- ¿Quieres ser mi novia? –El chico ante ella, que además acaba de conocer en la discoteca, la mira expectante.- Creo que me enamoré a primera vista.
La morena lo mira sorprendida tanto por la propuesta como por la naturalidad que las palabras se deslizan por los labios del hombre frente a ella; ¿Qué carajos está sucediendo? Encontrándose arrinconada a la pared de la parte privada de la discoteca con un chico acorralándola y pidiéndole el noviazgo a pesar que se conocieron hace menos de dos horas.
¿Cómo pasó esto?
Horas antes la morena se encontraba caminando bajo el sol matutino en medio de una construcción ignorando las miradas sorprendidas de los obreros al verla pasar. No era usual que mujeres entraran en las zonas de construcción, mucho menos si eran jóvenes y tan hermosas como la castaña. Los pasos de la mujer demostraban absoluta confianza, haciéndole lucir más alta de lo que en verdad es. Eso, en conjunto con su vestimenta juvenil conformada por unos pantalones boyfriend y una camisa negra manga larga arremangada, desconcertaba a los trabajadores de la obra, aún más al observar que la mujer utilizaba las botas, los lentes y el casco de seguridad sin ninguna pizca de incomodidad. La morena siguió su camino por la construcción hasta llegar con el jefe de obras y el ingeniero civil, quienes la recibieron con entusiasmo.
-¡Arquitecta Grace! Gracias por haber venido hasta acá, sabemos que está ocupada pero tenemos dudas con los planos –Exclama el ingeniero al verla llegar.
- Tranquilo ingeniero Brown, recuerde que puede decirme Alma, después de todo es mi superior -Contesta con una sonrisa la morena.
- Que humilde es la mejor arquitecta de Crowntow-Bromea el jefe de Obras obteniendo una ligera risa por parte de Alma.
Alma Grace a sus 26 años se había vuelto una arquitecta muy conocida, no solo por hacer los mejores planos y maquetas, sino por su conocimiento en obras. Sabe más que un ingeniero civil o un jefe de obras, callando a aquellos que alegan que una mujer solo debe centrarse en la belleza y los quehaceres del hogar. La morena tiene cabello y ojos color marrón, nariz respingada, labios carnosos y pestañas abundantes; su estatura es de 1.60cm y posee un cuerpo curvilíneo. Su físico hace que las personas asuman que es una chica delicada o sumisa, como gran parte de las mujeres de su estatus social actual, pero al ser espectadores de su actitud fuerte y su carácter “complicado” las expresiones de sorpresa no tardan en llegar al igual que los comentarios despectivos cuchicheados cuando ella da la vuelta. Alma estaba consciente de eso pero no le importaba, ella jamás se dejaría pisotear.
-Permítanme revisar los planos -Dice acercándose a la mesa donde están extendidos y observándolos con atención, el ceño fruncido hace presencia en su rostro al no notar cambios en ellos.- ¿Cuál es el problema? Todo está tal cual fue aprobado en la junta.
- Aquí -Señala una estructura el jefe de obras- ¿Por qué hacerla tan pesada y no de otro material?
- Por la zona –Responde con sencillez la morena. -La escuela se había derrumbado porque el antiguo gobernador para ahorrar gastos pidió que se usaran materiales económicos y ligeros. Esta zona puede sufrir sismos, y además hay que hacer una base firme para que no vuelva a derrumbarse. –Alma explicaba pacientemente mientras su mano viajaba por los planos mostrando el terreno aludido.
- Se lo dije -Responde el ingeniero en dirección al otro hombre presente- La arquitecta tiene en cuenta todo al momento de hacer el plano.
- ¿Pero al hacerla tan pesada no corre riesgo de caerse? -Pregunta el jefe de obras aún sin estar convencido.
-Por eso se hará más ancha, para no hacer más de dos pisos. E igual aunque la estructura sea firme se compensará con su forma -Responde puntualmente.
- Es una genio – Dice con sorpresa el jefe de obras, comprendiendo el plano.
- Tranquilo jefe Shawn- Ríe la morena con algo de incomodidad.
- Y amable, si no fuera por la colaboración de la compañía Grace no se reconstruiría la escuela de música –Añade el señor Brown con agradecimiento.
- Si no hay más dudas iré a la oficina -Dice Alma sabiendo que tiene un día ajetreado y no debe tardar tanto.
- Todo está perfecto, hasta luego -se despide el Jefe Shawn con un asentimiento.
- Nos vemos luego -Agrega el ingeniero Brown.
- Hasta pronto –La mujer agita su mano en dirección a los hombres en manera de despedida y da una media vuelta caminando hacia la salida. La morena atraviesa la construcción mientras observa con interés a su alrededor, la construcción ya iba avanzada puesto que el primer piso ya estaba armado y solo restaba la creación del segundo. Alma comprendía las inquietudes de los hombres con respecto a los materiales indicados, después de todo no era fácil que confiaran plenamente en alguien mucho menor que ellos.
Una vez que llega a su camioneta Jeep se deshace de los lentes y el casco de seguridad arrojándolos al asiento trasero y coloca la llave en el contacto; su mejor amiga se quejaría al verla así, utilizando las botas amarillas de seguridad y conduciendo un auto que en la percepción de Sabrina no es “un auto para mujeres”. La morena niega al recordarse de todas las veces que la rubia le ha hecho ese comentario y empieza a conducir en dirección a la empresa. Las canciones reproducidas en la radio hacen que el camino luzca más corto y, cuando estaban sonando los últimos acordes de “everybody wants to rule the world”, Alma apaga el motor estacionándose en su puesto. La morena estira su brazo y tantea el suelo de la parte trasera del auto en busca de las sandalias de tacón negra, una vez que las encuentra cambia las botas de seguridad por el calzado que la hace lucir más formal.