de verdad es un lich…” Roe pensó por un momento pero se quedó mirando a Rita, dudando si decir palabra algun.

 

“Ella ya lo sabe, asi que habla con libertad” mencionó jack al ver su duda

 

“¿Cómo es que ella lo sabe?”

 

“Tengo mis formas de saber” respondió Rita sin preocupacion.

 

“¿y aun así te quedaste?”

 

“Roe - interrumpió jack- eso es irrelevante ahora, el lich”

 

“Si… si de verdad es un lich… no hay mucho que podamos hacer, en cualquier otra situacion te diria que abandonemos el fuerte y que volvamos con un ejercito de al menos seis mil tropas junto con la ayuda del clero”

 

“ya, pero eso es algo imposible ahora” respondió Rita

 

“y precisamente por eso estamos condenados,  las tropas no muertas son un problema solas, pero con un lich liderandolas, son una amenaza para el pais entero, se vuelven más fuertes, agresivos, inteligentes y su miasma se intensifica”

 

“Roe- intervino jack de nuevo- nuestro objetivo no es vencer al lich y lo sabes”

 

Con estas palabras el obispo entendió por qué se buscaba su conocimiento, bajó los hombros en señal de resignacion y se sentó, luego de una breve pausa contuó

 

“supongo que estamos de suerte entonces”

 

“explicate”

 

“los pocos registros de enfrenatmientos con un Lich indican que… son como un gato jugando con su presa, no la matara de una vez, sino que la perseguirá, arrinconará, cansará y finalmente, cuando se aburra de ella o encuentre otra más entretenida la matará”

 

“que inspirador” dijo Rita al escucharle

 

“Por ahora -continuó Roe- esta jugando con los wyvernos, pero no se ha olvidado de nosotro, por eso nos arrojó a uno al comedor, para que no lo olvidemos. Diria que tenemos unos… tres, quizas cuatro días, luego de eso vendrá por nosotros”

 

un silencio invadió la habitacion tras estas palabras,un silencio incomodo que reflejaba la realidad de la situacion. Entonces, tras un suspiro que rompió el trance, el obispo continuó.

 

“cuando venga por nosotros lo más probable es que use la menor cantidad de fuerza posible, agotandonos, dando la sensacion de esperanza al poder luchar contra las hordas, todo hasta que finalmente lleguen los refuerzos. En ese momento, cuando tengamos la ilusion de poder ganar, de estar a salvo… entonces nos aplastará rapidamente para concentrase en su nueva victima”

 

“O sea que estamos contenados sin importar qué” respondió Rita

 

“Lo estamos desde que decidimos quedarnos aqui a sabiendas de la horda” añadió Jack.

 

“Bueno, espero que tenga una de sus brillantes estrategias milagrosas, capitan”

 

Jack miró al suelo un momento, luego giró la mirada a Rita. Entonces una sonrisa peculiar surgió en su rostro, una sonrisa que ponen las personas tristes cuando se han rendido en la vida.

 

“Tengo algo… pero solo garantizo a veintitres… y no estamos entre ellos”

 

ante estas palabras tanto Rita como Roe abrieron los ojos en sorpresa

 

“Hagamoslo” Dijo rita, mientras una intensa sonrisa surgia en su rostro.

 

por su parte el obispo Roe mantuvo un rostro más calmado mientras respondia

 

“Veintitres es mucho más de lo esperado”

 

y con este intercambio de palabras quedó marcado el destino de los poco menos de seiscientas almas en el unico fuerte del cañon que hace frontera con las tierras hocitas.

 

Almas que han de luchar valientemente para proteger a sus seres queridos. Mientras esperan unos refuerzos que quizas nunca lleguen.



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En el texto hay: zombis, dioses, guerra

Editado: 11.08.2024

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