Recordando
Las siguientes horas pasan y yo sigo aquí entre estas cuatro blancas paredes de hospital. Han tenido que cambiar mi yeso debido a que se ha ensuciado en mi caída y otras cosas más a las cuales no les preste atención. Siguen pasándome suero a pesar de que he comido lo que me trajeron.
Decidieron dejarme dos días en observación para hacerme unos rayos x en la pierna. Se supone que debía tener un mes de reposo sin hacer mucho esfuerzo con ella, repito: se supone.
En las horas que he estado aquí mi madre no ha venido y el supuesto tío Frank no ha asomado sus narices por aquí.
He estado observando por la ventana. Está lloviendo fuerte, así como aquél día. He estado pensando, incluso más que los otros días. Trato de recordar lo sucedido las últimas semanas y las personas que aún siguen en mis recuerdos. Pero hay pocas personas y sé que mi hermano y yo teníamos un gran círculo de amigos, lo que más me gustaría recordar es la casa en donde fue la fiesta... pero no hay nada. Ni siquiera recuerdo el color del auto de mi madre, no recuerdo si tengo una mejor amiga... Es frustrante.
Solo recuerdo al señor de la tienda cuando fuimos a comprar alcohol, dos botellas de vodka y unas cervezas de lata. Recuerdo que mi hermano pago en efectivo. También recuerdo que se peleo con su mejor amigo ese día por su ex novia Gabriela. Pero no recuerdo el nombre, ni el rostro del mejor amigo de mi hermano. Aunque si recuerdo a Gabriela, quizá sea a ella a quien deba buscar apenas salga, quizá ella tiene algunas respuestas.
Creo que debería empezar hacer una lista y anotar a las personas que recuerdo. Empezar anotar lo último que recuerdo, debo escribir todo lo que sé y quizá así recuerde mucho más. Lo que más me duele es que no podré olvidar el momento en que vi a mi hermano morir...
Abro los ojos y busco frenéticamente a mi hermano, ¿Dónde está? Siento unas punzadas en mi pierna derecha, se siente como si me enterraran clavos allí, no la puedo mover pero siento dolor y se que eso es bueno. Siento algo frío bajar por mi frente, llevo mis manos temblando hacía donde siento las gotas bajar y al limpiarme veo que es sangre. Grito el nombre de mi hermano pero no hay respuesta. Me quito el cinturón de seguridad y trato de salir del auto pero es imposible, mi pierna esta inmóvil con algo, no la puedo sacar por más que intente a pesar del dolor. Escucho unos murmullos al frente, justo en el capo del auto, busco mi celular y ruego porque aún sirva y así es. Enciendo la linterna de este y alumbro. Mi hermano esta en el suelo bocarriba, con su mano derecha en su estomago y de su boca sale sangre. Se está quejando de un dolor que yo no puedo sentir. Le empiezo a gritar que se calme, que pronto iré a ayudarle y trato de salir, pero sigue siendo imposible. Abro la puerta, que esta toda golpeada y la empujo, miro al suelo para asegurarme que no caer encima de algo que me empeore, me tiro hacía el suelo sacando mi pierna y gritando al mismo tiempo debido a que sentí que me he roto algo, pero no me importa. Empiezo arrastrarme hacía donde esta mi hermano con el celular alumbro el camino hacía allá, tardo un poco en llegar; pero lo hago. Lo alumbro a él revisando lo que está mal y tiene una perforación en su abdomen, está sangrando mucho. Reviso mi celular para poder llamar pero no hay nada de señal. Empiezo a llorar y lo abrazo con cuidado. Esta balbuceando unas cosas, pero no logro comprender. Luego empieza a moverse y de su boca empieza a salir mucha más sangre, lo abrazo con fuerza tratando de hacer que se quede quieto. Empiezo a llorar porque se lo que viene. De un momento a otro sus movimientos cesan y yo cierro los ojos y me duermo junto a él.
Me quedo mirando a un punto fijo de esa pared blanca. ¿Por qué si pude llorar ese día, hoy no puedo? Sé que algo más sucedió, siento que hay muchos espacios en blanco que necesitan ser llenados.
—Mi pequeña. — Abre alguien la puerta, mi madre. Se dirige rápidamente hacia mí y me abraza. — Me tenías tan preocupada.
Sigo sin comprender porque ha tardado tanto en venir. Hace unas cinco horas Frank me dijo que ella ya venía en camino, y de aquí a casa solo es media hora o quizá menos. Pero no le pregunto nada al respecto.
—Hay alguien que quiere verte. —Me dice y sonríe un poco. Se dirige a la puerta y entra un chico de cabello castaño, piel bronceada, alto, de ojos claros y largas pestañas. Me ve y luego sonríe con un deje de tristeza y yo lo miro confundida. —Los dejaré solos.—Dice mi madre y se retira.
— ¿Cómo estas, cariño?—Frunzo el ceño y lo miro confundida.
—Yo... lo siento. Pero no sé quién eres. —Le digo con pesar. No sé a cuantas personas no recuerdo y no sé a cuantas recuerdo, pero esto es frustrante y confuso.
—Soy Cam, tu novio...—Dice lentamente. —Llevamos un año de novios, Victoria. Estuve el día del accidente, te ayudé. —Continúa. —Yo iba de vuelta a casa con mi hermano y vimos el auto de tu madre en medio de la carretera, me preocupé y entonces...—Siento una presión en el pecho y más recuerdos llegan a mí. Luego lo miro fijamente. Él... él tiene algo que ver en eso.
— ¡Vete!—Le grito— ¡Vete, maldita sea!—Le digo con furia y sale inmediatamente de la habitación.
Despierto con un terrible dolor y aún estoy abrazada a mi hermano con el celular en la mano, aún tiene esta encendida la luz de este. Debo salir de aquí y buscar ayuda. Empiezo arrastrarme y escucho voces, voces masculinas y empiezo a gritar por ayudar. Los pasos se vuelven más rápidos y empiezan a correr.
—Logró salir del auto. Me sorprendes Victoria. —Dice. Esa voz...
—Ayuda. —Balbuceo.
— ¿No se supone que deben morir los dos? —Pregunta y una segunda voz habla.
—Ella no. Él idiota aquel fue el que descubrió todo. Duérmela y déjala en el auto con el cinturón puesto. —Dice y uno de los dos me carga y suelto un grito porque ha sido brusco y me ha golpeado la pierna con algo. Me tira en el asiento y me pone el cinturón cerrando la puerta. —Corta el cinturón de él y vamos a romper el vidrío. Recuerda que esto debe parecer un accidente.