Era él. Era el mismísimo lucifer encarnado en sus ojos color azules, que a veces me parecían de un color oscuro. De ese oscuro del cielo cuando está por llover, cuando en el cielo no hay estrellas y las nubes se aglomeran listas para expulsar gotas de agua. Era él, estaba a metros de mi y yo me quedé atónita.
-Ah peque, me había olvidado de avisarte pero Thomas trabajará en mantenimiento, por si algún juego se descompone- Mi tío me miró con una sonrisa en sus labios.
Alterne la vista entre él y mi tío, ninguno de los dos iradiaba complicidad, sólo mera casualidad.
Emiti un pequeño asentimiento y volví a buscar los folletos. Salí de la carpa en cuanto me di cienta que la situación se estaba tornando un poco -demasiado- incómoda y me dirigí hacia la entrada.
No podía creerlo. ¿Porque mi tío lo había contratado? y lo más importante de todo: ¿que hacia Thomas aquí?
Hacia 2 años que no lo veía por ningún lado. Había desaparecido luego de lo ocurrido aquí mismo y ahora volvía como si nada. No podía entenderlo, tampoco quería hacerlo pero mi mente curiosa me exigió que buscará respuestas, no me podía quedar así ahora que había aparecido de la nada. Thomas no es de las personas que dan puntada sin hilo. Había algo que me estaba perdiendo, Y tenía saber qué.
-Oye Amanda-le hable a la esposa de mi tío en cuanto llegue a la boleteria, no espere respuesta, quería sacarme la duda cuanto antes- ¿Porque mi tío contrato a un personal de mantenimiento si teníamos a Jake?
- La verdad es que no tengo la menor idea, pero supongo que lo hizo por las dudas Jake no estuviera, últimamente no está mucho en el pueblo
-Ah, bueno, gracias
-¿Porque preguntabas querida?
-No- negué con mi cabeza- Por nada, iré a la entrada a entregar los últimos folletos
Me retiré con un asentimiento de parte de Amanda, no quería llenarla de preguntas ahora. Pero me parecía muy raro su respuesta: ¿jack últimamente no está? Ayer lo vi hablando con mi tío en la carpa ultimando detalles. Y hacia 2 días que lo había visto revisando todos los juegos. Sin embargo hoy no lo había visto por ningún lado, pero simplemente me pareció raro. No quise indagar más y me concentre en llegar a la entrada, poner mi habitual sonrisa y repetir las palabras de bienvenida a los turistas.
El atardecer estaba en su punto máximo y mis ojos se sentían cansados, más bien toda yo me sentía cansada. Entre tanto ir y venir, los gritos de los niños porque querían subirse de nuevo a los juegos y sus llantos porque no se querían ir. Los bufidos de sus padres porque alguno de los juegos se descoponian y mi falta de paciencia con sus ojos acusadores.
Y ahí estaba Thomas con su sonrisa encantadora a cuestas, bailando con mi poco humor por el cansancio. Deslumbrado a los padres enojados y arreglando los juegos como si realmente supiera lo que estaba haciendo. Como si realmente tuviera experiencia en arreglar juegos. ¿Realmente la tenía?
No lo sabría, como había mencionado antes, Thomas se había ido hacia 2 años y yo no tuve ningún rastro de él, hasta hoy.
-Hola Pei pei- sabía de sobra que se trataba de él, pero no quería darme vuelta. No queria enfrentarlo aquí, en donde pasó todo.
Moví mi pierna derecha para empezar a caminar hacia otro lugar, pero fue más rápido que yo y me agarró del brazo.
Mire sus ojos con un poco de remordimiento, de pronto una sensación de odio me inundó el cuerpo. De pronto me había embargado un sentimiento de mal estar. Antes me hubiera derretido en cuanto sus ojos azules me hubieran mirado. Antes hubiera querido que me tocará como lo había echo. Pero hoy no. Hoy su toque me generaba rechazo. Hoy su mirada me hacia arrepentirme de haber sentido algo por él. Hoy lo que Thomas me transmitía era culpa, era remordimiento, era odio.
Por supuesto que él solamente quería fastidiarse al formar una sonrisa, sentí como mis 5 sentidos se pusieron alerta.
- Que es lo que quieres?- Convertí mi mirada en una llena de desafió, quería que se fuera.
-Hablar, solamente quería hablar, baja la guardia pei pei
- No me digas así
-Ahora no te gusta? Antes te gustaba- sus cejas subieron de prisa
-Antes-le recordé- Antes, así que ahora no me vuelvas a decir así.
-Esta bien, como tu quieras- su mano derecha esbozó un ademán.
-¿Porque estás aquí? ¿Que es lo que quieres? Sabes muy bien que mi familia no sabe nada, que si se enterarán yo...
- Te quiero a ti- me interrumpió - Te necesito a mi lado
Lo mire un instante, dude de sus palabras ¿porque ahora me necesitaba? Habían pasado 2 años, él se había ido; sin una explicación, sin un mensaje y ni siquiera una llamada. Lo había esperado, por supuesto que lo había hecho, todos los días esperaba alguna noticia y ni hablar de las noches en las que pedí por él.
Y ahora decía que me necesitaba, estaba tan enojada que lo único que hice fue darme la vuelta deshaciendo de su agarré.
🇨🇦🇨🇦
Muchas gracias por leer❤