Cómo enamorar a Dylan

Capítulo seis

Mi salvador.

Mi mandíbula cae al suelo al verlas a ellas y con "ellas", saben a quienes me refiero. ¡Very good! La motosierra y su grupo de zarigüeyas, se encuentran en el baño frente al gran espejo maquillándose como payasos. Estas al notar mi presencia dejan lo que estaban haciendo hace un momento para fijar sus ojos en mí, mientras que por mi parte me quedo parada en mi lugar, atónita y sorprendida. Luego de unos segundos de puro silencio, Delfina lo rompe con su odiosa voz.

ꟷMiren a quien tenemos aquí, chicas ꟷdice mientras guarda su labial rojo pasión en su bolso y me mira de pies a cabezaꟷ No es nada más y nada menos que la sucia vagabunda.

Todas comienzan a reír, mientras que se acomodan en fila al lado de Delfina, cubriendo todo el diminuto espacio del baño. Rápidamente comienzo a temblar de los nervios y a sudar desenfrenadamente en las palmas de mis manos, pero velozmente las limpio con la punta de mi falda. Delfina al notar ese acto posa su mirada en mi falda a cuadros, mirándolo meticulosamente, mientras se forma una sonrisa perversa en sus labios. Acto seguido comienza a caminar lentamente hacia mi dirección, sin borrar su sonrisa de su rostro, mi respiración se entrecorta cuando está a unos pasos de mi hombro, pero al pasar de largo suelto un pequeño suspiro. Sin mirar hacia atrás escucho como cierra la puerta con seguro y es ahí en donde el alivio que sentí hace un momento se esfuma rápidamente.

¿Por qué mierda cerró la puerta?

O mejor dicho…

¿POR QUÉ MIERDA CERRO LA PUERTA CON SEGURO?

El pánico se apodera de mí y comienzo a asustarme, así que decido darme media vuelta para poder abrir la puerta e irme de aquí, pero el cuerpo de Delfina cubre la puerta, omitiendo mi escape. Comienzo a caminar lentamente hacia su dirección, mientras esta me mira intensamente con sus ojos color avellanas, su mirada es tan intensa que mis pasos cesan y bajo la mirada sin poder aguantar su fijación en mí.

ꟷ Tengo que admitirlo ꟷDelfina comienza a hablar, causándome que los pelos se me pongan en puntaꟷ Esa falda te queda muy bien.

Esperen… ¿What?

Rápidamente levanto mis ojos mirando a la causante de aquel comentario y me pongo aún más nerviosa al ver que está por segunda vez se acerca lentamente hacia mí, pero esta vez mientras que su mirada va dirigida hacia mi falda. Al estar a unos cuantos centímetros cerca mío, sus ojos se dirigen hacia su grupo de amigas que se encuentran en sumo silencio observando la escena.

ꟷOigan chicas, ¿No creen que esa pequeña faldita le queda muy bien?

ꟷPor supuesto, así vestida no parece una vagabunda ꟷdice Yesica, mientras las demás comienzan a reírseꟷ Al parecer ahora sí pudo comprar ropa.

ꟷSi, tal vez aquella vez consiguió dinero limpiando la escuela ¿No lo creen? ꟷmenciona esta vez Carmen y las demás integrantes comienzan a reírse en forma de respuesta.

ꟷ ¿Recuerdas cuando te ayudamos? ¿Aquella vez cuando te dimos nuestra basura para que la recogieras del suelo? ꟷDelfina posa nuevamente su penetrante mirada en mí, mientras que lleva su dedo índice en sus labios rojos carnososꟷ Bueno, nena. Si gustas podemos ayudarte nuevamente con eso ¿Qué les parece la idea, chicas?

Las demás integrantes del grupo comienzan a reírse como respuesta, mientras que por mi parte mi mente esta en blanco, procesando todo lo que está sucediendo. Luego de unos minutos las risas cesan y Delfina comienza a rebuscar algo en su bolso negro de cuero, mientras que yo solo me limito a observarla atentamente. Después de varios segundos de búsqueda Delfina saca su objetivo, un pequeño cutter con mango rosa de plástico. Al ver dicho objeto trajo saliva y mis músculos se contraen por los nervios.

Ok, señoras y señores... Ahora si tengo miedo.

ꟷ Esa falda te queda bastante bien, lo repito nuevamente ꟷDelfina empieza a jugar con el mango del cutterꟷ Pero te quedaría mucho mejor si le hacemos unos retoques.

Sin previo aviso y con unos rápidos movimientos Delfina se abalanza hacia mí, tomando la punta de mi falda en una mano y con la otra comienza a rasgar mi falda. El pánico se apodera de mí y me limito a tratar de zafarme de ella, pero desgracia mente no puedo ya que esta cucaracha tiene mucha más fuerza que yo. Mientras ella sigue cortando la punta, hasta casi llegar a mis muslos, mis ojos se empañan de lágrimas, pero aun así sigo tratando de alejarme de ella.

ꟷQuédate quieta ¿No ves que estoy tratando de ayudarte?

Sin poder contenerme más comienzo a dar fuertes sollozos, mientras que las otras chicas comienzan a reírse por aquel show que estamos dando. Delfina sigue rasgando con mucha fuerza la tela de mi ropa, tanto que de apoco ya se está viendo mi ropa interior, rápidamente la vergüenza se mezcla con mis lágrimas y siento mi rostro caliente.

ꟷ ¡Basta! ¡Por favor déjame!

ꟷ Estoy ayudándote, nena ꟷde repente toma fuertemente mi brazo izquierdo con mucha fuerza, causándome dolorꟷ ¡Así que copera!

El dolor en mi brazo se va haciendo aún más fuerte, cuando siento que Delfina clava sus largas uñas en mí. Otra lagrima se resbala de mis ojos aguantado el dolor y la vergüenza que estoy sintiendo, realmente nunca he estado en esta situación y créanme que no se la deseo a nadie, e incluso ni a ella. Soy una persona bastante débil y sensible, pero lo que me están haciendo es cruel demasiado cruel. Mi mente comienza a indagar en esos bellos recuerdos de libros, en donde la protagonista es salvada por su enamorado o en ese instante en donde la princesa es rescatada por su príncipe azul, maravillosas partes en donde la vida te muestra que no estás sola y que hay alguien que te cuida y ama. Algo que claramente yo no tengo, no tengo a nadie que pueda venir a salvarme en estas circunstancias, nadie que pueda venir como en mis libros favoritos y salvar el día como en los capítulos de libros de romance.



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En el texto hay: novelajuvenil, romace y desamor, odio al amor

Editado: 05.01.2023

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