Capítulo 39 – No me importa

Gerald pudo escuchar a una chica llamándolo. Cuando se dio la vuelta, se dio cuenta de que no era otra que Whitney, la presidenta del sindicato de estudiantes.

Evidentemente, Whitney ya había presenciado la escena en la que Gerald se bajó del Ferrari. En ese momento, estaba mirando a con incredulidad con una expresión extremadamente sorprendida en su rostro.

“¿Cómo puedo ayudarte?”.

Gerald no esperaba que todavía lo viese un conocido a pesar de que ya le había pedido a Aiden que lo dejara tan lejos del campus.

Gerald sabía que la razón por la que Whitney lo llamó era porque quería saber por qué había salido del Ferrari.

Sin embargo, Gerald fingió estar un poco confundido, seriamente…

“Tú, tú, tú... ¿por qué acabas de salir de un Ferrari?”

Whitney le preguntó directamente. Durante sus últimos encuentros con Gerald, ella realmente había experimentado muchas revelaciones impactantes.

En primer lugar, descubrió que Gerald ganó la lotería y que podría invitar a todos a cenar en la Cocina de la Patria anoche. Además, no dudó en derrochar nada. Por lo tanto, Whitney decidió preguntarles a los compañeros de clase de Gerald sobre ese asunto porque ella quería saber qué estaba pasando exactamente.

La respuesta que recibió de ellos fue que Gerald había ganado la lotería y ganó treinta mil dólares. Sin embargo, en ese momento, muchos de los estudiantes ya estaban especulando que Gerald ganó mucho más de treinta mil dólares de la lotería.

Esto hizo que Whitney se sintiera muy incómoda.

‘¿Cómo podía Gerald, que no era más que un pobre, tener tanta suerte? ¿Dios estaba ciego?’

Era normal que ella se sintiera así. Después de todo, nadie se sentiría cómodo o feliz si alguien a quien habían estado molestando toda su vida de repente estuviera viviendo una vida mejor que ellos.

Whitney tenía la intención de buscar a Gerald y llegar al fondo de este asunto.

‘¿Cuánto ganó de la lotería?’

Inesperadamente, se encontró con él cuando estaba a punto de dejar la universidad y lo vio salir del costoso Ferrari.

“Oh, ese es el auto de mi amigo. Él sólo me estaba dejando en la escuela”, Gerald respondió a la ligera.

“Jajaja. ¿El coche de tu amigo? ¿Quién es tu amigo? Gerald, ¿realmente tendrías amigos tan adinerados? ¡No te creeré incluso si me matas!”.

Whitney no estaba convencida en absoluto.

“Bueno, no me importa si me crees o no. Además de eso, que tenga amigos ricos o adinerados no tiene nada que ver contigo, ¿verdad?”

Gerald respondió mientras comenzaba a enfadarse.

Esta mujer era demasiado irrazonable. Gerald también estaba comenzando a descubrir que después de haber obtenido algo de riqueza, él también estaba experimentando un sutil cambio de personalidad.

Antes de eso, nunca habría tenido el valor de hablar con Whitney de esta manera. Whitney estaba realmente insatisfecha con el tono de Gerald en ese momento.

“¡Tú! Gerald, ¿no sabes cómo apreciar la preocupación de los demás por ti? Sólo estoy preocupada de que hayas sido engañado por alguna organización multinivel. ¿No sabes cómo algunas organizaciones multinivel trabajan para engañar a la gente? Primero, intentan llamar la atención de la persona usando varios medios para complacerlo. Después de eso, te vuelven vanidoso y materialista. Una vez que te acostumbras a vivir como una persona rica, tienes que seguir trabajando para ellos para mantener el estilo de vida al que ya te han acostumbrado de lo contrario, ¡solo serás una persona inútil!”.

“Además, como presidenta del sindicato de estudiantes, ¿no crees que tengo derecho a entrometerme en tus asuntos privados? Si realmente te uniste a una organización multinivel, ¡sólo desacreditarás al departamento de sindicatos de estudiantes! ¡Solamente estoy tratando de aconsejarte porque has sido pobre toda tu vida y no sabes nada de nada de lo que está pasando en este mundo!”

Whitney continuó hablando de manera sarcástica.

Gerald sonrió amargamente antes de negar con la cabeza y decir: “Ya te he dicho la verdad. No hay nada más que pueda decir. ¡El auto realmente pertenece a mi amigo!”.