Viviendo con el Lobo

Mi nombre es Daniel Burnley, todo el mundo me llama Danny; amigos, profesores, padres, mentores. Tengo un presentimiento acerca de mi, a veces pienso que mi vida no vale la pena, terminaré siendo algo que quizás no está escrito en mi destino. Pero aquí estoy, decidido a conseguir todo lo que quiera sin importar cómo. Solo trato de que me conozcan por quién soy realmente y no por rumores falsos. Por ahora iré al colegio, quiero descansar...

No quiero abrir los ojos.

Después de levantarse para ir al colegio, tomó la ropa adecuada y desayunó.

Convencido de que no quedaba otra alternativa, partió sin nada más que decir, entró al salón y comenzaron las clases.

Su aula tenía la puerta en la esquina superior izquierda tenía 5 columnas de inmobiliarios naranjas por 8 filas de las mismas.

Adelante de todo esto se encontraba el pizarrón de unos 5x1.5m y a un costado contrario a la puerta, el escritorio del profesor. 

Justo estaba en la clase de física repasando el tema: Tiro Parabólico Oblicuo. El aburrimiento se hacía presente, afortunadamente escuchó la campana del descanso.

-Nos veremos mañana jóvenes -Comentaba el profesor con amabilidad-.

-Hasta mañana profesor -Respondió Burnley-. Descanse.

Todo marchaba bien, como comúnmente ocurría en sus días.

Recorría los pasillos mientras se preguntaba: -¿Cuándo volverán las vacaciones?. Esto me está matando por dentro.

En medio de su sufrimiento una chica...

Una hermosa chica, apareció enfrente de él. 

El esplendor del sol volvía su cabello castaño, largo hasta el ombligo y de textura sedosa, su tez blanca, de 1.65 de altura. 

Pero lo que realmente le llamó la atención, fueron sus ojos color Miel puro.

Completamente atontado por su belleza, pronunció éstas palabras: -¿Quién será?.

Trató de seguirla, pero la perdió de vista en un momento, lamentándose, se dirigió al aula de clases. Una vez ahí, no paraba de pensar en ella una y otra vez.

Se había convencido de que la belleza de aquella chica, lo cautivó.

-¡Tengo que conocerla! -Afirmó después de jugar con el lápiz entre sus dedos-.

Finalmente llegó el tiempo para irse del colegio. Se fue a su casa al igual que cuando partió, estaba solo, sus padres le dejaron una nota que decía:

"Querido hijo:

Te dejamos dinero debajo del horno de microondas, ya que nos fuimos con mi madre unos días. Espero que te vaya bien en este periodo, cualquier cosa, llámame".

-Así que otras vacaciones, ¿eh?. Total, aprovecharé para algunos videojuegos -Pensó drásticamente-.

Tomó el mando y comenzó la tarde de partidas.

Cuando sintió hambre fue directo a la cocina, viendo qué podía devorar. Abrió el refrigerador y estaba algo vacío, nada le convencía así que revisó rápidamente la alacena.

Optó por hacerse un emparedado y continuar con las partidas.

Muy noche, decidió irse a la cama para descansar y proseguir el día de mañana.

-Ha sido una semana terrible. -Afirmaba el chico cada que podía, a la vez que tomaba su cabeza y subía su mano por el cabello, sus dedos se abrían paso. Hasta que azotó la mano en la paleta de la banca-.

-Maldición, ¿porqué no avanza esto más rápido?. -Una queja más se hacía presente en sus pensamientos-.

A lo lejos el muchacho pudo escuchar la campana del descanso: -¡Carajo!, al fin, me iba a morir aquí dentro.

Salió disparado a las jardineras para tumbarse y tomar el sol mientras escuchaba música.

Aquella chica de belleza imponente se le apareció de la nada, él estaba con los ojos cerrados, sin percatarse, la chica le habló.

-Hola. -Con un gesto amable-.

Al ver que no le prestaba atención le tocó uno de los hombros, dio un ligero salto ya que no se lo esperaba, se retiró un auricular y dijo:

-Ho... Hola -Respondió entre confusiones-.

-Hola, Shannon Stonem de primer año.

-Da...Daniel Burnley, de segundo año. Un placer conocerte Shannon, ¿qué te trae por aquí?. 

-Decía con un tono más claro y relajado-.

-Por favor, el placer es mío. Te volviste un chico interesante para mí, vine para hacerte la plática -Contestó cortésmente mientras se le notaba en la cara un tono rojo, se había sonrojado...

De la pena-.

-Suena bien. Venga, ¿de qué quieres hablar?.

-Veamos.... ¿Qué edad tienes?. 

-17 ¿ y tú?.

-16, ¿qué género de música escuchas?.

-Metalcore, Deathcore, Heavy Metal, Death Metal, Industrial Metal,.

-¿¡Enserio?!. A mí también me gustan ese tipo de géneros.

-Vaya, casi no existen chicas así. 

-Lo sé. ¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres?.