27 de diciembre, 2019.
Creo que me congeló. No escucho nada a mí alrededor y todo lo que puedo hacer es verlo a él. A mi salvador y agresor.
Creo que estoy aturdida. Paralizada.
Sacudo mi cabeza viendo alrededor a las personas pasar. Algunos murmuran, otros gritan, pero ninguno nos toma en cuenta. Alzó la vista dónde Braden y ya no está. Mis cuerpo tiembla y mi vista comienza a hacerse borrosa.
Aprieto mis labios con fuerzas. No voy a llorar, no voy a llorar. Si lloró no sabré detenerme.
No puedo estar ni un segundo más aquí, tengo que irme.
***
— Ese maldito. ¿No puede sólo dejarte en paz? —es lo primero que me dice, Rosalie. Al terminar de contarle mi encuentro con Braden— No le basta con todo el daño que te hizo. ¡Es que lo mató, te juro que lo mató!
— ¡Rosalie Hale, calmate! Sabes que no puedo hacer nada. Lo intenté, y lo único que logre fue que me dijeran que era mi culpa. Que yo lo provocaba.
— Lo sé, lo sé. Pero joder no puedo evitar enojarme.
— Sólo no lo tomemos en cuenta. Mientras no me busque, intentaré ser ciega, sorda y muda.
— ¡Lo odio tanto! —exclama y luego de pronto dice— Arreglate vamos a salir hoy. Nos vamos a fiesta. Y no aceptó un no por respuesta.
— ¿No sólo me puedo quedar en casa, ver películas y dormir?
— Ni lo sueñes, por qué es un no.
— Al menos lo intenté —murmuró en voz baja.
Luego de habernos arreglado, y haber hablado mucho más. Nos fuimos de mi apartamento a la fiesta de el primo de Rosalie. El lugar era un salón reservado en el centro de la ciudad. Tenía una buena pintar fuera y se veía a muchas personas llegar. Estaciono mi auto en uno de los puestos libres y nos quedamos unos cuantos minutos en el y luego nos bajamos.
Al entrar se notaba que era una fiesta privada. Aunque había mucha gente, no estaba lleno en su totalidad. Nos sentamos en una mesa y un mesero se acercó preguntándonos que queríamos de tomar, luego de tomar nuestra orden. Dos cócteles se marchó.
— Quédate acá un momento, voy a saludar a mi primo y luego vuelvo. Cualquier cosa me llamas.
— Esta bien. Aquí te espero melocotón de mi lindo corazón. Le mandas saludos de mi parte.
— Ya vuelvo. —luego me tiró muchos besos a lo que yo les correspondía, devolviendoselos.
El mesero llegó con nuestros pedidos. Y como Rosalie no está se lo dejé a un lado de la mesa, y me dispuse a tomar el mio. Al rato un chico se acercó.
— Hola muñequita. ¿Qué hace una chica tan linda como tú solita? —habló, se notaba que estaba pasado de tragos.
¿Es que no podemos salir sin que uno de estos babosos, nos moleste? Creen que por acercarce y fastidiarnos, ya le vamos a abrir las piernas.
Es demasiado molesto.
— Lo mismo que tu haces aquí, divertirme. —respondí cortante—. Así que ya vete, estoy esperando a alguien.
— Podríamos divertirnos juntos. ¿Qué te parec... —alguien lo interrumpió.
— Te dijo que te vayas. Ahora ya vete. —una voz masculina e intimidante se escucho a mis espaldas.
El chico dudo pero se marchó. Por mi parte le iba a agradecer a la voz que me salvó. Pero al voltearme, ya no estaba.
¿Quién sería la persona que me salvó? Rosalie me sacó de mis pensamientos.
— ¿Quién era ese bombón?
— ¿Quién?
— El que estaba hace un momento aquí. —explicó—. Estaba de regreso cuando vi a ese estúpido que te estaba molestando. Le iba a patear el trasero. —levantó la mano derecha junto a tres dedos como juramento— ¡Lo juro! Cuando ese bombón se te acercó.
— No se quién era, ni cómo era. —tomó un trago de mi cóctel.
— Bueno... Vamos a bailar. —me quitó mi vaso y lo dejó en la mesa. Agarró mi mano y nos dirigió a la pista de baile.
Al principio me sentí un poco incómoda por las miradas que nos daban. Pero luego sólo las ignore y me dispuse a bailar con mi amiga. Entre baile y baile, sentí una mirada en mi nuca, al buscar quién era. Me di cuenta que era un chico que estaba en un grupo, en el cuál no estaba hablando con nadie. Sólo me miraba.
No le preste atención y sólo seguí bailando. Miré a Rosalie cuando la empezó la canción "Dangerous Woman - Ariana Grande." y nos reímos. Era hora de nuestra coreografía.
Al principio hicimos pasos simples como mover las caderas arriba y abajo deslizando nuestras manos a lo largo de nuestro cuerpo. De vez en cuando veo al pequeño público que está a nuestro alrededor y luego miró mi cuerpo, manteniendo los labios entreabiertos y sonriendo un poco.
Luego al llegar al coro empezamos con algo más elaborado. A pesar de que no bailamos profesionalmente, sabemos como movernos, ya que estuvimos unos meses en clases de baile sensual.
Algo de ti.
(Something 'bout you,)