-prólogo-

No porque nos hayan educado sobre la historia familiar desde que tenemos memoria significa que sepamos todo sobre ella. A veces la misma familia oculta cosas que no consideran aptas para las nuevas generaciones ya sea por ser muy obscuras o por querer mantener una apariencia aunque, claro, las cosas saldrán a la luz tarde o temprano.

La familia Jones, una de las más antiguas y poderosas del Reino Unido que es partícipe de un obscuro secreto. El primogénito siempre había nacido siendo varón hasta que llegó la era de Sebastian Jones y Michaela Rojas, una heredera de origen mexicano. Sus hijas, trillizas de gran belleza: la mayor, Elizabeth, la mediana, Madeleine y la menor, yo, Abigail Jones. Mi nombre elegido por mi madre; de origen hebreo cuyo significado es "el gozo de mi padre" y quién diría que hasta mi propio nombre sería parte fundamental de mi propio destino que ya había sido elegido por mis propios genes sin tener la oportunidad de moldearlo a mi manera. Una vida que ya había sido arreglada desde antes de nacer puesto que inclusive me habían seleccionando a un prometido, cómo si aún estuviésemos en el siglo XIX aunque no me podía quejar, era un chico bastante agradable. Llegado a este punto dirán: "¿Qué tiene que ver esto con los secretos familiares?" déjenme ilustrarlos, mis pequeños corderos. Todos los sucesos que me ocurrieron cuando aún gozaba de la llamada "Humanidad" tenían alguna relación entre si, desde el nombre hasta hechos traumáticos cómo lo fueron violaciones y engaños. Encuentros y contratos. Discusiones y Enemistades. Asesinatos y sacrificios. Cosas malas que resultaron buenas y cosas buenas que resultaron malas para las demás personas. Una supuesta enfermedad mental resultó ser mi verdadera persona, la cara que tomaría mi cuerpo por el bien de mi vida. Tal vez suene cómo un mero disparate pero a final de cuentas no sabes qué es real y qué es falso, la realidad puede ser una fantasía creada por la sociedad para cubrir lo que no les agrada y quedarse con lo que les conviene, cómo siempre a sido. Lo que menos se creía que era real resultó serlo. 
Esta es mi historia, la historia de Abigail Jones, la última generación de la familia Jones.