Mientras comía esta ahogada en mis pensamientos sobre la salda con Nil, es decir, me agrada, pero ¿me agradaba lo suficiente para salir de mi cómo hogar después de tanto tiempo? Fue entonces cuando recordé las palabras de mi psicóloga: “Laia debes salir, el mundo sigue y tu estas estancada, solo inténtalo, te estás haciendo daño sin darte cuenta”
Y odio que tenga la razón el mundo sigue cambiado y yo estoy más estancada que el agua de una alcantarilla, es momento de dejar de pensar y seguir con mi vida, al menos intentarlo.
-¿Laia estas bien? - la voz de mi madre me saca de mis pensamientos
-¿Eh? sisi solo estaba pensando en que quiero hacer cambios.
-Me alegro hija, me parece genial- esta vez habla mi padre el cual lleva su mano mi cabeza y me hace un revoltijo en el pelo.
-Ey me despeinaste- pongo la cara más enojada posible.
-De hecho, despeinada ya lo estabas-me sonríe- y no creo queseas capaz de enojarte con tu querido padre.
Me había olvidado por completo de darle una respuesta a Nil así que cogí mi teléfono y entre a su chat para responderle un Sí, Pasa por mí en media hora.
Subo rápido a mi habitación para darme una ducha, pero antes elijo mi oufit.
Abro mi closet y luego de pensarlo agarro unos janes de mezclilla y un top morado con unas zapatillas blancas. Luego de elegir mi oufit toca en turno de la ducha.
Solo demoro unos 5 minutos en ducharme luego me visto y me peino el pelo para que se vea algo decente, no opto por maquillarme ya que no tengo muchas ganas.
Cuando termino reviso mi teefono y tengo un mensaje de Nil que dice: Y estoy fuera, sal.
Valla, quien lo diría es muy puntual el chico.
Al bajar me despido de mis padres los cuales me dicen que me divierta y me relaje solo que no llegue tarde.
Cuando salgo veo un deportivo color negro mate estacionado fuera, es un coche demasiado hermoso, me quedo anonada sin saber si es nil cunado de repente alguien me grita y reacciono. Es Nil que ha bajado la vent un poco solo dejando ver esos ojos tan hipnotizaste.
-Ey si soy yo, sube.
Camino hacia el coche y cuando abro la puerta veo el asiento del copiloto un hermoso ramo de tulipanes morados combinados con flor nube.
Quería moriré de la emoción.
-vega sube Laia, son para ti, sé que te gusta el color morado asique dije por qué no, son perfectas para ti.
De la emoción entro al coche y me lanzo a darle un abrazo.
-En serio gracias, son hermosas- acércalas flores a mi nariz para olerlas.
-No hace falta agradecer, lo hice con gusto y sabía que te iban a encantar.
Nadie había hecho algo así por mí, es decir, eso de darme flores y tomar en cuenta mi color favorito.
-que emoción, son hermosas, no lo puedo creer- volteo a ver a Nil y el está con una gran sonrisa viendo lo feliz que estoy con su regalo.
-Bueno vamos a nuestra cita.
Arranca en coche, pero yo todo el camino me la he pasado mirando mi ramo de tulipanes morados. Luego de unos minutos pregunto
-A dónde vamos?
- es una sorpresa, te va a gustar más que los tulipanes- voltea a mirarme y me guía el ojo.