Ághanon, los sueños de Vera

IV. Descubrimiento

 En el camino que hacían hacia Gon, el elfo explicó a Nadín todo lo que Abbot le contó acerca de la aparición de la niña y lo molesto que estaba.

 Cuando llegaron, Elm Olbek, ya estaba con ellos. Un elfo de piel blanca, cabello largo negro y atado de manera prolija a altura de la nuca, debajo de una túnica verde, propia del cargo que ocupa en el consejo, vestía un impecable traje color azul característico de los sanadores y digno del heredero de la casa Werban.

— ¿Y Vera dónde está?, ¿qué le ocurrió?—habló Nadín preocupada, buscando a la niña con la mirada.

—Ella se encuentra bien, Farz—. La tranquilizó Abbot con notable enojo en la voz—El sanador la está revisando, solo tiene un corte en la pierna. Ahora, podrían haberme hablado de la situación ¿no creen? —reclamó con brusquedad y cara de disgusto, mientras caminaban hacia el sanador y la niña.

— ¿Cómo has sabido que es humana? A simple vista es solo una kurana más—preguntó Alred.

—Me sorprende Doak, sus orejas son humanas, no tiene gema, y estaba muy asustada para ser una Kurana—respondió Abbot un poco altanero.

— ¡Vera! — gritó Nadín al verla— ¿Cómo te encuentras? ¿Te sientes bien? —preguntó en un tono más suave.

—Hola—dijo la chica. Su rostro era el de alguien que no sabía que decir. Aun así intentó sonreírle a Nadín—estoy bastante asustada la verdad. ¿Esto es real? —preguntó ansiosa su acompañante solo la miraba un poco preocupada— ¿Quiénes son ellos? Ya me quiero ir—dijo más desesperada. Nadín posó su mano sobre la mejilla de la niña y la acarició con suavidad para aliviar su preocupación, y asintió.

—Sí, todo esto real, pero tranquila—dijo. Vera sentía su corazón latir con desesperación — ¡Oh! Por poco lo olvido, la Sabia quiere hablarles—dijo incorporándose impulsada por el recado, posó su mano sobres la flor que sacó de una especie de riñonera, y luego de concentrar su energía para anunciar a la sabia; se escuchó clara y alta la voz de Gangra:

—Los espíritus los guíen—dijo, era saludo fraternal y religioso (típico en Ághanon).

—Hasta el fin—Respondieron todos.

— ¿Cómo se encuentra la niña? ¿Alguien más sabe de ella además de vosotros? —preguntó preocupada.

— Al parecer no. Estábamos en medio de un entrenamiento cuando la oímos, aun así solo yo he tratado con ella y he enviado por Elm para que me ayudara. No sabía que ya había estado aquí antes, sepan comprender ¡es una humana!—explicó el capitán ante la atenta mirada de Nadín y Alred.

—Podrías haber confiado, Gangra, jamás te he fallado y la situación es compleja para que la sobrelleves sola, en especial cuando no puedes salir de la isla—reclamó el sanador.

 Vera escuchaba todo y pensaba ¿por qué eran tan misteriosos? Aunque al parecer ninguno de ellos parecía entender que eso era un sueño. Tenía que admitir que se asustó muchísimo cuando le dijeron que eso era real.

 

—Lamento no haber informado, en el momento que la vi supe que era humana, lo que no me acaba de convencer es su edad, creí que era mejor mantenerlo en un pequeño grupo— se disculpó la sabia y pasó a contarles detalladamente toda la situación, desde su edad, el tema de los portales, sus ojos y su aparición en sí. —Hallen un lugar donde ocultarla por el momento y que inicie en una institución cuanto antes, tiene mucho que aprender. Solicito tu ayuda Elm para encontrar una respuesta, tu rango y poder lo facilitan—Hizo una pausa bastante larga— saben lo terrible que sería si llega a oídos de todos que una humana pisa suelo aghaniense.

—Hablas lo cierto, pero entonces ella ¿no es quien parece? Porque juro por las Lunas que cuando la vi estuve a punto de…— Abbot no pudo terminar porque Nadín lo interrumpió.

— ¡NO! No es quien parece. Recuerda, solo tiene diez años—Dijo Nadín señalando hacia donde estaba Vera.

 

 Nadie entendía la razón de su apariencia, pero sí se comportaba como una niña.

 Alred preguntó a donde la llevarían, nadie decía nada todos esperaban la propuesta de alguien más.

—A Werban, en ningún lugar estará más segura. Y puede ir cualquiera de ustedes y permanecer con ella — habló entonces el sanador.

—Nadín fue designada su protectora, ella irá si es necesario. Gracias Elm, hay mucho por averiguar aún. Y otro punto a destacar es que apareció nuevamente en el Nil. Es muy extraño ni siquiera está cerca del portal—expresó la Sabia.

—Es extraño como peligroso, si su aparición llegara a ser azarosa sería fatal que apareciera en cierta región—habló susurrante Alred.

—Sería una desgracia, los resentimientos no se van— continuó Abbot generando un clima hostil.

 Nadín apaciguó la tensión amablemente, acompañada con una sonrisa.

—Mantenedme informada por favor, me despido—habló Gangra y seguidamente Nadín selló la flor.

—Partamos entonces— dijo Elm quitándose la capa para colocársela a Vera que se había quedado dormida bajo el árbol. 

— ¡Astor! Ven—llamo Alred y se acercó a ellos un animal, color amarillo claro y rojo. Con cuerpo felino de tamaño de un caballo, alas fuertes, grandes orejas, fríos ojos de serpiente y una larga cola.



#8778 en Fantasía
#3405 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: sueos extraños, lunas, energa

Editado: 30.11.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.